DESTRUCCIÓN DE LA FABRICA DE ZOMBIS (II)

Ricardo Valenzuela

Cartoon Zombie

El tema de la educación es algo que especialmente me interesa, pues, habiendo tenido un padre que, desde su 11 años, iniciara su educación en el Real Ateneo de Bruselas, continuara en la Universidad Libre de Bruselas, y la finalizara en el London School of Economics, que lo convirtiera en un verdadero intelectual. Ya de regreso a su estado de Sonora, sería uno de los fundadores de la Universidad de Sonora y profesor durante 30 años. Y en aquellos años en que todos los dias me llevara al colegio Regis, debo haber recibido cientos de horas de sabios consejos acerca de importancia de la educación.

En su libro titulado, Cultura Nazi, el profesor George Mosse afirmaba y describía cómo la educación ha sido elemento crucial, porque siempre ha sido la herramienta más efectiva para establecer ideologías con profundas raíces. A través de la educación, afirmaba, es como se ganan las todas las batallas. Algo que los Nazis entendían muy bien y, de manera especial, la utilizarían exitosamente. Y si llevamos a cabo un análisis profundo, nos daremos cuenta de que el establishment americano de educación ha sido creado y controlado, durante muchos años, por los progenitores de los actuales globalistas y sus padres también habían creado el comunismo y el Socialismo Nazi.

 El magnate petrolero, John Rockefeller, también lo tenia muy claro y desde finales del siglo 19, ya lo mostraba y lo perseguía. Pero fue hasta 1903 cuando se diera a la función de crear el General Board of Education, con una donación de $10 millones de dólares (a valor presente serían más de 100 millones) para la canalizar esos dineros hacia la creación de un plan educativo muy especial que él tenía en mente. Para 1960 el BOE había ya dejado de operar y sus funciones serían tomadas por la Fundacion Rockefeller.

 Ya en 1917, aquel Board of Education había llevado a cabo otra gran donación a la Universidad de Columbia para la creación del New Lincoln School, una escuela privada “experimental” en la ciudad de Nueva York. El propósito de la institución era atraer estudiantes desde el kínder hasta el grado 12. De esa forma Rockefeller iniciaría el experimento de nuevos métodos de educación bajo otra de sus creaciones, la Columbia University Teachers College. Y, a través de esa nueva herramienta, darle velocidad a ese gran experimento de una nueva educación seductora y controladora en lo que sería el semillero de educadores especialistas, no en educar, sino programar a favor del globalismo.

Esta escuela le daría vida a una red nacional de “educadores progresistas” y “científicos sociales,” cuyas perniciosas acciones claramente se podía comparar con los objetivos del partido comunista de EU, otro de los favoritos del dinero Rockefeller. Así, la escuela Lincoln se describía como una institución “revolucionaria” directamente apuntando hacia las escuelas primarias y secundarias de EU. De inmediato se archivarían los métodos tradicionales con sus diciplinas clásicas como latín, álgebra, ética, que durante tantos años habían enseñado a esos niños a pensar y analizar con lógica y en libertad, todo tipo de problemas que encontrarían en sus vidas adultas.

Rockefeller, desde finales del siglo 19, había iniciado su compulsivo esfuerzo para controlar la educación con una donación de $1 millón de dolares beneficiando la American Baptist Education Society, para establecer la dotación permanente hacia la Universidad de Chicago, uno de sus grandes orgullos. Y aquí surge una rara paradoja. La Universidad de Chicago, siendo el campamento de libertad económica de Milton Friedman y sus Chicago Boys, sería también donde David Rockefeller recibiera su PhD en economía, para, con su nueva arma al hombro, iniciar su peregrinar para promover el comunismo esclavizante por todo el mundo durante toda su vida, en una criminal sociedad con un demonio como Soros.

Pero uno de los logros más importantes en la desenfrenada carrera de su padre, John Rockefeller, para controlar la educación, sería a través del National Education Board cuya agenda claramente definía su propósito quien la debía ejecutar:

“En nuestros sueños reales, contamos con recursos ilimitados y la gente se entrega con una perfecta docilidad a nuestras manos moldeadoras. La actual idea educativa se desvanece de sus mentes, y sin el obstáculo de la tradición, sembramos nuestra buena voluntad con gentes rurales agradecidas y receptivas. No intentamos convertirlos ni a sus hijos en filósofos, hombres de conocimiento o científicos. No pretendemos formar entre ellos autores, editores, poetas, ni hombres de letras. No buscaremos embriones de grandes artistas, pintores, abogados, médicos, políticos o estadistas, de los cuales tenemos una amplia provisión”.

“La tarea que nos hemos impuesto es muy simple y también muy hermosa: queremos educar a estas personas, tal como las encontramos, para que permanezcan en esas vidas tan perfectamente ideales, como están en estos momentos. Así, organizaremos a nuestros prospectos y les enseñaremos a ejecutar, de una manera más profesional y perfecta, las mismas cosas que sus padres hacen de manera imperfecta, en sus hogares, en las tiendas, ranchos, y en la granja”. Ese fue el inicio de la fábrica de zombis que ahora transitan por todo EU destruyendo lo que encuentran a su paso.

Los globalistas piensan que la educación está descentralizada y la educación pública históricamente ha jugado un papel en enseñar historia y el gobierno de EU. Algo que ya han eliminado y lo han remplazado para orientarlo a historia y política universal del globalismo. Para ello se había creado el departamento de educación, producto de la promoción y la mente global del sindicato. Y para lograr la instalación de las nuevas ideas y valores, se debía atacar a los niños entre los siete hasta los doce años. Este es el poder que exigen para seguir manipulando al estudiante en una estructura de creencia artificial.

Y todo este ambicioso proyecto de esclavización está siendo fondeado, no por el partido comunista chino, sino por Atlantic Richfield, Kettering, Weyerhaeuser, el líder mundial en madera, tierras y productos de madera que opera en Estados Unidos y Japón. Ford, Markle Foundation, JP Morgan y, por supuesto, su líder Rockefeller con su Chase Bank. Todos ellos miembros distinguidos de la vil Comision Trilateral y con estrechas relaciones con Blackrock, Soros, Foro Económico Mundial y gran parte de Silicon Valley. Y esto es solo una parte del ejercito que Trump está enfrentando en el campo de batalla de educación.        

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