LA HERENCIA DE ALEMANIA

Ricardo Valenzuela

 

Durante los últimos 200 años el mundo ha enfrentado eventos históricos que han sido básicos para las transformaciones sociales, económicas y políticas que han sufrido los paises, para llegar a lo que ahora estamos lidiando, gobiernos omnipotentes. Han sido muchos los eventos, los actores, los paises que han acudido a la formación de lo que se ha convertido en el gran peligro para la humanidad. Los gobiernos gigantescos depredadores que cada día controlan más las vidas de los ciudadanos

Uno de esos factores ha sido ese pais que muchos temen y otros admiran profundamente. Y al abordar el tema de Alemania no podemos dejar por fuera su Nazismo que, lejos de lo que muchos piensan es historia, aseguro es todavía un presente que opera bien camuflado. El punto esencial del Nazismo era la conquista de su Lebensraund para los alemanes. Un territorio tan grande y rico en recursos naturales que les permitiría vivir en una autosuficiencia con el más alto nivel de vida. Algo que solo se podría lograr estableciendo la hegemonía alemana

 

Al arribar al siglo 20 sobresalían dos tendencias ideológicas. La primera era una fuerza hacia la libertad, los derechos del ser humano y su autodeterminación. Este individualismo provocaría la caída de los gobiernos autocráticos y establecer su democracia, la evolución del capitalismo, avances tecnológicos y la gran mejora de las condiciones de vida. El renacimiento sustituía las viejas supersticiones, métodos científicos de investigación sustituían los prejuicios invertebrados. Una época de grandes logros artísticos y literarios, de música inmortal, pintores, poetas, filósofos. Destruyó la esclavitud, la servidumbre, y remanentes de edad media.

 

La segunda fue cuando el individualismo provocara una tendencia muy diferente, una fuerza hacia la formación del gobierno omnipotente. La gente había decidido entregar grandes poderes al gobierno. Surgia un aparato social de coerción y compulsión apuntando hacia el totalitarismo, una entrega total de todos los asuntos de los seres humanos para ser manejados por los gobiernos. Y, con su nueva programación, con cada paso apuntando hacia más intervención del gobierno se ha considerado como un avance hacia un mundo mejor.

 

Ello haría surgir en Alemania lo que originalmente se conocería como el pan alemán, la necesidad de asentar ese pais en un gran territorio con ricos recursos naturales. Y los nacionalistas alemanes al final del siglo 19 hicieran un gran descubrimiento. Descubrían que su nación era la más poderosa de Europa. Los alemanes eran la población más grande de Europa, excepto Rusia, tenían dentro de sus fronteras más habitantes que la suma de varios paises. Fuera de sus fronteras había millones de alemanes residiendo en otros paises que se deberían unir al nuevo proyecto. Rusia no se consideraría porque no era un pais homogéneo, sino un conglomerado de muchas nacionalidades.

 

La población de Alemania crecía mucho más rápido que el resto de las naciones de Europa. Los alemanes eran jóvenes y vigorosos mientras que los habitantes de Europa occidental eran viejos y degenerados. Los alemanes eran diligentes, virtuosos y muy valientes. Los franceses estaban moralmente corruptos, el pasatiempo de Inglaterra era vigilar las ganancias. Los italianos eran débiles, los españoles eran flojos, y los rusos unos barbaros salvajes. Los alemanes eran mejores guerreros. Los franceses siempre huían del campo de batalla. Inglaterra comandaba los mares, pero la retarían en los océanos pues tenían genios navales.

 

Por lo tanto, estaba muy claro que Alemania era la nación predestinada para hegemonía. Dios, el destino, y la historia habían elegido a Alemania cuando la dotaran con tantas cualidades. Pero, esta nación tan bendecida no habia descubierto lo que era correcto y lo que demandaba su deber. Pero no todo era color de rosa, la Reforma habia cercenado el pais en dos partes hostiles. Pero también tenían a los Hohenzollern para revivirles el verdadero espíritu teutónico. Habían liberado a su gente de las cadenas de la iglesia de Roma. Marcharían para establecer su Imperium Mundi.

 

Casi a mediados del siglo 20, los oligarcas alemanes y americanos llevarían un hombre especial al liderazgo de Alemania, Adolfo Hitler, a quien ellos le provocarían la segunda guerra mundial. Pero el protegido resultó mejor equipado que sus protectores y, cuando estaba a punto de ganar la guerra y ya no obedecía sus ordenas, decidían que la perdiera. Sin embargo, habían visto cómo, primero rescataba el pais de los escombros de la primera guerra, segundo, cómo había provocado el boom de la economía para armarse. Conocían el plan para su Nuevo Orden Mundial y, sobre todo, las increíbles armas que estaba produciendo.

 

Santayana lo describía como un genio movido por egotismo. No hay que confundirlo con el egoísmo natural de Ayn Rand. El egotismo presupone que la fuente de mi propio ser y el poder reside en mí mismo, que la voluntad y la lógica son por derecho omnipotentes y que nada debería controlar la mente o la conciencia excepto la mente o la conciencia misma. Pero egotismo, si aceptamos el concepto de Santayana, es el punto de partida de la filosofía del utilitarismo de Adam Smith, Ricardo, Bentham y entramos en un campo muy interesante.

 

Después de que los nazis tomaran el poder, las industrias fueron privatizadas en masa. Se privatizaron varios bancos, astilleros, líneas ferroviarias, líneas navieras, organizaciones de bienestar y más. El gobierno nazi adoptó la postura de que las empresas debían estar en manos privadas siempre que fuera posible. La propiedad estatal debía evitarse a menos que fuera absolutamente necesaria e incluso en esos casos "el Reich insistía en la inclusión en el contrato de una cláusula de opción según la cual la empresa privada que operaba la planta tenía derecho a comprarla".

 

La política económica del nazismo manteniendo los medios de producción en manos privadas, estableciendo impuestos bajos, a cargo de su ministro de economía Hjalmar Schacht, me parece mejor que Bidenomics y menos socialista economías de todos los paises de Europa. Hitler, es el hombre más demonizado de la historia. Cualquier persona que encuentre algo bueno en Hitler o en Alemania es demonizada instantáneamente. La persona se convierte en un paria independientemente de los hechos.

 

En estos momentos toda Europa, EU, Canada mantienen una estructura económica al estilo del socialismo nazi.