LA REBELION ANTI OBANOICOS Y SOROSICOS

Ricardo Valenzuela

The Obama/Soros Legacy

A finales del siglo 18 el mundo atestiguaba dos eventos históricos que transformarían a la humanidad. Adam Smith publicaba su maga obra, “La Riqueza de las Naciones”, la biblia del capitalismo, y los colonos americanos se enfrentaban al ejército más poderoso del mundo en su guerra de independencia. Meses antes, al haber sufrido una de sus derrotas claves, una parte de la sociedad colonial pedían rendirse pues consideraban que, como colonos dependientes de Inglaterra, su vida era razonable y pensaban que sin esa liga el futuro era nebuloso. Pero, una mayoría quería continuar la lucha.

Con un grupo de campesinos mal armados, mal equipados, a punto de la desesperación y sin dinero para continuar su movimiento, Washington se encontraba en una encrucijada, pero la derrota nunca sería una alternativa. Uno de los comandantes de Washington, Patrick Henry, se encontraba frente al líder de un grupo desesperado por la violencia de la guerra. Después de escuchar sus argumentos exigiendo la rendición, con toda la profundidad de su voz, la seguridad de su propósito y de su compromiso casi celestial le respondía:

    “Si amas la riqueza más que la libertad, si amas más la tranquilidad y la calma de ese mar de la servidumbre que la agitada lucha por nuestra libertad, regresa en paz a tu casa. No pedimos ni necesitamos tus consejos ni tus armas. Ponte en rodillas y lame las manos y las botas de quienes te alimentan y te encadenan. ¡Que esas cadenas no te sean muy pesadas y que la posteridad y la historia olvide para siempre que fuiste uno de nuestros compatriotas!”

La actitud de los colonos de rendirse era algo hasta cierto punto entendible. Durante más de 200 años habían vivido en paz y prosperaron, gozaban de una libertad impensable en su madre patria de donde llegaran buscándola, por primera vez en sus vidas eran propietarios de su pedazo de tierra y lo que producía. Pero hay que entender que la gente no siempre resiste la opresión. Es un hecho que, cuando se han acostumbrado a vivir en esa condición por un largo tiempo, es algo que ni siquiera sienten es opresión. Es solamente el modo en que las cosas son, y la mayoría no “pierden” tiempo imaginando que podrían ser diferentes y se acostumbran al arado.

El sentido de opresión usualmente despierta por ciertos cambios, y son los que provocan la acción cuando hay oportunidad para hacer algo al respecto. Estas condiciones eran las que existían en aquella Inglaterra del siglo 17 cuando los Puritanos y otras religiones disidentes crecían. Se iniciaría su persecución que provocaba su resistencia y determinación de hacer algo. Y la oportunidad de emigrar a las colonias sería su gran solución. Y esa inmigración fue algo nunca experimentado. La gran diferencia fue que los asentamientos ingleses en las colonias fueron proyectos comerciales privados. Eran proyectos financiados por capitalistas buscando ganancias. Algunos eran propiedad de compañías que se cotizaban en la bolsa de Londres, no establecieron virreyes como España lo haría en AL.        

De esa forma se despertaba la famosa ambición de Adam Smith y los debutantes colonos se convertían en pequeños productores. Surgían los mercados privados en una libertad que era nueva para ellos y, los antiguos siervos, aunque la obra de Adam Smith aparecía hasta el mismo año de su independencia, ya rápido aprendían de la libertad económica y, en los años posteriores de la publicación, ellos los seguirían al pie de la letra. Se desarrollaba una sociedad potente, independiente, moral, virtuosa, de una prosperidad nunca imaginada.

Era natural que desconfiaran de la guerra de independencia. Habían conocido la libertad de Locke: “el poder que cada hombre tiene sobre sus acciones y el derecho de disfrutar los frutos de su trabajo, arte e industria, siempre y cuando no agreda la sociedad ni alguno de sus miembros, al tomar algo que no le corresponde. Sin libertad de pensamiento no puede haber sabiduria, ni gobierno honesto sin libertad de expresión. Ni economía sin seguridad de vida y de propiedad.”

 Pero, finalmente se decidían por su libertad total y se embarcarían en la construcción de un sueño y su destino manifiesto, que derivaría en la ubicación de EU como el milagro de la humanidad en poco más de cien años. Ese milagro que durante los últimos 80 años ha sufrido los ataques más agresivos de sus enemigos internos y externos.

En estos momentos EU se enfrenta a una situación parecida, pero mucho peor. Todo lo que se había logrado en aquellos cien años se ha estado destruyendo ante una población con diferentes reacciones. Muchos que aman la mediocridad de su vida más que la libertad, que aman más la tranquilidad y la calma de ese mar de la servidumbre que la feroz lucha por la libertad perdida. Otros discípulos de Schopenhauer que aceptan el mundo es de sufrimiento. Otros que su versión “estar bien” es conformarse con la destrucción del mundo que hemos atestiguado durante años.

Y cuando surge un verdadero líder, no solo listando desgracias muy reales, sino que se tira al ruedo para enfrentarlas y solucionarlas, los cerebros enmohecidos de algunos, los cerebros rentados de otros, los cerebros destruidos de muchos, los cerebros acomodables y, sobre todo, los cerebros maléficos versiones Obama y Soros, todos están reaccionado como los esclavos negros al final de la guerra civil ante el pánico que les provocaba ser libres. En lugar de celebrar, iban con sus antiguos amos ofreciéndose de nuevo como esclavos. Y, lo más grave, con los instrumentos que siempre han tenido, gritan histéricos ante lo que amenaza sacarlos de sus cómodos chiqueros.

Y ese atrevido que ha osado enfrentarlos ante la realidad que unos causan y otros ignoran, tal vez por vergüenza, por sentimientos de culpa, por conveniencia, por su confusión, lo más seguro es por su cobardía. Se horrorizan con el hombre que siempre ha seguido la doctrina de George Bernard Shaw cuando nos aconsejara: “Dedícate a conseguir lo que quieres o te veras forzado a querer lo único que tienes. Donde no hay ventilación el aire fresco es declarado insano. Donde no hay religión la traición se convierte en virtud. Donde no hay conocimiento la ignorancia se convierte en ciencia.”

Y, ante la invitación de ese hombre para enfrentar a los peores demonios del infierno que quieren terminar la destrucción del país. No está solo pues hay detrás de él esa potente fuerza para conseguir lo que verdaderamente queremos, y nunca conformarnos con la mediocridad del mundo que ellos fabricaron y hoy tenemos, pues sabemos se puede construir otro mundo mucho mejor.      

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