Ricardo Valenzuela
Finalmente ha llegado este día de nuestra cita con el destino, la elección más importante en la historia de EU en la que va de por medio, no solo el futuro de los americanos, sino el futuro del mundo. Sucumbimos ante estas fuerzas diabólicas, o, ganamos esta batalla puesto que la guerra sabemos continuará porque este enemigo es implacable y no se va a retirar más que transitoriamente. Pero, si este día obtenemos una victoria, nos fortalecería y nos daría la seguridad para pensar podemos derrotarlos. Pero, en el caso de una victoria nuestra, la reacción de este enemigo puede ser tan peligrosa como la de un animal herido porque, aun derrotados, ya hemos visto cómo se comportan y lo comprobamos en la elección pasada donde mostraron su verdadera naturaleza.
Y, si a nosotros nos favorece la victoria este día, nuestra permanencia en la lucha será igualmente difícil porque, ellos, aun ante nuestra victoria, con su orgullo herido y su odio multiplicado arreciarían sus acciones para destruirnos. Y, si han sido tan exitosos en su esfuerzo para transformar la sociedad dándole una nueva fisonomía y, en especial, en la imposición de sus valores como aborto sin restricciones, esquemas legales con los que luchan para que lo anormal sea normal, lo prohibido sea permitido, lo inmoral sea moral, un estadio en lo que todo sea relativo y sobre la mesa lo más pernicioso pendiente para su aplicación. Sus esfuerzos continuarán para el logro de su objetivo supremo, el someternos.
En un escenario como este, sus tácticas agresivas, confrontativas y violentas se multiplicarán estableciendo una operación similar a las de la Sagrada Inquisición, pero, con una gran diferencia, puesto que ese movimiento, con sus diabólicas acciones, lo justificaban porque fue para defender la iglesia de Jesucristo. Pero estos cruzados modernos estarán buscando fórmulas más crueles para obligar el cumplimiento de los mandamientos de su perversidad, sometimiento y destrucción total de los valores con los que se dio vida a este país. Pero, el ataque más feroz será contra algo que odian con gran pasión, la libertad y el respeto de los derechos individuales que se habrán perdido después de siglos de lucha para conquistarlos.Y una derrota de nuestras fuerzas, provocaría que el país sucumbiera totalmente para que este grupo de fariseos tomara control de todo. Organizaciones como Antifa y BLM, que muy seguido Obama recibía en la casa blanca, pasarían a formar parte de una sociedad con la libertad para que sus hordas cabalguen por toda la geografía nacional esparciendo una destrucción similar a la de Atila que afirmaba; “donde yo pinto mi huella no vuelve a crecer la hierba”. Mientras que los destructores de traje y corbata, aprovechando la barra libre del nuevo esquema, se dedicarían a consolidar la corrupción de todas las instituciones básicas de una sociedad libre, trabajo que ya tienen adelantado, pero el avance para ellos no es satisfactorio.
Todo sería de su propiedad, mucho que la gente siempre ha tomado sin darle la importancia que tiene. La presidencia, las dos cámaras del congreso, el sistema judicial que se transformaría en algo similar a las SS de la Alemania de Hitler. El sistema educativo que mutaría a imagen y semejanza de los centros educativos religiosos de los países islámicos para, en lugar de enseñar ciencias, matemáticas, civilidad, se le plantaría a los educandos su devoción por el estado, la omnipotencia de su religión como la única y verdadera. A estas generaciones, al terminar su educación ya poseedores del programa instalado, se les entregaría la responsabilidad de la siguiente etapa de su plan: desaparición de la propiedad privada, expropiación de las actividades que ellos consideren básicas para su causa y del estado, petróleo, gas, electricidad, comunicaciones, producción de alimentos etc.
Sería entonces cuando esos grandes demócratas que tanto hubieran siempre alabado ese sabio y justo proceso como es la democracia, renegarían de ella argumentando el país no debe ser conducido por los rugidos de multitudes ignorantes, pues ese debe ser el papel de hombres sabios. Se desmantelaría todo el sistema electoral para establecer un buró configurado por los elementos que tienen los conocimientos, habilidades y la filosofía que requiere la nación. Y para evitar gastos superfluos, en su nueva política de austeridad, desaparecerían todos los partidos políticos que siempre habían sido una carga inservible. Los nuevos ciudadanos deberán aprender que, con toda tranquilidad y confianza, lo mejor para ellos sería entregar su vida, su futuro, su destino al estado y evitarles esa engorrosa tarea de planear, trabajar, desarrollar responsabilidad, competir para labrarse un futuro puesto es algo que el estado hará por ellos.
Será entonces cuando se presente al mundo los Nuevos Estados Unidos Socialistas y Justos de América provocando una euforia global. China de nuevo será un elemento básico de apoyo para el desarrollo económico. Se borraran las fronteras con México para darle la bienvenida a millones de almas en pena de todo el mundo, que estarán arribando a este nuevo paraíso terrenal donde todo es gratis, resolviendo ese horrible problema de la falta de capacidad de compra. Solo tendrán un pequeño inconveniente cuando, aun gratis, no habrá nada ofertándose para satisfacer sus necesidades, la gasolina estará costando $30 dólares el galón, la cuenta de electricidad mensual será de una módica cantidad de $1000 dólares, solo para simbólicamente recordarles que el estado es su amigo, su socio y a veces requiere que lo apoyen.
Pero, no importa, porque los otrora emprendedores estarán entrando al juego operando un mercado negro de toda clase de productos ingresados de contrabando, obviamente supervisado por un nuevo comité en donde estarán a su cargo sabios como Hunter Biden, el esposo de la Pelosi y, por supuesto, con el toque de todos los billonarios de Silicon Valley. Habrá otras concesiones especiales por lo complicado de los productos que se estarán demandando. Como los nuevos cruzados, habría ya finalizaron el programa de confiscación de armas, habrá otro comité en manos de Frank Biden, hermano del presidente, encargado de supervisar el contrabando de armas importadas de todo el mundo, especialmente de China y de Ucrania.
La gente desesperadamente estará demandando la acción de sus equipos favoritos en los diferentes deportes, pero con las nuevas políticas el deporte profesional habrá desaparecido pues ahora será manejado por el estado. Entonces, en los deportes estará aplicando la política de “igual oportunidad para todos” y, aunque ya no participen jugadores como Lebrón James, al haber tenido que emigrar a Japón, el espectáculo será realmente divertido pues hasta los enanos estarán jugando en la NBA.
En eso despierto sudando y me doy cuenta fue solo una pesadilla.
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