LO MATARAN PARA QUE NO ACTUE

 

ESTE ES UN ARTICULO PUBLICADO POR BOB BENNETT UN MES ANTES DE LA PRIMERA ELECCIÓN QUE GANARA TRUMP. PARECE QUE LOS TIEMPOS NO CAMBIARON MUCHO

 

LO MATARAN PARA QUE NO ACTUE

Lo matarán antes de dejarlo ser presidente. Podría ser un republicano o un demócrata el que instigue a Trump a callarse. No se sorprendan si Trump tiene un accidente. Algunos están muy nerviosos a punto de la histeria: Barack Obama, Valerie Jarrett, Eric Holder, Hillary Clinton y Jon Corzine, por nombrar solo algunos. Se trata de la dinámica impía entre el gran gobierno, las grandes empresas y los grandes medios de comunicación. Todos se benefician de los miles de millones de dólares de esta asociación, y a todos les conviene protegerse mutuamente. Es uno para todos y todos para uno.

 Es una relación tremendamente sucia que hace que todos sean asquerosamente ricos, todos excepto el pueblo estadounidense. Nos estafan. Pero por una vez, la poderosa camarilla socialista y los capitalistas corruptos están asustados. La reacción desmesurada de los políticos de ambos partidos, los medios de comunicación y las mayores corporaciones de Estados Unidos ante Trump ha sido tan rápida y desquiciada que da a entender que todos están amenazados y asustados como nunca.

Por mucho que digan lo contrario, los medios de comunicación, los empresarios y la élite política entienden que Trump no es ninguna broma. En realidad, podría ganar y cimbrar su agradable y cómodo sistema. No es casualidad que todos se hayan unido para destruir a Donald. Es porque la mayoría de los políticos son parte del “club de los viejos”. Hablan mucho, pero no cambiarán nada. Todos están en deuda con grandes donantes. Todos son propiedad de lobistas, sindicatos, abogados, gigantescas organizaciones medioambientales y corporaciones multinacionales… como las grandes farmacéuticas o petroleras. O son propiedad de extranjeros, en cuerpo y alma, como George Soros es dueño de Obama o los gobiernos extranjeros son dueños de Hillary con sus donaciones a la Fundación Clinton.

 

Estos políticos del establishment son todos marionetas propiedad de grandes capitales, pero hay un hombre que no le debe nada a nadie. Hay un hombre que no necesita a extranjeros, ni a gobiernos extranjeros, ni a George Soros, ni a los trabajadores automotrices, ni al sindicato de maestros, ni al sindicato internacional de empleados de servicios, ni al Colegio de Abogados para financiar su campaña. El magnate multimillonario e inconformista Donald Trump no necesita la ayuda de nadie. Eso significa que no le importa lo que digan los medios, ni lo que piensen las élites corporativas. Eso lo hace muy peligroso para los intereses arraigados, y hace de Trump una gran amenaza para esa gente. Trump puede arruinar todo para los políticos sobornados y sus amos esclavistas malcriados.

 

¿Nunca se preguntan por qué el Partido Republicano nunca ha intentado destituir a Obama? ¿No se preguntan por qué John Boehner y Mitch McConnell hablan mucho, pero nunca intentaron detener a Obama? ¿No se preguntan por qué el Congreso controla el dinero, pero nunca ha intentado desfinanciar Obamacare o la acción ejecutiva claramente ilegal de Obama sobre la amnistía para los inmigrantes ilegales? Es extraño, ¿verdad? Desafía la lógica, ¿verdad? En primer lugar, supongo que muchos republicanos clave están siendo sobornados. En segundo lugar, creo que muchos republicanos clave están siendo chantajeados. Ya sea que tengan aventuras, sean gays en secreto o roben dinero de los contribuyentes, la Agencia de Seguridad Nacional lo sabe todo.

 

Pregúntenle al ex presidente de la Cámara de Representantes Dennis Hastert sobre eso. El gobierno incluso sabía que estaba retirando grandes sumas de su dinero de su propia cuenta bancaria. La NSA, la SEC, el IRS y todas las demás agencias gubernamentales de tres letras están vigilando a cada líder político republicano. Vigilan todo. En tercer lugar, muchos republicanos están aterrorizados de que los llamen "racistas" ... por lo que tienen miedo de criticar a Obama o denunciar sus crímenes, y mucho menos exigir su destitución. En cuarto lugar, ¿para qué agitar el barco? Después de la derrota o de la jubilación, si eres un “buen chico”, te espera un trabajo de lobby de 5 millones de dólares al año. Los intereses del gran capital han manipulado el sistema. Ganen o pierdan, ellos ganan.

