POLITICA Y JUSTICIA EN FOSA SEPTICA

Ricardo Valenzuela

 

Hace ya muchos años, en uno de los mañaneros viajes cuando mi padre me llevaba al Colegio Regis en Hermosillo, le hacía una pregunta cuya respuesta me impresionaba a pesar de mis escasos 12 años. Mi padre habia sido educado en Europa con un Doctorado en derecho Internacional en la universidad Libre de Bruselas, y después con una maestría de administración pública en el London School of Economics. A su regreso a Mexico en sus primeros años, antes de cumplir sus 30 años, habia sido jefe de gabinete del gobernador Yocupicio en Sonora, después diputado federal por lo que se le consideraba gran prospecto político con gran futuro en el estado.

Sin embargo, de repente desaparecía del horizonte político ante la sorpresa de mucha gente. En ese viaje mañanero yo le preguntaba la razón por su retirada. Con su potente voz y algo de tristeza me respondía. “En Europa yo me preparé para desarrollar mi vida profesional en dos campos, la política y el cumplimiento de la ley. Pero, después de haberme asomado a esas actividades, me di cuenta de que en México son grandes gusaneras en las que yo no podía participar. Y paises sin esos dos elementos, siempre fracasan.” Años después reforzaría lo que mi padre afirmara leyendo a Bastiat:

 

“La ley, ha sido convertida en instrumento de todos los apetitos inmoderados, en lugar de servir como freno. Ha procedido en forma contraria a su propia finalidad; ha destruido su propia meta; se ha aplicado para aniquilar aquella justicia que debía hacer reinar, para anular los límites que era su misión hacer respetar; ha puesto la fuerza colectiva al servicio de quienes quieran explotar, sin riesgo y sin escrúpulos, las personas, las libertades o las propiedades ajenas; han convertido la estafa y el robo en derechos y la legítima defensa en crimen, para castigarla”.

 

Sin embargo, en este siglo 21, ya cabalgando sobre su segunda decena en la que se podría esperar un gran desarrollo de las instituciones sobre las cuales se cimentan las naciones, no es el caso. Lo que en estos momentos sucede en Venezuela es un panorama en donde los cavernarios que han destruido el pais, han usado todas las igualmente cavernícolas instituciones para impunemente saquearlo y todavía no los pueden expulsar. Un pais en el que los saqueos de los 25 años bajo control de criminales, se han estimado hasta en 600 billones de dolares.

 

Pero este es ya un problema de dimensión global. En EU su sistema judicial cada día se asemeja al de Papa Doc. en Haití que sembraran brujería y muerte durante años a través de sus Tontón Macoute, a quienes se les culpa de 150,000 muertes. En EU las Agencias federales para la aplicación de la ley están totalmente fuera de control y, como en El Padrino II, todos los dias reciben sus órdenes de a quien deben ejecutar. El pasado mes de Marzo, el director ejecutivo del aeropuerto de Little Rock, Arkansas, Bryan Malinowski, un hombre intachable, fue vilmente asesinado por agentes del Bureau de Alcohol, Tabaco y Armas durante la invasión de su casa.

 

Era de madrugada cuando agentes con uniformes del SWAT llegaban a su casa en 10 carros, le cortaron la electricidad, le colocaron cintas sobre el timbre en su casa conectado a una cámara, y también en el pequeño hoyo de la puerta para ver quien llegaba. Irrumpieron en su casa y en unos segundos este hombre de familia estaba muerto. En flagrante violación de la ley que exige los agentes lleven cámaras corporales, ellos intencionalmente no las tenían. Lo habían vigilado por algunos dias por el pecado de asistir a las ferias de armas que son totalmente legales.

 

Pero, lo que le sucedió a esta familia no es un incidente aislado. Fue parte de un creciente patrón de comportamiento de las agencias federales similar al de la vieja KGB de la Union Soviética, que, siempre en donde aparecen hay este tipo de agresiones. Durante la presidencia Trump, Roger Stone, consultor y amigo del presidente, habiendo sido establecido como blanco de los Clinton, el fiscal especial Robert Mueller lo acusaba de obstrucción de justicia. En enero del 2019, el FBI, también de madrugada, penetró su casa de forma acorde a una redada atacando una fortaleza armada de algún narcotraficante mexicano en el corazon de la sierra madre.

 

Unos 30 hombres armados aparecían ante aquel hombre de 75 años en pijamas y una esposa, de la misma edad, a punto del pánico. Y, algo más increíble, además había un bote militar en las aguas de la bahía atrás de la casa de Stone, tripulado por no menos de 10 agentes armados y equipados con potentes reflectores.

 

El mismo FBI invadiría la casa y oficina de Trump en Florida con su conocido estilo criminal, una operación en la cual ya habían autorizado el uso de fuerza letal con dedicatoria especial. Y, como siempre, el delito de Trump era inexistente mas no los de Biden. Las acciones de estos agentes que pareciera los reclutan en los manicomios, son el mas agresivo ataque a la vieja y hermosa tradición de restricción de esa autoridad constitucional y, sobre todo, a esa bandera que ha ondeado desde la época de los fundadores, la igualdad ante la ley.

 

La contribución americana más admirable para la protección de los derechos individuales y el estado de derecho ha sido su constitución. Ya antes, el propósito del gobierno se presentaría claramente en la declaración de independencia: “y para asegurar todos estos derechos individuales; se instituye este gobierno entre los hombres”. Y concluyendo el gobierno era necesario, se buscó construir y escribir con sangre una constitución que limitara la responsabilidad del gobierno a su único propósito.

 

El poder para proteger estos derechos es retenido de forma natural por cada individuo, y es delegado al gobierno bajo la constitución. Porque la constitución no fue una subvención general ni ciega de poder para el gobierno, los poderes otorgados al gobierno federal son específicos y enumerados. Y como son delegados y enumerados, todos esos poderes son limitados. Un gobierno de poderes delegados, enumerados y limitados—esa ha sido la gran contribución americana para el desarrollo de la libertad bajo la ley. Ese tesoro que EU ha estado tratando de tirarlo a la basura y eso será su muerte. Porque un pais sin libertad y sin la religión de la ley, es un pais sin alma que tiende a morir lentamente.