Ricardo Valenzuela
Hoy
desperté con la noticia, de buenas fuentes, que ya se le ha iniciado un proceso
legal en contra de Lopez Obrador que, inicialmente me sorprendió, pero después de
unos minutos el panorama se me empezó a clarificar. Cuando se anunció el
triunfo de Trump en la madrugada del 11 de Enero, supe que este hombre iniciaría
el estremecimiento del mundo que ya se siente. Desde Venezuela, la Union
Europea, Rusia y Ucrania, China y multitud de organizaciones internacionales
como la ONU, OTAN, OEA etcétera que, en mi opinión, es solo el inicio del
cambio global mas importante de la historia.
Sin embargo, hay ya un proceso de cambio que si me ha sorprendido y se está llevando a cabo en Mexico. De manera inesperada un hombre llamado, Omar Garcia Harfuch, aparentemente convertido en el héroe que el país había esperado durante muchos años, ha iniciado un valiente ataque contra el problema más grave que Mexico ha sufrido en toda su historia, una fatal putrefacción que lo ha cubierto a lo largo y lo ancho de su geografía. Un nuevo modelo de corrupción que, inclusive, los verdaderos expertos globales jamás hubieran imaginado. Un domo que cubre toda la geografía nacional que se torna difícil de creer y, sobre todo, que ya se está atacando.
Pero, para
que esto sucediera, solo lo entendemos con la aparición de dos hombres que, no
solo pudieran identificarlo en toda su gran dimensión, sino que ambos tuvieran
la voluntad y el coraje para decidir enfrentarlo y solucionarlo. Esos dos
hombres son Donald Trump y Omar Garcia Harfuch. Trump como presidente de EU,
identificando esta situación como grave amenaza también para su país, ha sido
el primer mandatario de EU en señalarlo decidiendo se debía eliminar sin
posibilidad de seguir ignorando. Y de forma especial, en Mexico la figura de
Garcia Harfuch dispuesto para lo mismo.
Un abogado
con maestría en seguridad pública y estudios
relacionados con seguridad nacional e internacional por la Universidad de Harvard, así como de
seminarios para el Desarrollo de Agentes del Orden por el FBI y cursos similares de inteligencia brindados por la
DEA.
Garcia
Harfuch, un hombre sin etiqueta política, como secretario de seguridad de la
presidenta Claudia, había recibido la verdadera información del cáncer
desconocido que se habia desarrollado en Mexico, con la clara señal que, en una
nueva versión, habia cubierto a toda la maquinaria política como nunca lo
hubiera hecho cuando anteriormente solo lo permitía. Ahora se presentaba como
una verdadera sociedad de carteles con secretarios, gobernadores, alcaldes,
todo el sistema judicial federal y estatal y un buen segmento de empresarios
nacionales. Un esquema de una sofisticación realmente impresionante incluyendo
bancos nacionales, bancos en Panamá, Costa Rica, Andorra y todos los paraísos
fiscales del mundo.
Desde el
arribo de Trump a la presidencia y conocedor de los problemas de Mexico, los EU
habían iniciado una profunda vigilancia nunca intentada del territorio mexicano
a través de aviones espías a gran altitud, de sus poderosos drones, agentes de
la DEA infiltrados. El panorama encontrado era verdaderamente increíble y
aterrador. Una gran organización criminal donde participaban políticos,
empresarios de gran nivel, criminales de todo el mundo, carteles propietarios
de ejércitos privados con la potencia para enfrentar al ejército nacional, todo
eso abonando a una economía artificial.
Garcia
Harfuch, asumiendo una actitud temeraria, sin que lo pudieran detener o
intimidar, por razones obvias iniciaría sus acciones sin autorización de la
presidenta, algo no bien visto. De inmediato llevó a cabo la destrucción de
casi 40 laboratorios de fentanilo en Sinaloa, lo mismo que todas sus rutas
hacia EU a través de Nogales, Tijuana, Mexicali, San Luis Rio Colorado, un
golpe fatal para el Cartel de Sinaloa con lo cual emergian desconocidos socios.
Esto le daría elementos para darse cuenta de la sofisticación del manejo
financiero nunca visto, una estrategia que impresionaría hasta al financiero más
sofisticado de Wall Street.
Se descubría
lo que llamarían el huachicol fiscal en donde utilizan todo tipo de empresas,
fundaciones, despachos de abogados, notarios públicos para sus operaciones. En
diferentes campamentos encontraban mercenarios desertores de fuerzas especiales
de diferentes paises del mundo. En una de esas operaciones, en sociedad con la
DEA, arrestarían en la sierra de Durango a un pez gordo, Leonel N. Un criminal
asociado al Cartel de Sinaloa con un menú de actividades con drogas, tráfico
humano, fabricación de fentanilo. Propietario de casas en Ciudad Juarez y Agua
Prieta en donde retenían niños secuestrados para luego ser vendidos y enviados
por todo el mundo. Harfuch habia ya localizado una residencia similar en el DF,
pero de inmediato lo detuvieron.
Garcia
Harfuch también habia logrado desenredar el poderoso entarimado del CJNG
liderado por el Mencho, el cartel más poderoso del mundo. Con información surtida
por los aviones espías y drones de los EU había ubicado su guarida y se
preparaba por lo que podría ser su golpe más grande. Garcia Harfuch habia
tenido un atentado contra su vida en Junio del 2020 en donde dos miembros de su
seguridad perdieran la vida. Se iniciaban las protestas de la tradicional clase
política tanto federales como estatales tachándolo de dictador, fascista,
ejecutor sin control etcétera.
Algo que no
debía de sorprendernos, el sistema arremetía contra él en una situación similar
a la que vive Trump. La historia siempre nos ha mostrado que, cuando alguien
hace peligrar los cimientos de la gran corrupción, se ataca a quien los exhibe
no al corrupto. En EU fue lo que tuvo que sufrir Elon Musk y alcanzara una
magnitud que provocaran su salida. Harfuch acaba de renunciar. Pero hay una
realidad indiscutible, Mexico ha caído en manos de violentos criminales en una
clara sociedad con el gobierno. Una realidad que esta ya afectando EU como jamás
lo hubiera hecho y Trump no quiere permitirlo.
De esta manera parece tomar forma lo anunciado por JD Davison: “La violencia aparecerá más agresiva en donde haya prosperidad y estará más localizada, el crimen organizado crecerá de forma incontrolable. Pero el verdadero peligro será controlar el monopolio de la violencia de los gobiernos”. Pero Mexico ha quebrado el molde.
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