Ricardo Valenzuela
En dias
recientes Mexico ha sido bombardeado con misiles de una potencia especial. Y
estallan con una serie de informes de nuevas barbaridades que han estado
llevando a cabo los carteles del narcotráfico en sus enfrentamientos. Al mismo
tiempo surgen rumores, pero con bases, de que al Peje ya le abrieron un
expediente en el FBI y, con un Mayo Zambada furioso cantando, ya se sabe que él
fue el gran financiero de ambas campañas políticas, la de AMLO y de la
presidenta actual. Y, si Trump sigue adelante con su idea de eliminar esos
carteles al calificarlos como terroristas, pueden explotar otros destructivos misiles
en oficinas de grandes empresarios.
El crimen organizado es un fenómeno de una magnitud muy superior a lo vemos en la superficie y nos confundimos. Es un fenómeno que ha existido desde que el ser humano apareció sobre la faz de la tierra, y ha evolucionado al mismo ritmo en que la humanidad se ha trasformado. Es algo que ha dejado su firma especial en los diferentes paises en donde ha surgido a través de los siglos, en todas las etapas de la historia, y ha continuado hasta el presente.
Siempre se señala, se denuncia y, supuestamente, se combate, pero jamás desaparece para continuar creciendo y siempre prosperando. Y en su largo proceso ha logrado incrustarse en todas las actividades de las sociedades y de los paises. Desde la política, la ley, la economía, la educación y toda esa gama de corporaciones que logran penetrar para impregnar los mercados, retirando las reglas básicas que son esenciales para su sano desarrollo libre y natural. Al lograrlo, de esa forma provocan los resultados que ellos quieren. Y, en ese transitar, han estado estableciendo esos esquemas artificiales de políticas siempre a su favor desvirtuando el resultado de las economías.Pero, al
mismo ritmo que gritamos denunciando mafias, carteles, pandillas, siempre hemos
ignorado el cartel más grande, más poderoso y cruel del mundo. Ese cartel con
diferentes disfraces ocultando su verdadera identidad, pero, con una potencia
que les ha permitido establecer su propiedad de las células neurálgicas para
llegar a controlar el mundo. Un cartel por el cual se ha combatido con
ferocidad desde que la humanidad abandonara su renacimiento para iniciar esas
nuevas etapas que, al correr de los años, se han conocido con diferentes etiquetas,
desde Revolución Industrial, revolucion tecnológica, la del hombre liberado,
hasta la de Inteligencia Artificial.
Un cartel
que ha logrado adaptarse de forma genial a cada una de esas etapas y, con la
velocidad requerida por cada periodo en que ha emergido, esa fuerza ha tenido
la habilidad para aprovecharlos a su favor. Y, desde la emergencia de ese fenómeno
identificado como la gran avalancha mundial modificando reglas, costumbres,
estrategias y, sobre todo, explosivos resultados en un mundo que se estancara y
entumiera, están nerviosos. Un fenómeno que provocara que el ingreso de los
ingleses, estático durante mil años al equivalente de 1,000 dolares, en cien
viajara hasta 8,000 y provocara también el milagro llevando a los EU a ser el
más rico y poderoso del mundo.
Ese fenómeno
era el capitalismo que, de las múltiples atribuciones que le pudiéramos reconocer,
una de las más importantes sería su capacidad para la producción de riqueza que
jamás se hubiera conocido. Un fenómeno que llegara para remplazar el viejo
orden monárquico y feudal que habia condenado a gran parte de la humanidad a la
pobreza eterna. El fenómeno del individualismo, de los derechos individuales,
del orden espontaneo, del estado de derecho, del gobierno limitado, la libertad
económica, la virtud de la producción, la paz. Un fenómeno que surgiera como una
reacción contra monarcas y aristócratas que vivían del trabajo de la gente.
Era el fenómeno
que Marx bautizara como capitalismo quien, entre los grandes defectos que le
encontraba, de forma especial listaba la “irresponsable” forma en que sobre
producía. Sin embargo, Marx no sería el enemigo más poderoso que tuviera que
enfrentar ese nuevo fenómeno. Su peor enemigo se gestaba en elegantes oficinas,
en silencio, sin grandes pronunciamientos. Se lucharía por el control de la
propiedad de esa gran riqueza que el capitalismo producía, para coronar un
ganador de esta lucha. Y no sería el comunismo y sus derivados, tampoco esa
gente atrapada en su eterna pobreza. El ganador sería un nuevo cartel que, con habilidad,
le retiraba al proceso la distribución natural de la riqueza para que fluyera
hacia ellos.
Un cartel
formado por los mismos miembros del viejo orden monárquico, aristócrata y
feudal provocando la rebelión de la gente. Pero, ya no usarían la fuerza ni la
visible tiranía de los reyes. Debian ser creativos para encontrar la forma de
apropiarse de esa riqueza culpando a otros. Y como el gran obstáculo se
identificaba EU con su esquema libertario. Lo declararían su enemigo al revivir
el compromiso del Congreso de Verona de 1822 donde se decidía destruir EU.
Mismo que fuera reforzado por aquella sociedad entre la Corona de Inglaterra,
los Rothschild, Cecil Rhodes, la familia Churchill, para subvertir los EU destruyendo
su esquema libertario y regresarlo a ser colonia británica.
Los
Rothschild ya tenían base al haber financiado el final de la guerra de su
independencia. Habían fracasado en sus intentos para establecer un banco
central en EU, pero, ese objetivo seguía en el menú de conquista mundial. Habían
intentado en 1791 con el First Bank of US, el segundo en 1816 que lo frustrara
Jackson y sufriera un intento de asesinato. Lincoln trataría detenerlos y sería
asesinado en 1865. James Garfield trataría de nuevo en 1881 y sería asesinado. Finalmente,
en 1913, en una operación ilegal lograrían la autorización del Fondo de la
Reserva Federal propiedad de 12 familias Illuminati extranjeras. John Kennedy, en
Junio 1963 firmaba una orden ejecutiva para eliminarlo, en noviembre 22 de 1963
sería igualmente asesinado.
Pero sería en el siglo 20 cuando el cartel avanzara sin oposición facilitado por las dos guerras mundiales. Con la presidencia de Cleveland se despedía el esquema libertario de EU y se iniciaba la fase del encadenamiento de parte de ese fatal cartel ignorado. Ese cartel que ahora aplauden los aprendices de libertarios, pero no saben ni quien capó al apache.
Muy ameno de leer. Te felicito, Ricardo.
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