 

Pero Trump no juega con ninguna de estas reglas. Trump puede romper esta cómoda relación entre el gran gobierno, los grandes medios de comunicación y las grandes empresas. Todas las reglas se tiran por la ventana si Trump gana la presidencia. Los otros políticos protegerán a Obama y a sus ayudantes, pero no a Trump. Recuerden: Trump es el tipo que cuestionó públicamente el certificado de nacimiento de Obama. Cuestionó los registros universitarios de Obama y cómo un estudiante mediocre entró en una universidad de la Ivy League.

 

Ahora, está haciendo algo que ningún republicano tiene el coraje de hacer. Está cuestionando nuestra relación con México; está cuestionando por qué la frontera está abierta de par en par; está cuestionando por qué no se ha construido un muro en la frontera; está cuestionando si permitir que millones de inmigrantes ilegales entren a Estados Unidos es lo mejor para nuestros intereses; Trump se pregunta por qué tantos inmigrantes ilegales cometen delitos violentos y, sin embargo, no son deportados; y se pregunta por qué nuestros acuerdos comerciales con México, Rusia y China son tan malos.

 

Trump tiene la audacia de preguntar en voz alta por qué los trabajadores estadounidenses siempre salen perdiendo. ¡Buena pregunta! Estoy seguro de que Trump cuestionará qué pasó con los casi mil millones de dólares entregados en un contrato amañado sin licitación a amigos de la universidad de Michelle Obama en empresas extranjeras para construir el sitio web defectuoso de Obamacare. Por cierto, esa cuenta ahora asciende a $5 mil millones.

 

Trump preguntará si los arquitectos de Obamacare pueden ser acusados ​​de fraude por venderlo mintiendo. Trump investigará la conspiración generalizada de Obama con el IRS, por no mencionar los registros universitarios de Obama. Trump procesará a Clinton y Obama por fraude cometido para encubrir Bengasi antes de la elección. ¿Qué hay del fraude cometido por empleados del Departamento de Trabajo cuando inventaron cifras dramáticas de empleo en el último informe de empleo antes de la elección de 2012?

 

Obama, las corporaciones multinacionales y los medios de comunicación deben detener a Trump. Reconocen que esto podría salirse de control. Si no se controla, diciendo la cruda verdad y haciendo preguntas que todos los demás tienen miedo de hacer, Trump podría despertar a un gigante dormido. La elección de Trump sería una pesadilla. Obama ha cometido muchos crímenes.

 

Nadie más que Trump se atrevería a procesarlo. Él no dudará. Una vez que Trump entre y eche un vistazo a “los libros amañados” y los registros de Obama, el juego habrá terminado. El espectáculo habrá terminado. Holder podría terminar en prisión. Jarrett podría terminar en prisión. El recaudador de fondos de Obama, Corzine, podría terminar en prisión por perder $1.500 millones de clientes. Clinton podría terminar en prisión por borrar 32.000 correos electrónicos, o por aceptar sobornos de gobiernos extranjeros mientras era Secretaria de Estado, o por “extraviar” $6 mil millones como jefa del Departamento de Estado, o por mentir sobre Bengasi. Toda la alta gerencia del IRS podría terminar en prisión.

 

Obamacare será desfinanciado y desmantelado. Y el propio Obama podría terminar arruinado, con su legado hecho trizas. Trump investigará. Trump procesará. Trump perseguirá a todos los involucrados. Es por eso por lo que los perros del infierno se han desatado contra Donald Trump. Sí, se han abierto la temporada de caza de Trump. Tanto la izquierda como la derecha están decididas a atacar sus políticas, arruinar a sus empresas y, si es posible, incluso a mantenerlo fuera de los próximos debates. Pero no pueden silenciarlo. Y, sin duda, no pueden intimidarlo. Cuanto más lo intenten, más se dará cuenta el público de que él es quien dice la verdad.