AUN NO HE EMPEZADO A PELEAR

Ricardo Valenzuela

 

Finalmente, a la distancia se dibujan esas playas de bendición que han esperado el arribo de un ideal. Han pasado cuatro años de errores, abusos, de un caos pocas veces atestiguado. Cuatro años de una administración pública inepta y espuria en el pais que han tratado de destruir y, en buena parte, la tarea ha sido exitosa. Y, con el nuevo y potente surgimiento de Trump, han sido ya invadidos de una mezcla de rabia, frustración y horror de lo que les pudiera esperar.

Ante ese panorama, la Ministra de Relaciones Exteriores rusa, Maria Zakharova, advertía del peligro ante la posibilidad que Trump fuera asesinado pues, ahora más que nunca, se ha convertido en la gran amenaza de los piratas globalistas que no solo quieren, también tienen todos los medios para hacerlo con impunidad. Y acompañaba su afirmación acudiendo a la historia de presidentes de EU asesinados impunemente. Esa advertencia se conjuga bien con la hiciera Bill Bennett en 2016 apoyada de información muy preocupante.

 

En el inter, el circo político de EU ha entrado en ese irracional estado de pánico desbordado ante lo que temen pudiera suceder, una segunda administración de Trump con machete afilado. Sin embargo, electo o no, Trump ya ha prestado un gran servicio a su pais y al mundo. Trump ha sido quien, con sus temerarias acciones, ha destapado esa pestilente fosa séptica en lo que se ha convertido el gobierno de EU que, inclusive, hasta los que presumimos de muy enterados, su magnitud nos ha dejado sorprendidos.

 

Trump nos ha mostrado que ya los votos ya no valen pues ahora el único elector es el infinito dinero de los oligarcas globales. Nos ha mostrado el nivel infame de corrupción en instituciones como el FBI, la CIA, Departamento de Justicia con todos sus jueces plantados por Obama y Soros, la Tesorería. Pero también la increíble corrupción individual de políticos como Obama, los Clinton, Biden, los Bush, Pelosi. Y, sobre todo, la de los dos partidos políticos que tocan en la misma sinfónica las mismas notas. La diabólica sociedad que le ha dado vida al Complexo Militar Industrial cuya única ideología es el dinero, no importan los millones de muertos en las guerras.

 

Nos ha mostrado que los mercados libres ya no existen, pues, al igual que en ese infierno llamado Hollywood, todo es falso, todo ha sido manipulado hacia el destino que ellos eligen, como también la operación de Wall Street que la han convertido en un salón de espejos y fantasía donde se fabrican ganancias falsas. Nos ha mostrado una nueva cara del saqueo de EU que lleva a cabo el FED en sociedad con la Tesorería que, entre muchos objetivos, tiene el de la destrucción del dólar para luego regresarlo a la vida en un pedazo de papel sin valor. Con esa operación fraudulenta, cubre montos similares para sus acólitos como FMI, Banco Mundial, ONU, OTAN, la Union Europea y participen en el saqueo.

 

En pocas palabras, han convertido al mundo en Alicia en el pais de las Maravillas en donde ya nada es verdad todo es mentira. Han ya logrado manipular y aprisionar una gran parte del mundo al que han convencido con sus ideas diabólicas. Pero debemos entender, los que dan la cara, como Obama y Soros, son solo peones de un gran ajedrez controlado por los dementes que, como Luzbel, arbitrariamente han decidido retar todas las reglas para modificar valores, cultura, ideas, conceptos de moralidad, justicia, al mismo tiempo que seducen y aseguran su control.

 

Han destruido la sagrada tabla de valores y ya no sabemos lo que es bueno o malo, todo es relativo. Y después de atestiguar lo que esos demonios han avanzado, nos deberíamos dar cuenta el mundo ya va hacia su condena. Así emerge ya una sociedad que se avergüenza de su historia, que odia a quienes construyeran esta nación. El pais que, como afirmara Adams, tendría una constitución solo a la medida de los hombres morales. El nuevo pais que ofreciera libertad y oportunidad para los que nunca las habían tenido, está muriendo.

 

Y debemos entender que estas acciones diabólica no son inspiradas por su amor al prójimo, tampoco porque inocentemente se han equivocado. Ellos no tienen amor por nadie y, sobre todo, saben bien lo que hacen y por qué lo hacen. Ellos solo aman el poder y usan el dinero, que ellos monopólicamente fabrican, para lograrlo. Están muy conscientes de su maldad que para ellos es virtud, por eso nunca dan marcha atrás. Ellos saben bien que Eugenics es una afrenta al concepto que pudieran tener de alguna fuerza superior, pero, están totalmente convencidos que cierta gente no debe vivir. Y ellos tienen el remedio que ya están aplicando.

 

Todo esto es lo que ha sacado a la luz Trump. Y con su llamado, ha demostrado que la otra mitad del pais no quiere la esclavitud por más que se la disfracen. Esos son sus soldados y cuenta con ellos. No cuenta con billonarios de Silicon Valley, tampoco los de Wall Street, ni los de Hollywood, el Bilderberg, tampoco con la Iglesia Católica ya penetrada, ni con los partidos tanto demócrata como republicano. Sin motivos es odiado porque muchos ignoran la realidad. Y es más odiado por los que la conocen y quieren esa realidad permanezca y evolucione.

 

Porque se rebeló ante los oligarcas, su injusticia, su inmoralidad, la explotación. Por agresión a los derechos individuales llegando a desconocer atribuciones de la naturaleza y la moral. Alguien que exigiera a las autoridades solo hacer lo que expresamente les fuera facultado por las leyes, en tanto que los particulares son libres de ejecutar todo lo que las leyes no les prohíbe, en algo que él llama desiderátum de la libertad y el interés particular del individuo.  

 

Pero, en estos momentos, aquel país otora libertario camina hacia su desaparición, y en su lugar se construye una gran prisión ante la ignorancia de algunos y la complicidad de otros. Y quien no se haya dado cuenta, le llegará el momento para tomar decisiones incomodas. Porque el que abordara el tren equivocado, nada resolverá corriendo entre pasajeros hacia la dirección opuesta. Trump camina ante la metralla de sus enemigos y, como John Paul Jones, combatiendo en la guerra de independencia con su buque a punto del naufragio, ante la solicitud de los ingleses y se rindiera, el respondía gritando; “aún no he comenzado a pelear.”