PECAMINOSA COMUNIÓN DE MÉXICO Y EUA

Ricardo Valenzuela

La nueva administración Biden continúa el paso de su destrucción del país y, envalentonados ante su impunidad, cada día avanzan en la construcción de la prisión con la que pretenden tenernos cautivos. El presidente usurpador, además de firmar sus órdenes ejecutivas en blanco, ahora sale de su sótano para dirigir sus insultos y cargarle culpas a Trump, en algo que pareciera una obsesión enfermiza provocada por odio, envidia, deseos de venganza por haber exhibido su corrupción. Pero, sobre todo, porque muy en el fondo lo debe estar consumiendo un sentimiento de culpa por su participación en el golpe, el no merecer lo que ahora, ilegítimamente, tiene y la forma que utilizó para llegar a esa “supuesta presidencia” en un país en el que él no manda.

 Porque debemos presumir que Biden enfrenta otra poderosa fuerza. Si le queda algo de humanidad, dignidad, integridad, en su interior debe estar sufriendo un enfrentamiento entre el bien y el mal, que lo hace sopesar su ambición, el supuesto poder, las riquezas y, de forma especial, la obligación que adquirió para forzar la implementación de políticas que sabemos no son suyas y en muchas ni siquiera cree. Porque, a través de sus casi 50 años de vida pública, nunca mostró ser un extremista de izquierda como aquellos que lo llevaron a donde se encuentra y ahora debe de pagar el precio. Y, si esa es la realidad, este hombre no es más que la denigrante representación de la más vergonzosa prostitución política.

Porque pareciera ser que EUA está viviendo una aventura similar al Maximato de Calles en México y, en comunión con nuestra historia, están repitiendo la receta que inventara Plutarco Elias Calles. Un presidente de México que, al terminar su mandato, seguiría manejando el país a través de los monigotes que el mismo establecía. En la primera selección que debería hacer, cuando le sugirieron a Gilberto Valenzuela, su paisano, de inmediato lo descartaba argumentando era un hombre que no se podría controlar. De esa forma Calles establecía la Dictadura Perfecta que, aun después de su destierro, cortesía de Lázaro Cárdenas, la dictadura continuaría operando durante los siguientes 70 años. Un esquema que, en una reunión privada entre Calles y Valenzuela en 1929, después del asesinato de Obregón, Calles le informaba del nacimiento del partido y lo invitaba a ser miembro.

Don Gilberto le respondía; Gral. Acuérdese del Plan de Agua Prieta que lanzamos para defender el voto libre y la competencia política. Lo que usted está formando es otra dictadura, no es un partido para competir en una democracia abierta. Una dictadura peor que la de Porfirio Diaz. Intercambiaron alegatos casi gritando como los que tuvieran en Sonora años atrás. Luego se despedían sin acuerdos y con frialdad, y nunca se volverían a ver pues estallaba luego la revolución Escobarista rechazando el dedazo de Calles y lanzando a Valenzuela como su candidato. Pero Calles asumía personalmente el mando del ejército y, a través de su embajada, pedía a los EUA no vender armas a los rebeldes y, si las conseguían, no les permitieran la entrada a México y la revolución era derrotada. Valenzuela escaparía de ser fusilado cabalgando con un grupo de vaqueros a través de la inhóspita sierra madre hasta la frontera.

El asesinato de Obregón cimbraba al país y los cimientos de las elites revolucionarias. La gente salía a las calles con el grito ¿Quién mató a Obregón? Calle-se, Calle-se sonaba el murmullo popular como respuesta. El embajador de EUA, Morrow, había tomado la batuta del diabólico Lane Wilson que provocara la renuncia de Don Porfirio, después el asesinato de Madero, el destierro de Huerta y apoyaba a Obregón en contra de Carranza. En una entrevista con Calles le sugería que no se deshiciera del poder y le aseguraba todo el apoyo y ayuda de su país en contra de cualquier rebelión. La respuesta de Calles sorprendía al embajador cuando le dice; “pues ha llegado la hora y esto es lo que necesito”, y le entrega una larga lista de pertrechos militares. Calles continuaba; “también necesito que no le vendan armas a los rebeldes y cierren la salida si es que las consiguen en otro lado”.

Morrow, era miembro de la elite financiera de EUA y socio de JP Morgan, un hombre que entendía bien la política de Calles: “Quien no esté con el partido merece la excomunión política, la expulsión del país o ser fusilado”. Entendía que el partido era solo para vestir las disposiciones del jefe maximo con ropajes democráticos, como también entendía que México no estaba listo para la democracia. Así Calles escogía a su segundo monigote en la figura de Ortiz Rubio, en un movimiento que despedía el fétido olor de la descomposición. Aparecía luego un letrero en el Castillo de Chapultepec que rezaba: Aquí vive el presidente. Pero el que manda vive enfrente. De la misma forma llegaría a la presidencia el tercer monigote, Abelardo Rodriguez.

Esta es la misma fotografía que en estos momentos se captura en EUA, pero, en lugar de la mano de Calles, en EUA tienen la mano de ese demoniaco hombre, Soros, pero sin el poder y autonomía total. Como durante el siglo 19 la mano ejecutora de La Corona fuera Hamilton, en EUA el presidente vive en la Casa Blanca, pero el que manda vive en la mansión del embajador del Estado Profundo, George Soros, quien diariamente recibe calificaciones y ordenes, no del EP, sino de esa Corporación La Corona Inc. Que también es dueña del Distrito de Columbia, también propietaria de vidas y almas de la mayor parte del mundo. Al parecer Biden se ha inspirado en la biografía de Abelardo Rodriguez quien, totalmente desentendido del gobierno en manos de Calles, se dedicó a crear una inmensa fortuna y, al abandonar la “presidencia”, operar el imperio desde Sonora y Baja California.

Los papeles se han cambiado y ahora EUA, inspirado en el Maximato de Calles, será manejado por el Maximato del EP estableciendo monigotes como Biden en la presidencia, pero, el poder tras bambalinas será la responsabilidad de Soros. Un hombre que, siendo judío, durante la segunda guerra mundial, siendo un jovencito ocultando su sangre judía, formara una sociedad con los nazis para vender lo que se expropiaba a sus consanguíneos, cuando recorrían esa ruta que los conducía a las cámaras y hornos de exterminación que cobrarían la vida de casi 7 millones de seres humanos. Eso nos dibuja el carácter, la integridad, la moralidad de ese hombre que en estos momentos es el propietario del partido demócrata, parte del republicano y posible dictador de EUA durante los años siguientes. Así es que, los que no estén con los usurpadores les espera el moderno paredón de fusilamiento.               

No comments:

Post a Comment

INCREÍBLES REDES DEL ESTADO PROFUNDO

Ricardo Valenzuela   El legendario director del FBI, J Edgar Hoover, afirmaba que la mejor defensa de las increíbles acciones destructiv...