Ricardo Valenzuela
En los años 90, después de leer uno de sus inspiradores libros, conocí a Paul Craig Roberts que en aquella época era un prestigiado economista y abanderado de Supply Side, habiendo sido colaborador cercano del presidente Reagan. Con el paso de los años se transformó, en mi opinión, en el más profundo representante de una nueva filosofía política que se distinguiría por la puntería de sus conclusiones, consecuencia de la profundidad de sus análisis y, sobre todo, una honestidad intelectual que nunca ha estado de venta para callarlo.
Y, en esta época de ataques de una potente fuerza que atenta subyugar y controlar el mundo mediante un diabólico plan, él es una de las poca voces con autoridad moral que ha surgido como protesta en contra de la avanzada de quienes pretenden cambiar el destino del país y, ante los efectos de sus armas silenciosas, la gente permanece en una ignorancia total del mundo en que vivimos.
El Dr. Roberts ha publicado una serie de artículos que de forma brillante exhibe lo que verdaderamente sucede, los ataques acompañados de chantajes y extorciones de una capa de la sociedad protegida por el establishment en su nueva modalidad y, sobre todo, lo que nos espera ante la posibilidad de un panorama de esta naturaleza.
El no denuncia el calentamiento global, la guerra nuclear, o alguna otra plaga orquestada o real. Se refiere a la confianza de los pueblos del mundo. Porque, de todos los pueblos, los blancos del mundo occidental tienen la perspectiva más pobre. Y es que los pueblos blancos han perdido su confianza tras décadas de adoctrinamiento contra ellos mismos por parte de intelectuales blancos y marxistas culturales judíos. Hoy día, los gobiernos de EU, Canadá, Reino Unido y Europa occidental dan preferencia a las personas de color, incluidos los inmigrantes ilegales, sobre los blancos nativos que enfrentan su reemplazo y discriminación en sus propios países. En la década de 1970, Jean Raspail denunciaba ese colapso de la confianza de los blancos en su novela, El campamento de los santos. Describe lo que sucede con una puntería que la novela está prohibida en la discusión pública, y la demonización de Raspail está en marcha.
En los Estados Unidos, la Ley de Derechos Civiles de 1964 fue aprobada para dar cumplimiento legal a la 14ª Enmienda de la Constitución, que garantiza la protección igualitaria de las leyes. El lenguaje de la legislación prohíbe específicamente favorecer o inhibir a cualquier raza o género con cuotas. Sin embargo, la ley fue violada por la autoridad reguladora y se impuso un sistema de privilegios raciales para los negros y minorías en las universidades, los empleadores y la población. Se dio preferencia a los negros menos calificados sobre los blancos más calificados en las admisiones universitarias, empleos y promociones. Los congelamientos establecidos se utilizan contra las admisiones, empleo y promoción de blancos hasta que se logre el equilibrio racial.
Ha habido muchas consecuencias adversas, como una disminución en los estándares educativos, disminución en el desempeño laboral y autoridad del supervisor sobre empleados negros, ya que cualquier problema disciplinario puede convertirse en un problema de racismo. Despedir a un negro simplemente retrasa los esfuerzos de la empresa por lograr el equilibrio racial y es probable que cause problemas al supervisor. Pero la principal consecuencia adversa ha sido el convencer a los negros de que tienen derecho porque sufrieron racismo.
El hecho que los blancos les establezcan esos derechos se entiende como la admisión de parte de los blancos que los negros sufrieron abusos en el pasado. En otras palabras, los blancos han admitido oficialmente su culpa y, están restituyendo, convirtiéndose en ciudadanos de segunda clase. En consecuencia, las demandas de restitución están aumentando. Hay demandas de que los votos negros se cuenten dos veces para compensar la esclavitud que terminó hace 156 años. La cultura blanca, no sólo sus estatuas, murales, música y arte, sino la misma historia blanca, debe ser derribada y destruida. Los museos están cerrados. La teoría crítica de la raza se utiliza con los escolares para lavarles el cerebro contra ellos mismos y reducirlos a una oposición ineficaz a su degradación a ciudadanos de segunda clase
El adoctrinamiento ha tenido tanto éxito que las turbas de Antifa y Black Lives Matter están llenas de etnias blancas y de estudiantes blancos y, a pesar de las protestas de los padres, se les enseña rutinariamente que son racistas sistémicos. Los empleados blancos de las corporaciones, del gobierno de los Estados Unidos, incluido el ejército, y las universidades, deben asistir a un entrenamiento de sensibilidad racial en el que se deja claro que responsabilizar a una persona negra es racista. Al enfatizar constantemente las muertes de negros a manos de la policía y nunca informar sobre el mayor número de blancos que también mueren a manos de la policía, los medios de comunicación crearon intencionalmente entre los negros la impresión de que la policía mata a los negros solo por motivos raciales.
Estos sentimientos se exageraron a un nivel que un video que reflejaba el sesgo de la perspectiva de la cámara, lo que hacía que pareciera que el oficial de policía Chauvin tenía una rodilla en el cuello de George Floyd mientras Floyd se quejaba de que no podía respirar, era todo lo que se necesitaba para condenar injustamente a un inocente. Este video se mostró repetidamente durante semanas a nivel nacional y contaminó todos los grupos de jurados. Chauvin fue a juicio ya condenado. La verdadera evidencia: que Chauvin se quejó que, antes de dificultad para respirar y de cualquier restricción, Floyd tenía tres veces la dosis letal de fentanilo en la sangre.
Que el fentanilo mata al dejar de respirar, y que los videos policiales de cerca mostraban que la rodilla de Chauvin estaba en el omóplato de Floyd, no en su cuello, no jugó ningún papel en el veredicto del jurado. De hecho, como no se había mostrado al mundo repetidamente el video policial durante las semanas previas al juicio, nadie habría aceptado un veredicto de inocencia, que es lo que exigían las pruebas reales. El establecimiento estadounidense se sintió aliviado de que un hombre inocente fuera condenado, porque ellos creen que la condena de Chauvin convencerá a los negros de que el sistema de justicia no es racista y las turbas dejarán de quemar y saquear los distritos comerciales de las ciudades gobernadas por los demócratas.
Los negros han aprendido que no tienen que rendir cuentas por sus delitos y que la policía es racista. La violencia funciona para los negros, pero no para la policía. La policía se dio cuenta que había mucho más apoyo público al criminal negro Floyd que al oficial de policía blanco Chauvin. Y esto ha provocado una situación de un peligro inminente de bandas de barbajanes con licencia para saquear, destruir, asesinar sin consecuencias. Todo esto especialmente promovido con la figura de famosos deportistas, dueños de los equipos, actores. Y la policía arrinconada ante sus linchamientos.
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