Ayer se inició la
comparecencia ante el Congreso de nominado por Trump para ocupar la Tesorería
de EU, una importante tarea ante la urgencia de su aprobación para ubicar en esa
grave responsabilidad alguien con sentido común, sabiduria y conocimiento, y ya
tome el timón de una nave que, después de cuatro años navegando ese destructivo
huracán llamado Biden, ha sufrido graves embates que la sitúan a punto del
naufragio. Una nave que, en aquella ruta asesina del comodoro del marxismo,
Obama, con toda intención la ubicara en medio de otro huracán durante 8 años y
que a Trump no le permitieran rescatar.
Algo desconocido es la magnitud de esta agónica situación en que se encuentra la economía, no solo la de EU, la del mundo entero sazonada con eventos como la guerra en Ucrania que, no solo ha provocado una inmensa destrucción de riqueza, también la demanda de billones de dolares para sostenerla. Y el único beneficiado ha sido el Complexo Militar Industrial y, por supuesto, el FED con su impresora operando 24 horas al día. El conflicto del Medio Oriente que ha causado efectos similares, así como el fellinesco carnaval de Venezuela que amenaza contagiar otros paises de America Latina.
Y repito, es de suma gravedad porque en el pais que ha elegido a Trump esperando el cambio, durante los últimos cuatro años ha sucedido algo verdaderamente increíble. Ante la avenida de esta avalancha destructiva, se ha estado publicando información económica falsa para ocultar una realidad verdaderamente horripilante. Hace unos meses un experto ex agente del FBI, John De Souza, sonaba la voz de alarma acusando, no solo a Biden, también a miembros de su gabinete como la Tesorería, el departamento de Estado, las oficinas de inteligencia, la Oficina de Administración y Presupuesto que le brinda servicios al presidente para supervisar la implementación de su visión en toda la Rama Ejecutiva.
John De Souza, al
retirarse del FBI, se ha dedicado a investigar y recopilar experiencias sobre infinidad
de temas durante dos décadas. Como agente especial del FBI mantuvo una
autorización de la más alta seguridad de secretos durante más de 25 años. Trabajó
en casos de lucha contra el terrorismo y delitos financieros. Y durante ese
tiempo, recopiló lo que él llama "Los expedientes X de la vida real"
en donde, ante la histeria de quienes han sido sus actores, ha encontrado estos
vergonzosos tesoros escondidos.
Una confabulación
que, sin ser algo novedoso, se ha llevado a niveles nunca vistos cuando nos
fusilan con una deuda que apunta ya hacia los $40 trillones de dolares que,
bajo la administración Biden, aumentó en más de un 50%, y solamente de
intereses del último año se tuvo que pagar $900 billones de dolares. La
inflacion que se ha reportado es totalmente falsa y, los pocos economistas
atrevidos, con evidencias afirman es más del doble de lo reportado. Y cada renglón
que el agente del FBI y sus economistas revisaron, muestra la misma tendencia de
falsedad.
Ahora, frente a la
herencia de Biden a Trump a primera vista nos podemos dar cuenta contiene: un
criminal déficit de $2 trillones de dólares, casi $7 trillones de dólares de
gasto, una reducción de empleos para los estadounidenses nativos y salarios que
han pasado años bajo el agua, sin poder seguir el ritmo de la inflación. No ha
ayudado el que Biden haya regalado $300 billones a Ucrania, que la importación de
12 millones de ilegales que se les ha proporcionado transporte vivienda, alimentación,
servicios médicos etcétera, cuyo costo supera ya los $400 billones.
El desafío para
Trump es verdaderamente titánico y urge implementar sus políticas procrecimiento
(recortes de impuestos, recortes de gasto, recortes regulatorios y
"perforar, perforar, perforar") lo suficientemente agresivo para neutralizar
el viento azotando las velas de la estanflación de Biden anunciando un
naufragio. Esto no será sencillo, será muy complicado, especialmente los
recortes de gasto que reducen el PIB en el corto plazo, pero hacen crecer la
economía diez veces en el largo plazo. Pero la gente solo se fija en el corto
plazo, la especialidad de los políticos demagogos.
Sin embargo,
Trump ya ha enfrentado este tipo de situaciones, aunque nunca de esta gravedad.
En 2016, al recibir la presidencia, la economía ya se encaminaba hacia una grave
recesión pues la anémica recuperación impulsada por Obama en 2008, estaba
perdiendo la débil fuerza con la que habia navegado. Sin embargo, Trump
convirtió esa amenazadora situación en la mejor economía desde 1969 llegando a
establecer varios récords de buen comportamiento. Por supuesto, muchas cosas
han cambiado desde 2016.
La deuda se
duplicó, el pago de intereses se triplicó, todo el gasto irresponsable del
gobierno provocó una duplicación permanente del mismo, que creció de $3.9 trillones
de dólares a casi 7 trillones de dólares. La razón del crecimiento del
gobierno, por supuesto, fue el gasto de Covid que, como afirmara el sirviente
de Obama, Rahm Emanuel, nunca hay que desaprovechar una crisis, y vaya que
esta se aprovechó manteniendo lo ganado cuando la crisis terminara. Esas crisis
que, queriendo evitarlas, le costara la vida a Kennedy.
Ahora Trump tiene
un horrible campo de batalla, la solución es posible: el deberá repetir el
Trump 1.0, pero ante dificultades más graves. Es decir, recortar impuestos y
regulaciones. Y para el crecimiento a largo plazo a costa del corto plazo, recortar
el gasto. En cuanto a los impuestos, Trump ha propuesto recortes interesantes, pero
se requiere más. De hecho, ha cuestionado el impuesto a la renta. En cuanto a
las regulaciones, la última vez Trump cancelaba alrededor de 8 regulaciones por
cada nueva. Pero entre DOGE y las recientes decisiones desreguladoras de la
Corte Suprema, podría multiplicarlas al infinito.
Trump tendrá que
dar un paso difícil: Regresar al gobierno frugal de Jefferson. A principios del
siglo 20 no existía el IRS y el gobierno consumía 4% del PIB sin déficits.
Pero, en estos momentos con IRS el gobierno consume 50% del PIB con enormes faltantes
y se ha tornado más inepto. Elon ya ha propuesto 2 trillones de dólares en
recortes, tal vez deberíamos hacerlos 3. Mientras tanto, hay que esperar las
palabras favoritas de los medios en 2025 serán "recesión", mientras
intentan sabotear todos los esfuerzos de Trump por arreglar la economía a punto
del naufragio que le heredara Biden.
Pero, si alguien puede torear este miura feroz, es Donald Trump.
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