Ricardo Valenzuela
Hace ya dos
años, al haber despedido un 2023 que podemos definir como la consolidacion del
Estado Profundo, recibimos el 2024 con sus doce meses amenazantes con guerras
en diferentes partes del mundo, pero, más importante, también con la
celebración de elecciones en los que yo considero mis dos paises, EU y México.
Dos elecciones en donde ambos paises han estado bajo el diabólico hechizo del
socialismo de ineptos que, si no fuera por la elección de Milei en Argentina,
estuviéramos muy poco optimistas de poderlos rescatar.
Sin embargo, aunque existiera la segura posibilidad de cambiar los dos gobiernos, tampoco habría motivo para que nos invadiera ese optimismo ante una nueva oportunidad. Porque hemos llegado a un punto en donde, como afirma el título del libro de Milton Friedman, “Libres para elegir”. Simplemente porque el derecho de elegir debe incluir alternativas para escoger y, a este punto de la historia, debido a los ataques de los enemigos de la libertad, sin que nos diéramos cuenta han establecido sus monopolios en los que incluyeron el monopolio de la política y de las ideas. En EU demócratas y republicanos cantan en el mismo coro desafinado. Y en Mexico tenemos una caballada igual de flaca en todos los potreros.