La historia real laissez-faire IV

 Ricardo Valenzuela 

Laissez-Faire leadership Archives - The Jakarta Consulting Group (JCG) 

¿Alguien se ha preguntado cómo es posible que un grupo de quince países produzca el 70% del PIB mundial? Encontremos la respuesta”. 

 

Si estableciéramos una visión de largo plazo para observar la historia de la humanidad y analizar las vidas de nuestros ancestros—comparadas con estándares modernos— nos daríamos cuenta qué fue una historia de sufrimientos, privaciones y desdichas. La ancestral sociedad típica ofrecía solamente a un pequeño número de gente una existencia digna, mientras la gran mayoría vivía en una abismal inmundicia, hambruna, enfermedades y muerte. Se nos ha provocado olvidar la dominante miseria de otros tiempos a través de la literatura, poesía y leyendas que solo celebraban el bienestar de unos cuantos, olvidando aquellos que en silencio sufrían una miserable pobreza. Las eras ancestrales de miseria han sido narradas por la mitología, las leyendas, y obras ficticias de algunos autores, como épocas doradas de simplicidad pastoral. Pero no lo fueron.  

 

Solamente durante los últimos doscientos años es que cierta prosperidad ha llegado a Europa Occidental, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y unos cuantos países más. Y esa prosperidad ha llegado como uno de esos infrecuentes periodos cuando el progreso ha tocado las vidas de no solo aquellos ya favorecidos, sino las de muchos que siempre habían sido ignorados. A esos países, como un todo, se les llegó a conocer como el Mundo Occidental. En Inglaterra, EU, y algunas partes de Europa Occidental, durante el inicio del siglo 19, se hizo muy evidente el que una inusualmente alta proporción de gente estaba cada día mejor alimentada, mejor educada, más saludable, y más seguros que en un ancestral Medio Oriente, que los hindúes, griegos, Romanos, y las civilizaciones Islámicas—en cualquier otra era de la historia de la humanidad. 

 

El paso de pobreza a riqueza, en sentido social, es un avance en el bienestar material de la gente. Es algo que no es capturado adecuadamente en estadísticas del PIB, ingreso nacional, o los salarios. Pero hay algunos indicadores realmente dramáticos que nos dan a conocer lo que ese proceso carga consigo. En primer lugar, tenemos la muerte, un fenómeno que durante una eternidad ha sido la gran amenaza de la humanidad y el transitar de la pobreza a la riqueza fue un gran movimiento que ha llevado al hombre a alejarse de la muerte. Sus primeros indicadores son estadísticas de expectativa de vida, los porcentajes de muertes, y la mortalidad infantil. Los segundos elementos en la lista afectados por ese tránsito eran el hambre y la carestía, indicando su impresionante declive en malnutrición y sus colaterales al cabalgar esa ruta.  

 

El tercer elemento era la mortal Peste que costara tantas vidas, dolor y tragedia en tiempos ancestrales, pero al transitar de pobreza a riqueza los pueblos también se alejaron de ese flagelo hasta derrotarlo. La pobreza siempre ha sido asociada con analfabetismo, superstición, ignorancia, y vidas desarrolladas en pequeños confines. El tránsito de pobreza a riqueza significó arribar a un estado de alfabetismo, educación, y una gran variedad de experiencias en un mundo que se expandiera enormemente. La vida de pobreza era una vida en la cual el sobrevivir era el único propósito de esa existencia, en donde vivienda era un espacio de gente amontonada que el pensar en privacidad era algo imposible y las posibles alternativas eran muy restringidas. El transitar hacia la riqueza fue un eficiente avanzar hacia grandes posibilidades de comodidad, privacidad y elecciones individuales de relevancia en sus lugares de morada. 

