Ricardo Valenzuela
Después de
haber recorrido tantos caminos, de haber navegado por todos los mares, de haber
recorrido el mundo por entero pensando ya no me quedan lugares visitar, gente
buena que conocer, paises que fueran cuna de la libertad también visitar. Habia
llegado a pensar que ya nada me podría sorprender, intimidar ni escandalizar
puesto que, inclusive, durante gran parte de mi vida había buscado algo que
pudiera contradecir la preocupante imagen que se empezaba a formar en mi mente.
Durante los últimos años se me ha estado develando algo que, no solo me
sorprende, me está causando una gran preocupación mezclada con tristeza
bordeando en una decepción.
Lo que he visto en EU durante los últimos ocho años, ha sido una destrucción premeditada que me ha provocado perder una gran parte de mi admiración por la creación más importante de Dios, los seres humanos, puesto que ellos son los causantes de mis dudas en los valores que me hubieran inculcado gentes tan importantes en mi vida que, en lo verdaderamente fundamental, creo haberlos seguido y, si no, siempre de frente he pagado las consecuencias. Pero, en estos momentos me han invadido una serie de dudas, sentimientos, inseguridades que me provocan pensar que he vivido engañado.
Que gran parte de lo que he visto, aprendido y practicado durante toda mi vida, es la gran mentira de una historia que, de la forma más cruel imaginada, nos han impuesto para controlarnos, manipularnos, usarnos. Que este mundo está cubierto de una cruel falsedad, de una mentira de una magnitud imposible de entender o de creer, pero es real. Una odiosa realidad que me provoca hasta cierta culpa cuando fuera incapaz de darme cuenta. Una dolorosa realidad que contradice todo lo tradicional que siempre nos enseñaran. Una realidad que parece premiar a la gente mala por todos sus abominables pecados cometidos con impunidad.
Que toda la
estructura económica, política, social, cultural, industrial y científica que
sostiene a este mundo en el que vivimos, es falsa. Y no me refiero a que no
exista, sino que verdaderamente existe, pero no para lo que nosotros siempre
hemos creído. Que nuestro mundo es un conjunto de un tipo raro de material que
forma las estructuras en las que habitamos. Un mundo de una región donde reina
todo lo ridículo, la ilógico, lo irrazonable, lo incalificable, lo inmoral e
injusto, en lo que todo es realmente falso. Pero, en este mundo fellinesco es
lo que se practica, lo que para algunos es deseable pues siempre ha sido así, que
es admirable, que es lo que se ambiciona, en una avalancha de contradicciones.
Un mundo en
el que los que oleadas de psicópatas pecan y se comportan con un cinismo que
otros admiran. Un mundo como el que describía Schopenhauer al afirmar: “El
hombre es un animal carnívoro que, a través de la sociedad, lo han querido
hacer herbívoro.” En pocas palabras, lo que afirmaba este filosofo es que los
seres humanos son malos por naturaleza y el mundo pareciera haber sido
cincelado por ellos. Y lo completaría con otra frase: “En el mundo no hay mucho que conseguir. Está lleno
de miseria y dolor; si un hombre escapa a ellos, el aburrimiento lo acecha en
cada esquina. El destino es cruel y la humanidad digna de compasión”.
Así, la humanidad
se ha edificado en el esquema de políticos que, a través del tiempo, fuera
evolucionando hasta llegar a su versión de hoy día que, habiendo destruido lo
que funcionaba, se modificaba todo el esquema a la medida de los usuarios. Y
surgían lo nuevo para, en lugar de operar solo como protector de los derechos
de los ciudadanos, iniciaron la toma por asalto de todas las actividades de
esas sociedades con un solo propósito, controlarlas. No para promover su
libertad, ni su grandeza, ni sus virtudes, todo lo contrario, para, utilizando
sus novedosas armas, apendejaron y llevarnos hacia la ruta de la servidumbre.
Y, cuando, los
más feroces entre esos depredadores se adueñaran de los gobiernos, pasaron a
establecer su condición de esclavitud internacional formando organizaciones con
el mismo propósito, el apendejamiento de la humanidad para controlar el mundo
bajo un solo esquema, el de ellos. Nacía la OTAN, OEA, OMC, FMI, FED, Union
Europea y demás monstruos bien entrenados. Para mayor confusión de los seres
humanos, le darían vida a todo tipo de ideologías para ver cual les podría
servir mejor; comunismo, marxismo, nazismo, humanismo, tecnocracia. Después de
la segunda guerra mundial florecieron como el quelite en los veranos lluviosos,
pero todas con el mismo objetivo de sumisión.
