Ricardo Valenzuela
Estamos ya
al final de un año que nos ha surtido una serie de eventos por demás
importantes. Tenemos la rebelión de las masas en Venezuela en contra de su
dictadura asesina ya a punto de caer. Tenemos la histórica elección de Milei en
Argentina, el primer presidente libertario en America Latina y, sobre todo, los
increíbles resultados que ha logrado en su primer año, la reelección de Bukele
en El Salvador señalando la gente entiende cuando alguien hace bien las cosas
lejos de los estilos destructores clásicos en America Latina.
Acaba de
vencer a otra maquinaria especialmente poderosa que en esta elección invirtiera
$1,500 millones de dolares, también teniendo a su favor todo el control de la
maquinaria del gobierno. Y, de forma especial, el de las infernales agencias de
inteligencia, Departamento de Justicia, y los millones de ilegales importados
para que votaran. Pero, no solo les ganaba la elección, se las ganaba de forma
abrumadora e, inclusive, en estados donde siempre habían reinado los demócratas
y, además, con un récord de votos hispanos y afroamericanos. Y, la cereza en el
pastel fue el haber ganado el voto popular por 5 millones de sufragios.
Sin
embargo, en el 2020, después de haber provocado el boom económico, enviar la
baja del desempleo a niveles no vistos en 50 años, un récord de casi 200
millones de gente trabajando, haber logrado la autosuficiencia energética por
primera vez, niveles récord en los ingresos personales de todas las categorías,
tres años de sólido crecimiento económico que solo lo podrían detener con la
pandemia, sin haber iniciado guerras.
Se
enfrentaba a Biden quien, durante sus 8 años como vicepresidente, se habia
distinguido por sus negocios ilegales ejecutados por su hijo en paises como
China, Rusia, Irak, Costa Rica y, sobre todo, en Ucrania, en donde su hijo
forjara una sociedad con el jefe de la mafia ucraniana, donde su retoño formara
parte del consejo de la empresa que ya monopolizaba grandes reservas de
petróleo y gas, y recibía un honorario de $80,000 dolares mensuales. Además,
era el recipiente de $2 billones del Banco de China para invertirlos.
Así,
durante al año previo a la elección, mientras Trump llevaba a cabo una intensa
campaña, Biden permanecía encerrado en el sótano de su casa so pretexto de la
pandemia sin hacer campaña. Pero, ante gente que le afirmaba estar cometiendo
suicidio político, Biden con tranquilidad sonreía ¿Por qué? Porque él ya
conocía el resultado ganador aun ante un Trump que lucía invencible. Sin
embargo, emergía una nueva magia política y ese hombre corrupto ya con claros inicios
de demencia senil ganaba la elección. De inmediato emergian evidencias tajantes
del robo, pero, misteriosamente desaparecían.
Mis cuatro
nietos que, antes de la elección del 2016, habían preparado una matriz que
señalaba claramente el triunfador sería Trump, esta segunda vez estaban
furiosos pues la misma matriz habia señalado de nuevo que Trump sería el
ganador. En la que se acaba de llevar a cabo, casi a fuerzas, aceptaban de
nuevo correr la matriz y lo que anunciaba, como la primera, ese sería el
resultado. Pero, con todo lo sucedido desde el 2016 y el resultado del 2020,
cuando un buen amigo me preguntara ¿Quién va a ganar? Con la experiencia de
todo lo que esa fuerza oscura habia hecho para evitar un posible regreso de
Trump, seguro que de nuevo la iban a robar, mordiéndome la lengua le respondía,
Kamala.
La noche de
la elección, acompañado de mis nietos ya ingenieros de sistemas, en medio de un
siniestro ambiente, nos disponíamos para aceptar los resultados de un nuevo
robo. Empezamos a notar caras de preocupación de los esbirros en las
televisoras controladas por los enemigos del mundo. Pero, cuando el canal de
Newsmax, el único decente, anunciara; “podemos proyectar que el ganador de la
elección y próximo presidente es Donald Trump.” Creo que pude sentir lo mismo
que Hayek cuando, en su cabaña de Austria, al presenciar el derrumbe del muro
de Berlin y brotando lágrimas de sus ojos afirmaba, “se los dije.”
Pero, de
inmediato yo me preguntaba ¿Qué les habrá fallado? Aunque la matriz habia
anunciado ese resultado, yo seguía pensando algo no me checaba. Si habían
tratado de enviarlo a prisión, habían tratado de asesinarlo dos veces, y con un
Biden incapacitado se atrevían a sentarlo para acudir a una candidata tan
defectuosa que, en situación normal fuera derrota segura, estaba convencido también
ésta la robarían. El gran problema se les había presentado cuando, al fallar en
su intento de asesinarlo, con nítida claridad mostraba la participación de
todos los culposos; FBI, Servicio Secreto, la CIA, Departamento de Justicia y
los “beneficiados del asesinato.”
Ante
evidencias de la complicidad del Servicio Secreto y el FBI mostrando una
situación similar cuando los padres sorprenden a uno de sus hijos tratando de
llevarse el carro sin permiso. Y, sobre todo, con el cinismo y descaro que
operan, más crecía mi seguridad del robo ante la histeria desbocada de “alguien.”
Y habiendo fracasado al asesinar a un candidato para que luego ganara la
elección, ese “alguien” ya pasó de la histeria a la locura de los desesperados
dispuesto a lo que sea al verse perdido.
Ahora el
horizonte es claro. Ante un Trump tan agraviado durante 10 años, este “alguien”
le habría dado la oportunidad de ver donde reside esa maldad. Ahora como
presidente su actitud ya no es solo esquivar sus traicioneros ataques, él ya viste
los arreos de justiciero muy decidido y, sobre todo, con la voz completa con un
equipo de guerreros como él y, muy pronto, con todas las armas ya en su poder.
Trump ya pudo penetrar los subterráneos de sus horrorosos pecados y los
enfrentará para que paguen por sus traiciones.
Por todo esto, hay que esperar acciones de un infernal peligro emanando de mentes irracionales de tantos desesperados al sentirse acorralados. Por eso tantos perdones ejecutados y tantas solicitudes. Dios proteja de forma muy especial a Trump estos dias antes del 20 de Febrero.
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