Ricardo Valenzuela
La reforma que Trump ha iniciado no es solo lo que muchos ya consideran una
guerra de tarifas, es una reforma total de todo el aparato gubernamental de EU
que está invadido de tumores cancerosos en toda su constitución, producto de
una grave enfermedad nunca atendida que ya amenaza su existencia. Pero, para
concentrarnos y, sobre todo, porque en estos momentos es lo más amenazante,
debemos de apuntar directo a la economía que claramente muestra se ha
convertido en batallones de actores en busca de rentas, habiendo ya archivado
la del emprendedor creando valor en un mercado libre.
Y en este análisis debemos, por ahora, concentrarnos en la fotografía que nos defina, en números, la relación de EU con el resto del mundo. Para iniciar, nos informan que EU muestra un déficit en su balanza comercial con el mundo de $1.5 trillones de dólares. Es decir, EU importa del resto del mundo más de $4 trillones de dólares y solo exporta un poco menos de $3 trillones, provocando ese monstruoso déficit en el cual los paises que más acuden a provocarlo son China, Japón, Mexico, Alemania y Canada. Sin embargo, debemos hacer mención especial de China con quien EU tiene un déficit de $650 billones y, siendo el más grande, lo usaremos como ejemplo general.
En primer lugar, los exportadores de EU no tienen que competir con las empresas exportadoras chinas, ellos han estado compitiendo con el gobierno chino que es un ente, no solo injusto en sus actividades comerciales, es, además, totalmente deshonesto y proteccionista al no haber abierto sus mercados como debería. Y tiene establecidas una serie de prácticas gansteriles como a las empresas americanas que se establecen en su país, las obligan a entregar todas sus patentes para luego utilizarlas en su contra. Todo mundo sabe que China es el gran pirata del comercio global que, entre otras cosas, utilizan la manipulación de su moneda para ir a la batalla con armas que no se deberían de utilizar. Lo que profundizaremos en otra nota.Pues, siendo otro el tema de moda para arremeter contra las tarifas de
Trump con las que amenaza a Mexico, echemos un vistazo a esa relación también tan
complicada. Al parecer, lo único que hay que hacer para convencer de la
naturaleza de libertad de algo, es etiquetarlo como mercado para darle vida a
criaturas tan grotescas como los liberales light de mercado tan populares en
Mexico. La palabra libertad es un gancho para seducir en una época que se exalta
la retórica sobre sustancia y contenido, simplemente etiquetando algo como libre
comercio para entrar a ese nuevo paraíso. Las etiquetas son siempre eficientes
para atrapar a los ignorantes.
Y así, los defensores mexicanos del libre comercio suponen que la
etiqueta “Tratado de Libre Comercio de América del Norte” (TLCAN) exige una certificación
incuestionable de amor por los mercados libres. Porque es imposible que alguien
rechace su beatificación como sacerdote del nuevo evangelio del libre comercio,
pues le puede provocar su condena. Pero es muy fácil identificarlos. Los burócratas
profesionales que edificaron el TLCAN y de inmediato blandieron la estafeta de libre
comercio, fueron las mismos que siempre llaman al gasto público inversión, a
los impuestos contribuciones y al aumento de los impuestos reducción del
déficit.
En primer lugar, como lo propuso Trump ante el G7 hace unos años, “si
realmente queremos libre comercio genuino no requerimos ningún tratado ni siquiera
llamándolo acuerdo comercial”. Al TLCAN lo llamaron acuerdo comercial para
evitar el requisito y se facilitara su aprobación sin acudir al senado. “Si nosotros,
miembros de este grupo, realmente queremos un verdadero libre comercio, lo que debemos
hacer es derogar todos los aranceles, cuotas de importación, leyes antidumpin y
otras restricciones impuestas por todos los tramposos al comercio”. La
respuesta fue un silencio sepulcral. Totalmente de acuerdo y, además, no se necesitaría
ninguna política exterior ni maniobras extranjeras.
Fuera caretas, el TLCAN es más que un patuleco acuerdo comercial con el
que tanto hemos presumido. Es parte de una campaña para integrar y cartelizar a
los gobiernos con el fin de afianzar la economía mixta intervencionista que ya
rige al mundo. En Europa, la campaña culminó con el Tratado de Maastricht, el gran
objetivo fue imponer una moneda y un banco central únicos para el continente. Así
obligar a sus economías semilibres a intensificar sus estados regulatorios y de
bienestar. Pero, en Mexico, ante una gran ignorancia, no hemos entendido que la
economía es una enorme red que, si movemos una de sus fibras, se mueve toda la
red. Y no es posible mantener ese supuesto libre comercio cuando un socio es
controlado por el narco que, con esa nueva libertad, inundan EU con fentanilo. Además,
sus paisanos en EU le envían $70 billones al año.
Es decir, una zona de libre comercio no debe utilizarse para “libremente”
traficar sus drogas. Tampoco para ser cómplice en el transito y cruce de
millones de inmigrantes ilegales mostrando la emergencia de un mercado de tráfico
humano, que se ha convertido en un negocio muy productivo y ha desaparecido
600,000 niños. Pero, el canto de las sirenas del TLCAN fue la misma melodía
seductora con la que los eurócratas socialistas han tratado de conseguir que el
mundo se rindan al super estatismo socialistoide de la Comunidad Europea.
Y así como Bruselas ha obligado a los países europeos con bajos impuestos
a aumentarlos al atroz nivel europeo, luego ampliar su estado de bienestar en
nombre de la justicia, la igualdad de condiciones y la armonización ascendente.
Algo que Obama, con su odio por EU, adelantó en este país para que marchara al
ritmo de la borregada europea. También las Comisiones del TLCAN le dieron
fuerza a esa facultad de armonizar ascendentemente que tanto ama el Peje ejerciendo
su deporte favorito, el pasar por encima de todas las leyes de cualquier tipo como,
cortesía de Obama, ya lo hacen los gobiernos estatales estadounidenses.
Un arreglo muy interesante para quienes, ante el regreso de Trump con una guadaña más grande y afilada, protestan como lo han hecho Slim y Salinas Pliego, porque es algo que les puede arruinar tantas alianzas secretas que han tenido, no solo en Mexico, ahora tiemblan cuando sale a la luz que el hijo de Slim, forma parte del consejo de Blackrock cuyo propietario esta siendo investigado por el intento de asesinato de Trump. Y a Trump no lo detienen.
Excelente análisis................
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