Por supuesto este
proceso fue acompañado con la pérdida de valores, de nacionalismo, patriotismo,
del propósito supremo y, sobre todo, de moralidad, ética, logrando la confusión
entre lo bueno y lo malo, fabricando sus nuevos conceptos que se conjugaran con
su nueva creación. Las religiones fueron seducidas o suprimidas. En tal proceso
se perdería aquel compás de moralidad que nos habia dado la ley natural. Los
pecados que antes fueran abominables, ahora se convertían en aceptables y hasta
se convertirían en políticas de gobierno y, lo más increíble, serían promovidos
por los medios, los sistemas de educación pública, especialmente en primarias
para iniciar ese adoctrinamiento de los niños.
Para lograr el
monopolio de esa programación, se adueñarían de la educación pública que en EU
fuera realmente agresiva puesto que, para controlar el país, primero deberían
controlar la educación, pues esa era la población del futuro. El esfuerzo más
grande para la fabricación de la herramienta se concentraría en la Universidad
de Yale y su famosa organización de Skull & Bones, que fueron los pioneros
en aplicar las ideas hegelianas de glorificación del Estado, el vehículo para
la diseminación de las políticas de estatismo, materialismo en educación, luego
en política y economía. Así el Estado sería el ente supremo y el individuo solo
existiría para servirlo. Y el Estado sería siempre de su propiedad.
Esos zombis especiales
que empezara a producir la educación tomarían control total de EU para
convertirlo en el cuasimodo que finalmente estamos conociendo gracias a DOGE,
bendecido por Trump. EU habia sido el único país desarrollado que no habia sido
destruido por las dos guerras mundiales. Y, aprovechando la crisis fabricada de
la Gran Depresión, fácilmente habían instalado en la presidencia a un marxista
como Roosevelt, y le entregaban un campo fértil para, ya de forma descarada,
provocar el gran cambio, no solo de EU, sino del mundo entero para convertirlo
en la jaula de esclavos que ahora habitamos. El precio de dominar EU fueron 200
millones de vidas.
Pero, ese tumor
maligno que se inoculara y creciera durante tanto tiempo que, permaneciendo oculto
por quienes lo provocaran, era algo tan fatal que, si algún temerario se
atreviera a pincharlo, se reventaría explosivamente para cubrir al mundo de ese
pus inmundo que residía en su interior. Y ese temerario cirujano de tumores
podridos sería Donald Trump quien, al pincharlo, develaría un mal increíble de concebir.
Un país de fantasía colgado con pequeños alfileres en un escenario falso para
no caer al abismo de su destrucción.
Un país sufriendo
la inmoralidad del gobierno más inepto y corrupto de toda su historia, un
problema de una dimensión que ni la mente más creativa y poderosa podría
imaginar. Un gobierno que en las primeras revisiones muestra desfalcos de
trillones de dolares. Un gobierno con un congreso de cínicos asaltantes donde
todos se han hecho millonarios. Un gobierno que, lejos de proteger a sus ciudadanos
estableciendo un ambiente de libertad y seguridad, se ha convertido en una
monumental piedra colgada al cuellos de sus habitantes que trabajan sin
descanso para aspirar a una vida mejor, y las acciones de sus políticos lo
impiden.
Y, como es
natural, habiendo sido el líder mundial durante tanto tiempo, ese mundo ha
seguido su ejemplo para provocar la misma podredumbre a nivel global. Una
explotación mundial utilizando todas esas organizaciones internacionales de
parásitos que, lejos de cumplir aportando algo positivo, se han convertido en
nidos de vividores y los peores enemigos de la humanidad. Y solo un ejemplo, en
USAID se han identificado billones que han servido para hacer millonarios a
bandas de maleantes, y claramente la caja chica del Estado Profundo.
Aquí ha tomado
forma y significado la afirmación de Paine; “La sociedad se forma para resolver nuestras
necesidades, y el gobierno el de nuestras iniquidades: la sociedad debe promover
nuestra felicidad uniendo todas las afecciones, pero el gobierno negativamente opera
restringiendo nuestros vicios, una activa el trato de los hombres, el gobierno las
opresiones, la sociedad normalmente es una bendición, mientras que el gobierno en
su mejor forma es un mal necesario, y en su peor es el peor azote de la
humanidad”.
