Ricardo Valenzuela
Siempre he sido un apasionado de la
historia, pero la historia real no la que narran los triunfadores como un arma
para moldear la mente de las sociedades y dirigirlas a cierto objetivo. En la
historia de EU encontré una nueva forma para abrir una ventana diferente a la
única a través de la cual miraba el mundo, y fue como encontré dos personajes a
quienes he llegado a profesarles gran admiración. Dos hombres que dejaron una profunda
huella en la configuración de este país. Uno fue Andrew Jackson presidente en 1829-1837
y quien dejara un legado conocido como la “Democracia Jacksoniana”. El otro
dejó una historia que siempre me ha atraído, especialmente la historia económica
de la presidencia de John F. Kennedy cuando ha recibido ataques tanto de
republicanos como demócratas.
El 4 de Junio de 1963, JFK firmaba la orden ejecutiva 11110 con la cual despojaba al Rothschild Bank del poder usurpado de avalar a la Tesorería del gobierno de EU para emitir dinero, utilizando un esquema para, como truco de magia fingiendo una garantía inexistente, le carga intereses. El presidente declaraba que, al Banco de los Rothschild, el FED, ya no se le permitiría ser parte de este grotesco esquema. Con esa orden le regresaba al gobierno de EU, vía la Tesorería, el poder constitucional para crear y emitir notas (dólares) sin la obligación de tener que ir a través del FED y pagar esos intereses al EP que representan trillones de dólares anuales.