LA IGLESIA CATOLICA Y EL LIBERALISMO

Ricardo Valenzuela

Así es el Vaticano, el país más pequeño del mundo 

Hace más de 2000 años apareció sobre la faz de la tierra el primer libertario de la historia: Jesús de Nazaret. La iglesia y la tradición nos dicen que Jesucristo vino al mundo para lograr la redención y la salvación del hombre. Lo que omiten decirnos es que su cruzada fue para liberar al hombre de las cadenas impuestas por Reyes, déspotas y tiranos. La Biblia es la referencia más clara y explícita de la moralidad de los gobiernos. El libro de Samuel nos relata cómo el pueblo de Israel acudió a él exigiéndole un Rey, y Dios le describe el escenario que tendría ese pueblo con un Monarca: 

“Y el Señor le dice a Samuel; tu gente me ha rechazado y ya no reinaré sobre ellos. Les daré un nuevo Rey, pero él reclutará a sus hijos para hacerlos soldados de su caballería, otros montarán sus carruajes de guerra. Los hará Capitanes con autoridad sobre miles, pero para cuidar sus tierras, recoger sus cosechas y sobre todo, los hará instrumentos de guerra.”

“El también tomará a tus hijas para convertirlas en sus sirvientas. Les arrebatará sus campos, sus viñedos, sus animales, sus olivos para dárselos a sus amigos y sirvientes. Tomará además una tercera parte de sus cosechas y lo que produzcan sus viñedos para dárselo a sus oficiales. Reclutará a todos los jóvenes, dispondrá de sus animales, sus herramientas para que trabajen para él. Tomará una tercera parte de sus ovejas. Al final todos ustedes serán sus esclavos. Luego llegará el día en que llorarán ante la opresión del Rey, y el Señor no los escuchará.” 

Pero el pueblo de Israel ignoró el menaje de Samuel y decidieron escoger un Rey para que los juzgara, los representara, los protegiera y pelearan sus batallas. Nacía en esos momentos la autoridad incuestionable de los Reyes para oprimir a sus pueblos (nacía el PRI). La advertencia del Señor al pueblo de Israel se convirtió en dolorosa realidad para lo cual Jesucristo (Joshua) apareció sobre la faz de la tierra en medio de un mundo de opresión y esclavitud. Jesucristo fue el primer insurgente retando la autoridad de los tiranos. La obra y la vida de Jesucristo fue la piedra angular que edificó una de las religiones que más ha impactado a la humanidad. 

Sin embargo, la iglesia nacida de las enseñanzas de Jesús, pero no por él, pues el concilio de Nicea nacia la iglesia por idea del emperador Constantino. Así se establecía una sociedad con los Monarcas que dominaría el mundo durante 16 siglos. Los conceptos de libertad por los que Jesucristo murió fueron olvidados para establecer la tiranía de la iglesia, hasta que fuera cimbrada por la rebelión de Martín Lucero. El movimiento de Reforma incubaba las ideas de libertad económica y política que florecerían en las mentes de hombres como Adam Smith y John Locke. Estas ideas daban vida a dos eventos que cambiarían el destino de la humanidad: El nacimiento de los EU como potencia mundial, y la Revolución Industrial. El ingreso per cápita de países que abrazaran esas ideas y que había permanecido inerme durante mas de mil años; se dispararía durante el siglo XIX. 

Pero España las rechazaría con fiereza prohibiendo inclusive la lectura de “La Riqueza de las Naciones” bajo pena de comparecer ante la sagrada inquisición, y de esa forma daba vida a un nuevo estilo de gobierno que plantaba en sus viejas colonias; la sociedad cerrada; una sociedad no en busca de utilidades sino rentas: subsidios y privilegios de parte del gobierno. Al ser los regalos del gobierno más atractivos que las utilidades, la sociedad se organizó alrededor de los beneficios políticos y no la eficiencia económica. Ese ha sido nuestro esquema durante siglos y el cual se trató de modificar en los 90s provocando el fiero contraataque del viejo grupo de poder. 

Muchos siglos después se conocería la verdad cuando, en Egipto, se encontraron los evangelios perdidos de sus verdaderos apóstoles, Tomas, Judas, Maria Magdalena, que la iglesia habia logrado se ignoraran durante 1,500 años. Así emergia el verdadero Jesus y la Iglesia falsa que reinara casi 2,000 años. Se revelaría luego la serie de engaños que la iglesia habia elevado a milagros para engañar a la gente. La forma en que, con las armas de la culpa, el miedo, el engaño de un paraíso en otra vida. La expoliación que la iglesia habia llevado a través de los siglos para convertirla en la organización más rica de la historia. La primera organización verdaderamente global operando en todo el mundo. 

¿Tenemos esperanza los países católicos de América Latina? Tal vez; España había hecho un esfuerzo para abrazar el libertarismo encabezada por su Rey, pero siempre fracasado. America Latina ha tratado y siempre ha fracasado. Y ante la miseria que han creado sus lideres compasivos, ahora se han involucrado en el narcotráfico para edificar las regiones más peligrosas del mundo. El gran ejemplo de los Chicago Boys de Chile, lo han estado desmantelando y les falta poco para terminar su destrucción. Mexico trató y también fracasó, Venezuela se convirtió en propiedad de Fidel Castro. Y, para cerrar con broche de oro, tenemos un Papa marxista. 

Costa Rica es ahora el laboratorio de la libertad. Cuando entendamos la afirmación de Anatoly Sobhak ex alcalde de Leningrado: “Durante décadas en nuestro país tuvimos mentalidad de limosneros: el estado proveerá y decidirá todo por mi—pobremente quizá, pero igual para todos. Esta mentalidad de parásito nos arruinó. Para que una economía de mercado funcione requiere una mentalidad de empresa, iniciativa, responsabilidad, cada uno resolviendo sus problemas. Y Rusia, a pesar de ser blanco de los ataques de occidente, sigue viva y sin haberse entregado al Nuevo Orden Mundial. 

No me imagino quien pueda algún día surgir como la verdadera revelación de libertad. El gobierno no debe más que crear las condiciones en las que cada uno utilice su iniciativa; después vigilante protector de los derechos individuales, el resto es responsabilidad individual.” Entonces habremos encontrado esa riqueza interior a la que Jesus nos arengaba, esa chispa divina que nos ayude a la activación de los poderes similares a los de Jesus. Esa individualidad autónoma es la verdadera teología libertaria de Jesucristo que debemos activar y que luego debemos predicarla. 

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