Y cuando
las sociedades han operado durante tanto tiempo de esta forma tan inmoral,
asumen esas conductas como sus derechos que nadie les hubiera otorgado. Y
cuando alguien, tratando de remediar todo el mal que ha provocado, cínicamente
tratan, de las formas que sean necesarias, el perpetuar sus maldades porque,
según ellos, son como operan todos los gobiernos del mundo. La sociedad
heredada de sus padres fundadores, estos depredadores inmorales la han herido
de muerte, esa sociedad que debería ofrecer mil ventajas ha sido destruida, mientras
que el gobierno, como ellos lo han operado para sus saqueos, lo convirtieron en
ese ser diabólico que ha provocado la agonía de EU y del mundo.
Veo un pais
con una economía artificial controlada, no por los admirados emprendedores
invirtiendo en nuevos proyectos, sino por los modernos buscadores de rentas
tomando empresas con sus esquemas de hostilidad, para luego desmembrarlas y
venderlas en pedazos. Veo un pais en donde los mercados financieros producen
ganancias artificiales a base de asientos contables. Veo un país cuya
burocracia le resta 2 trillones de dolares anuales al PIB. Veo un país que en
las primeras revisiones de DOGE, encabezado por Elon Musk, reportan faltantes
de trillones de dolares de los fraudes cometidos. Un país en el cual su monstruito,
USAID, se había convertido en la caja chica del Estado Profundo ordenándole
billones de dolares al año.
Veo un pais
que ha hecho de su mercado de valores, representado por Wall Street en sociedad
con el Fondo de la Reserva Federal, un esquema artificial para la compra—venta
de valores emitidos por compañías, que luego son adquiridos por fondos de
inversión relativamente nuevos, pero, sin que nadie se lo explique, en estos
momentos reportan administrar muchos trillones de dolares que, igualmente,
nadie puede entender de donde aparecieron. De esa forma se construyen
millonarios instantáneos como el famoso juego de las sillas, que al final
siempre habrá uno que se quede sin su silla
Veo un país
que, durante más de cien años, ha sido saqueado por extranjeros propietarios
del Fondo de la Reserva Federal que, solo por avalar las impresiones de dinero
de la Tesorería de EU, se le tiene que pagar casi 1 trillón de dolares anuales
por concepto de intereses de un capital que no existe. Un aval que no se
necesita, pero, por razones desconocidas, no se ha podido cancelar. Y los que
han tratado, como Kennedy, les ha costado la vida. Es lo que los bandoleros
globales construyeron en 1913 y, sin que alguien lo explique, no se ha podido
cancelar. Una autorización ilegal de parte del congreso promovida por el
senador Nelson Aldrich, consuegro de John Rockefeller y líder del famoso grupo
conocido como los creadores de Jekyll Island que le diera vida al FED.
He visto un
pais que jamás podré entender cómo elegia un presidente afroamericano que nadie
sabía quién era, de donde saliera, en donde naciera, ni cuál era su verdadero
nombre, y en las universidades que supuestamente se educara, no habia récords
para acreditar lo que afirmaba. Con la única experiencia de haber sido promotor
social en Chicago, después senador por un periodo. Sin embargo, al haber tomado
la presidencia, de inmediato nos dimos cuenta era un marxista que llegaba con
el mandato de la destrucción de EU. Y fue lo que hizo durante ocho años
impulsando el avance más grande que alcanzara el plan de la oligarquia global,
la sumisión del país.
Y ya en
estas longitudes de mi ruta, con gran tristeza y decepción veo un mundo mucho
peor que aquel que me recibiría en mi tierra de Sonora, ante la gran felicidad
de mis padres y de mi amado abuelo. Veo aquella gente buena con la que pasé mi
niñez y adolescencia al lado de mi abuelo en su rancho, aquellos nobles
vaqueros que desarrollaban su trabajo felices porque era lo que amaban, aquel
viejo mayordomo, el Churi, que no sabía leer ni escribir, pero sabía de la
verdad, de la justicia, de honor, del respeto, y yo aprendí tanto de su
inmaculada alma. Recuerdo luego a la Esperanza, la joven pareja de mi abuelo
que me diera el amor de una verdadera madre, que me curaba cuando me tumbaba algún
caballo.
Aquellos hombres cuya palabra era sagrada, su amistad blindada pues se habia construido con potentes cimientos. Aquellos hombres que no sabían de política porque no querían saber, que eran tan naturales y generosos con lo poco que tenían. Sus hijos que todos eran mis amigos. Esa calidad humana que yo nunca vi en las salas de consejo del banco, ni en las reuniones con los economistas del Bank of America en Los Angeles, ni con los Investment Bankers en Nueva York, ni en los oficiales en la City of London, diferente al viejo Londres. En estos momentos siento ver aquella bella era de mi vida desapareciendo, que esos hombres buenos son una especie en extinción y me dan ganas de llorar.
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