UCRANIA Y LA REALIDAD

 Ricardo Valenzuela

Michael Hudson habla de las sanciones explicando que en realidad recaen y perjudican a Alemania y sirven a los intereses de los tres grupos de interés que gobiernan en Washington. Gropos que forman el Estado Profundo. El petróleo, gas y minería, los bancos, el complexo militar-industrial. Y ellos son quienes establecen la política internacional del país.

En estos momentos es muy claro que las sanciones sirven mucho más a los intereses de Washington, que en alguna forma perjudicar a Rusia. Para Rusia el principal lastre de las sanciones es el insulto promovido por la media.

Rusia está en condiciones de establecer sanciones paralizantes contra Estados Unidos y Europa, pero hasta ahora no lo ha hecho. Los rusos parecen decididos a prevalecer con la menor fuerza posible. El Kremlin no ha paralizado a Alemania cortando el gas. Los rusos no han nacionalizado activos estadounidenses y europeos. Los rusos no han interrumpido las cadenas de suministro globales al negarse a vender minerales. Los rusos no han detenido la exportación de trigo. Los rusos no han emitido órdenes de arresto internacional para criminales de guerra estadounidenses y europeos por sus crímenes contra la humanidad en Serbia, Afganistán, Pakistán, Irak, Libia, Siria y por sus diversos asesinatos.

 

En el frente militar, las fuerzas ucranianas están esencialmente rodeadas y son incapaces de contraatacar o resistir de manera efectiva, excepto algunas milicias nazis que han escondido sus armas pesadas entre las concentraciones de civiles. Según las reglas actuales del Kremlin, las fuerzas rusas tienen prohibido disparar armas pesadas en áreas civiles. Los rusos, por supuesto, no reciben crédito por esto. Las prostitutas de la prensa occidentales continúan repitiendo sus noticias falsas sobre ataques rusos indiscriminados contra civiles.

 

Todo esto demuestra la estupidez de los occidentales que creen que Rusia desperdiciaría recursos militares en objetivos no militares. Como dijo Putin, Occidente “es el gran imperio de las mentiras”. Pronto estaremos leyendo en el New York Times y escuchando en NPR y CNN que las tropas rusas están sacando a los bebés prematuros de las incubadoras y a los niños con bayonetas. Ya tienen muy afilada su fábrica de mentiras con todas las que le inventaron a Trump desde ser agente ruso, hasta los que inventaron para tratar de retirarlo de la presidencia.

 

Occidente grita y grita amenazas y acusaciones porque no puede hacer otra cosa. Los imbéciles occidentales amenazan con enviar a los yihadistas de ISIS a Ucrania para luchar contra los rusos, con enviar a veteranos estadounidenses como voluntarios, con formar una fuerza mercenaria en Polonia. Al mismo tiempo escuchamos que Ucrania ha detenido el avance ruso y está ganando. Ahora, lo que nadie entiende cuando mencionamos occidente, es que hablamos de un occidente controlado por esas diabólicas elites globales. E, inclusive, cuando acudimos a la palabra, Estados Unidos, también estamos hablando y nos referimos a esas mismas elites globales que ya lo controlan.

 

Entonces, ¿para qué se necesitan todas las fuerzas exteriores fantasiosas?

El canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, llama a la ONU a “desarmar a Rusia”, una pendejada inimaginable. Uno se pregunta cómo Kuleba es ministro de Relaciones Exteriores cuando el gobierno de Ucrania no controla Ucrania. El ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, declara una “guerra económica y financiera total contra Rusia”, y el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitry Medvedev, le dice que “tenga cuidado con sus palabras” o terminará en una guerra real. La idiota presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leen, anunció que la UE enviará aviones de combate a Ucrania a través de Polonia, y el presidente de Polonia, Andrej Duda, la contradijo de inmediato: "No enviaremos ningún avión hacia Ucrania porque eso abriría una brecha militar". Eso sería injerencia en el conflicto ucraniano. No nos vamos a sumar a ese conflicto porque no es nuestro. La OTAN no es parte de ese conflicto”.

 

Putin ha advertido a los países de la OTAN sobre el suministro de armas. Cualquier envío de armas de este tipo sería destruido en tránsito. Rusia controla el espacio aéreo ucraniano. Las fuerzas ucranianas están rodeadas. ¿Cómo son los brazos para alcanzarlos? ¿Por qué el Occidente idiota intenta prolongar una guerra perdida? ¿Por qué la Casa Blanca no le ha dicho a Zelensky que se rinda y negocie el mejor trato que pueda conseguir con Rusia?

 

En ninguna parte de la fanfarronería impotente de Occidente se habla de establecer a Ucrania en la OTAN. En cambio, se habla de poner a Ucrania en la UE. La UE es una alianza económica, no militar, y no está claro qué significa para un gobierno en el exilio ser miembro. El futuro de Ucrania depende de que Rusia se retire después de lograr sus objetivos.

 

Durante años hemos señalado que la paciencia de Rusia con Occidente no iba a durar para siempre y, a menos que Occidente dejara de presionar, Rusia retrocederá. Hemos dicho que cuanto más esperara Rusia, con más fuerza tendría que reaccionar y presionar. Afirmamos que, considerando la absoluta estupidez de todo el mundo occidental, la situación se volvería peligrosa. Con Rusia y Estados Unidos en alerta nuclear, la situación ya es peligrosa. Si los títeres estadounidenses en Europa que gobiernan sus países en interés de Washington ignoran la advertencia de Putin de no interferir en la operación de limpieza de la casa ucraniana, podrían encontrarse bajo ataque, y entonces la OTAN, impotente, tendría que aguantar o callarse. Miren ahora cómo la estupidez total de Occidente, "el imperio de las mentiras", los ha llevado a este punto y ante algo que se puede convertirse en algo todavía más grave.