La recién iniciada guerra en el medio oriente continua y, al ir avanzando, nos ha mostrado elementos para realmente entender lo que sucede y, sobre todo, evaluar la posibilidad de que se convierta en un conflicto de más graves proporciones cuando ya Irán amenaza con subir al ring. Mientras tanto, el ocupante de la Casa Blanca no sabe ni quien capó al apache y, para los analistas profundos, esta guerra es invitación a EU para que participe. Pero, lo que ya está muy claro, es que el ataque a Israel fue un Pearl Harbor con toda la intención de estallar un conflicto de gran magnitud.
Así como siempre se ha pensado, con ciertas evidencias, que Pearl Harbor fue un evento planeado y con la venia de Roosevelt, quien era el presidente, para tener un “verdadero” motivo y la gente no solo aceptara, sino que pidiera la participación de EU en la segunda guerra mundial, lo mismo se piensa de este ataque a Israel que, poseyendo la mejor inteligencia del mundo, es increíble que lo hayan sorprendido como un pais tercermundista y así los terroristas tuvieran barra libre, inclusive, no solo para penetrar sin oposición, sino que se les abriera el espacio para penetrar hasta el lugar donde se efectuaba el festival de música y allí asesinaran casi 300 jóvenes.
En este tipo de conflictos, los motivos, las intenciones y los resultado no los vamos a encontrar en los campos de batalla, se encuentran en el comportamiento de los mercados de valores, el de monedas, de los commodities, de los sistemas financieros de los paises y, sobre todo, en las conductas de la economía mundial. El que los oligarcas hayan liberado la pandemia para, teniendo a la gente histérica, poder robarse la elección, nos muestran sus credenciales. Y ¡Cuidado! ahora inician una guerra para provocar histeria mundial y mantener a la gente con el ojo muy lejos de la pelota, es que viene algo verdaderamente dramático puesto que; “a rio revuelto ganancia de pescadores” y, sobre todo; “nunca hay que desperdiciar una buena crisis”.
La situación mundial en estos momentos siento tiene parecido con aquel fatal año de 1976 en Mexico, cuando, después de la devaluación, Echeverria procedía a destruir el Valle del Yaqui y la economía se derrumbaba junto al valor del peso. Fue cuando Echeverria, una madrugada de diciembre 1976, solicitara la presencia en los pinos de Ruben Aguilar, presidente de los banqueros, al director del Banco de Mexico, Ernesto Fernandez Hurtado, y al secretario de defensa, Marcelino Garcia Barragán. Procedía a informales de su decisión para expropiar la banca, establecer control de cambios y, para ejecutar sus medidas, cerrar los bancos por dos semanas. La sabiduria de Ruben Aguilar prevaleció sobre la soberbia y pudo convencer al presidente de la gravedad de sus intenciones.
Es decir, ya entrado en gastos, decidía el fortalecimiento y expansión de las herramientas que estaban matando al pais sin darse cuenta de que, de esa forma, continuaría el sangrado de la economía que ya era muy grave. La diferencia es que, Echeverria era tan inepto y de cerebro tan miniatura, que él no provocaría el incendio para aplicar el “rio revuelto ganancia de pescadores”. El estaba destruyendo el pais por su ineptitud, su soberbia, los sueños de un psicópata embriagado de poder y sin ningún freno.
Pero, los oligarcas globales, ahora soplando al incendio del medio oriente, siguen sacando conejos de sus sombreros y asegurar nada detenga la fase final de su Agenda 2030. En medio de estas balaceras, la gente se ha dado cuenta de la forma que siguen atacando a Trump con el único objetivo de mantenerlo lejos de la presidencia. Y, desesperados, es muy probable que lo envíen a prisión, e, inclusive, como lo afirmara Bill Bennett, lo lleguen a asesinar. Lo que está en juego es el futuro de la humanidad y, para ellos, ante la suculencia del premio, la vida de Trump no tiene valor alguno. Asesinaron a John Kennedy, a su hermano Robert, al Gral. Patton, James Forrestal y muchos más a todos porque se habían convertido en amenazas para su proyecto global.
Desde que Joseph McCarthy iniciara sus agresivas denuncias acerca de la infiltración marxista en el gobierno de EU y en Hollywood, después que dos economistas marxistas, Keynes de Inglaterra, White de EU, prepararan la estructura de los acuerdos de Bretton Woods para esclavizar al mundo, ambos muy cercanos al presidente Roosevelt, el segundo socialista en la Casa Blanca. Se ignorarían las denuncias de McCarthy aun presentando listas mostrando una extensa red de espías que alcanzaba hasta las grandes alturas de la Casa Blanca, y solo muchos años después se darían cuenta era su nueva realidad.
Ante la gravedad de lo que McCarthy presentaba, se iniciaría un feroz ataque especialmente diseñado para destruirlo. Les tomaría poco tiempo el lograr que su esposa lo divorciara, destruyeran su carácter tachándolo de homosexual (algo pecaminoso en aquella era, hoy día lo aplaudirían), perdiera su fortuna, fuera destituido por el senado y falleciera de alcoholismo.
Los avances de los oligarcas globales siempre han estado ligados a la guerra. Se remontan hasta la famosa batalla de Waterloo en donde fuera derrotado Napoleón. El patriarca de los Rothschild, mediante un grupo de jinetes estilo el viejo Wells Fargo, en su oficina de Alemania se mantenía enterado de los avances del encuentro. Con esa información pudo manipular las bolsas de valores de Europa y ganar millones. Ya le había entregado a Wellington una gran cantidad de oro para esa guerra. Apostarían luego en la guerra civil además de financiarla. Ya habían hecho otras inversiones interesantes como financiar a Marx para que terminara su Manifiesto Comunista.
Y la estrella de sus inversiones sería para impulsar, primero, el establecimiento de Hitler como Chancelor, y segundo, consolidacion del régimen nazi que Hitler pretendiera establecer. Entonces, jamás se perderían la fiesta Israel/Hamas.
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