 

Hay muchos motivos por los cuales las simples estadísticas no pueden capturar la verdadera transición de pobreza a la riqueza. El aplicar de forma general a los millares de productos y servicios producidos en una economía simple, las estadísticas se tienen que basar en unidades monetarias. El dinero es la medida común de las cantidades económicas no importa las diferencias presentadas en esos productos o servicios medidos. Por ello, las estadísticas serían las mismas si el crecimiento económico consiste en producir más y más de los mismos servicios y productos, como sería si el crecimiento económico consistiera—y así es—en cambios en todo el estilo de vida de las sociedades que drásticamente estén alterando los servicios y productos que se fabrican y consumen siguiendo uno de los principios básicos en economía, oferta y demanda.     

 

“Al inicio de las expansiones económicas hay grandes cambios en los consumos de la gente, en el trabajo que desarrollan, y en general en su forma de vivir. En el Oeste los cambios iniciales fueron patéticamente pequeños—la adicción de algunos vegetales y un poco de carne a su dieta, y el cambio de calzado de madera a calzado de piel—y los números generales podían dar una idea de lo que estaba sucediendo. Pero a medida que la expansión en occidente continuaba, las vidas de los seres humanos eran dramáticamente modificadas. Los primeros años dedicados al trabajo se tornaban en años dedicados a la escuela; la vida dedicada al trabajo en las granjas o en los feudos, se modificaba por una vida dedicada al comercio urbano, una fábrica, o una profesión.  

 

El hogar se cambiaba de una choza rural por una casa o apartamento en algún pueblo. Y no hay estadísticas que puedan medir el efecto radical de ese cambio de una economía rural a una economía urbana, o la revolución en las tendencias de vida como resultado de la introducción del ferrocarril en este siglo 19, y lo que ya desarrollaba Henry Ford, el automóvil. Tal vez sea cierto que los ricos se diferenciaban de los pobres solo por tener más dinero, pero en el caso de sociedades, las sociedades ricas se diferenciaron de las pobres no solo por tener un ingreso per cápita superior, sino en la creación de un estilo de vida totalmente diferente para sus miembros”.     

 

“Los números son indicadores imperfectos de los cambios en el bienestar material de los ciudadanos de un país. Pero el estilo de vida, por ejemplo, en EU en estos momentos es claramente preferible al de hace 200 años y la cantidad de ventajas obtenidas es tan impresionante como los indicadores numéricos no sugieren. En estos momentos muchos que eran pobres han escalado la escalera económica para ubicarse en la clase media”. 

 

“Es posible para las sociedades transitar de la pobreza a la riqueza sin producir gente serenamente satisfecha con ellos mismos; de hecho, es dudoso que gente auto satisfecha pueda transitar esa jornada porque se sienten cómodos en su pobreza y temen al cambio. Es aún posible que las inquietudes psicológicas de gente que goza de buena salud, como regla, sean más huraños y negativos que la gente que sufre hambre. Pero aun cuando una nación alcanza esos niveles de riqueza, debe estar preparada para lidiar con el desconcierto social que emerge con la extensión de las alternativas personales y la libertad de elegir. Ante tal fenómeno, el interés para conocer más a fondo cómo lo alcanzaron se ha multiplicado. Porque es en la naturaleza del cambio social el proporcionar a las sociedades juegos de problemas nuevos a cambio de los viejos, y es indiscutible que la gente siempre va a preferir los problemas de la riqueza que los de pobreza”. 

 

“La historia del tránsito de la pobreza a la riqueza ofrece suficientes misterios, sorpresas, revelaciones, triunfos y tragedias, que vale la pena el estarlos recordando y analizando. Un mejor entendimiento de cómo el crecimiento económico se llevó a cabo en el mundo occidental, debería ser una herramienta fundamental para quienes se preocupan por las políticas públicas, para el significado comparativo de las instituciones económicas de esta región, el futuro de las economías del mundo y, sobre todo, para aquellos que sienten alguna responsabilidad de entregar a futuras generaciones el mapa y el compás para lograr que sus condiciones continúen ese camino que mucho se ha perdido en voces de la demagogia e ideas equivocadas, el camino hacia la riqueza, prosperidad y justicia”. 

 

 



No comments:

Post a Comment

Coup d’etat Financiero mundial II México

Ricardo Valenzuela   El sistema es manejado y supervisado estrechamente por los carteles sindicados alrededor de los bancos centrales y pr...