Cuando los
paises de America Latina ya independientes se daban a la creación de
organizaciones como sindicatos, sociedades mutualistas, clubes como los Leones
y los Rotarios. En Europa se daban a crear sociedades secretas de una membrecía
muy especial que les generarían poderes, no de relevancia regional, sino de una
relevancia global definiendo su propósito de conquistar el mundo. Al inicio,
las más importantes se perfilaban con el propósito de mantener el poder del
Imperio Británico, lo que le diera vida al llamado Establecimiento
Angloamericano, el inicio de la lucha por la dominación del mundo. Sería organización
secreta porque de esa forma tendría más libertad de acción ante la ceguera de
la humanidad.
Se establecía la mundialmente famosa beca escolar Rhodes de acuerdo con los términos de su creador, Cecil Rhodes. Lo que muy pocos saben es que Rhodes heredaba toda su increíble fortuna para la formación de una sociedad secreta. Una sociedad que, como claramente estipulaba su fundador, se debía dedicar a la preservación y expansión del Imperio Británico y hasta la fecha está vigente. No es algo al estilo dramático del Ku Klux Klan, no tiene miembros vistiendo batas negras, ni pases secretos, pues sus miembros se conocían profundamente desde que coincidieran en la Universidad de Oxford. La creación de Rhodes sería conocida como el “Grupo.”