Ricardo Valenzuela.
El mundo entero se estremece ante los terremotos financieros internacionales que ya afectan toda Asia, la vieja Unión Soviética, y muy particularmente Japón. Ante el entorno geopolítico en que nos encontramos prácticamente al final de este milenio, hay importantes lecciones que tenemos que aprender. El caso de Japón debe de ser una llamada de atención particularmente para países como México, que no han logrado encontrar su identidad económica, política y social, y todavía insisten en buscar la solución de todos sus problemas en ese ser amorfo; el Estado.
Después del colapso del comunismo estilo Unión Soviética, el modelo económico Japón SA---tercera vía---- se identificó por muchos como la única alternativa para competir con el capitalismo democrático y de mercado del mundo occidental. Sus admiradores americanos-----que fueron bautizados como “los revisionistas” -----a finales de los 80s y principios de los 90s, argumentaban que los EU no podría competir con esa forma tan especial de capitalismo dirigido por el Estado practicado por Japón. Ellos afirmaban; A menos de que Washington adopte el estilo japonés, abandone los mercados libres a favor de un “comercio internacional manipulado,” y la activa participación del Estado en la economía, los EU se convertirá en una colonia de Japón.
Hoy día, el veredicto es el siguiente: los revisionistas fatalmente se equivocaron tanto en sus afirmaciones de la amenaza llamada Japón, como en sus recomendaciones para que los EU cambiara sus políticas. Japón no domina económicamente el mundo hoy día; todo lo contrario, ha sufrido la década perdida con la crisis económica que lo abate ya por casi 8 años. El modelo Japón SA no ha eclipsado al capitalismo estilo occidental; pero además hay un consenso general en ambos lados del pacifico de que dicho modelo ha sido un fracaso. Países al norte y sur del pacifico se encuentran abrazando el modelo de capitalismo democrático, capitalismo de mercado ante la crisis económica mundial de la que culpan al capitalismo oligárquico de Japón. Al mismo tiempo, los EU se encuentran disfrutando un período récord de prosperidad porque precisamente ignoraron los consejos de los revisionistas.
Los problemas de Japón son ahora muy obvios. Para revivir su economía deberá de establecer un sistema en el cual el capital sea invertido, no de acuerdo con las relaciones personales establecidas entre las mafias de negocios o las políticas gubernamentales, pero en respuesta a las señales claras y entendidas de los mercados. Japón necesita abandonar los rasgos de su sistema que los revisionistas tanto admiraban y promovían.
El gran error de los revisionistas fue el creer que un pequeño grupo de burócratas podrían ser mas eficientes que los millones de ciudadanos tomando decisiones de que comprar o vender, y de esa forma disparar los valores de sus mercados tanto financieros como inmobiliarios. Solo unos años después, eso mismos burócratas fueron requeridos para reventar la burbuja.
¿QUE FUE LO QUE SUCEDIO?.
Hace diez años los EU se encontraban librando un agonizante debate acerca de sus relaciones con Japón. La mayoría de las industrias americanas----automóviles, electrónicos, semiconductores, acero-----estaban sucumbiendo ante la competencia japonesa. Los trofeos americanos representados por famosos activos que iban desde el Rockefeller Center, el famoso campo de golf Pebble Beach y muchos otros, estaban cayendo en manos de los japoneses. El “monstruoso” déficit de la balanza comercial a favor de Japón no sucumbía ni con la agresiva apreciación del Yen. Muchos pensaron que definitivamente los EU estaban perdiendo la batalla económica ante Japón.
A la cabeza del coro apocalíptico estaba un grupo de comentadores que el reportero Bob Neff bautizó como “los revisionistas.” Cuatro eminentes figuras destacaban del grupo: el científico político Chalmers Johnson cuyo libro de 1982 El MITI y el milagro Japonés, estableció las bases intelectuales para otros escritores; el ex-negociador de comercio internacional de la administración de Reagan Clyde Prestowitz, quien también publicó el libro; Cambiando de lugar: Como le estamos entregando nuestro futuro a los japoneses, y después fundó el Economic Strategy Institute para avanzar las ideas de los revisionistas; un reportero del US News and World Report James Fallows; y el periodista holandés Karel von Wolferen autor del libro El Enigma del Poder Japonés. Estos hombres influenciaron a muchos otros----incluido el escritor Michael Crichton cuya novela del tema Rising Sun, se convirtió en un best seller.
Los revisionistas afirmaban con gran asertividad, que, en contraste con el capitalismo de mercado abierto practicado en los EU, Japón practicaba una forma de capitalismo dirigido por el Estado. Bajo ese modelo, las fuertes relaciones establecidas entre empresarios, banqueros, altos ejecutivos y los políticos eran las responsables de moldear los resultados de la economía ya previstos y presupuestados. Estratégicamente invirtiendo el capital a través de un sistema bancario super controlado, argumentaban, Japón ahuyentará a los competidores extranjeros de los mercados, de esa forma logrará el dominio de la economía mundial.
Los revisionistas siempre mantuvieron también que, porque Japón nunca jugó de acuerdo con las reglas normales y tradicionales del capitalismo occidental, era inútil el utilizar las reglas básicas de negociaciones comerciales comunes para de esa forma lograr la apertura de sus mercados. Ellos siempre argumentaron había que negociar tratados de comercio internacional “administrados,” a base de “resultados controlables” como la única forma realista de reducir el desbalance entre Japón y los EU. Mas allá de eso, ellos siempre propusieron elementos de la política industrial estilo japonés como los medios mas adecuados para mejorar el comportamiento de la economía americana.
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