Ricardo Valenzuela
La guerra que ya se ha arreciado entre Israel y quien sabe cuántos más, amenaza en convertirse el algo tan diabólico que a todos nos debería llevar a una profunda reflexión que, al ver esa realidad con la claridad requerida, nos motive a ejecutar algunas acciones que han estado ausentes de la sociedad civil. A mí me ha provocado una serie de sentimientos cuando pienso que, hace solo unos días, dos de mis nietos miembros del equipo de basquetbol de la Universidad de Arizona, estaban en el centro de esas hostilidades.
Esa reflexión me ha llevado a ver con una claridad especial, el gran peligro que está ya cubriendo al mundo en que habitamos. Pero, con la misma claridad me indica todo esto es parte de las demoniacas actividades que están llevando a cabo los oligarcas globales, que también involucra los conflictos de Rusia/Ucrania, por supuesto esta guerra recién explotada, la masiva invasión de inmigrantes ilegales a EU que, solo este año, han contabilizado unos 6 millones. El conflicto recién explotado en Israel es parte de su plan para la desestabilización del medio oriente y, como la famosa frase de los demócratas; “nunca hay que desperdiciar una buena crisis”.
Estamos hablando del reseteo de toda la humanidad. Reseteo económico global es un término que cada vez ha sido más utilizada y popular para las elites mundiales del medio bancario y del control de los mercados. Y, por primera vez fue pronunciado en el 2014 por la directora del FMI, Cristine Lagarde. Se acude a ese término en la misma línea que se cita el nuevo carácter multilateral, el Orden Mundial Multipolar, o, el Nuevo Orden Mundial, un término al que se le cuelga la estafeta de inventor al fuhrer Adolfo Hitler, cuando definía su intención de conquistar todo el mundo.
Este reseteo ha estado avanzando como una
solución a la crisis económica que estamos viviendo la que, con premeditación,
alevosía y ventaja, la provocaron y han tomado al pie de la letra la estrategia
que han seguido durante mucho tiempo contenida en “a rio revuelto, ganancia de
pescadores”. El desastre financiero que intencionalmente provocaron no ha
desaparecido y está a punto de morderles la mano. Y, el infierno que ahora
vivimos y debemos enfrentar, es solo la fase terminal de lo sembrado aquel 2008.
Pero, después de una década con la imprenta de dolares trabajando 24 horas, han
creado una impagable deuda y ellos lo saben. Esa burbuja atómica y en
esteroides ya no se puede manejar pues ha llegado a niveles de tragedia, y para
el mundo no habrá la protección de algún chapter 11 de quiebra y suspensión de
pagos.
Y el FED, como el gran saboteador, ya se
prepara para llevar a cabo un harakiri y destruirse a sí mismo como el
instrumento y estrategia para estallar la economía de EU, y de esa forma
iniciar ya agresivamente el establecimiento del nuevo sistema mundial
centralizado y unificado. Esto fue lo que engendrara el término “reseteo
global”. Ya, desde el 2015, afirmaban que en esta temeraria acción no se fijaba
el objetivo de resolver y detener el colapso económico ya en curso. Todo lo
contrario. Este colapso será el instrumento para crear esa nueva estructura
global. Y, como siempre sucede, los desastres económicos creados siempre
benefician a los oligarcas.
Nosotros, como aquel grito de aquí viene el
lobo, durante mucho tiempo hemos delatado el plan globalista ya avanzando con
el objetivo de establecer su Nuevo Orden Mundial, con un sistema económico
mundial único y, por supuesto, su gobierno único global. Lo vimos con claridad
con las soluciones ejecutadas durante la pandemia y, lo más increíble, simplemente
consultando el web de la ONU en donde lo exponen en su Agenda 2030. Acciones
totalmente acordes a solicitud de la Fundacion Gates y del Foro Económico
Mundial, dados a conocer varios meses antes que iniciara la pandemia con su
histeria. Algo que yo he bautizado como socialismo aristocrático.
Los eventos que ahora afectan a Israel,
claramente nos muestran que los arquitectos del reseteo han decidido la guerra
para apresurar que se tomen decisiones neurálgicas como: acelerar la creación
de la autoridad económica mundial controlada por ellos, aprovechar la gran
crisis en puerta y ellos puedan ya practicar el nuevo manejo dictatorial de la
economía y la política. Todos los acontecimientos que estamos viviendo: guerra
Rusia/Ucrania, guerra de Israel, coinciden con los planes del FMI y el Foro
Económico Mundial que, ya a niveles de histeria, violentamente exigen se les
aprueben. Y, con esas estrategias destructivas a nivel mundial de los
oligarcas, la economía global cada día avanza hacia su colapso.
La estrategia de las elites es bien conocida, primero
quieren provocar un pánico permanente en las poblaciones con sus espantapájaros
como pobreza, escasez, etcétera y mantienen latente la amenaza de la pandemia.
Luego estarán llegando sus sabias soluciones utilizando la tiranía de gobiernos
cada día más penetrados, pueden, inclusive, llegar a implantar ley marcial, y
finalmente su cabalgata serena hacia su nuevo sistema económico global aplicado
a una sociedad digital, sin efectivo, destruyendo todo tipo de
confidencialidad. Y, como afirmara Jefferson: “Siempre que los paises enfrentan
graves conflictos y guerra. Al callar los cañones emerge una sociedad menos
libre y un gobierno agigantado”.
Las elites saben que un solo poder no es suficiente
para la gobernanza que ellos quieren. Pretenden que la misma gente lo pida haciéndolos
pensar es la única forma de terminar con los horrores del caos mundial (que
ellos provocan), y esas mismas gentes piensen ellos les entregaron el control
de la política, la economía, lo financiero, social, ideológico. Así, los padres
de ese nuevo monstruito (NOM) tendrán todas las herramientas para evitar la
rebelión de la gente contra su nuevo poder.
Este es un esquema conspiratorio y malvado que se inicia creando los problemas, después desarrollan la reacción de la gente, y finalmente arriando esa población como ganado manso hacia la conclusión que deberá siempre ser a satisfacción de esos nuevos amos. Y ya está en marcha.
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