VILLA EN SONORA. VOY A TIRAR EL GOBIERNO DE EU POR CORRUPTO (2020)

Ricardo Valenzuela

Pancho Villa Birthday 

A seis meses del evento tal vez mas frustrante que he vivido en los años que he residido en EU, el insultante golpe de estado que se perpetuó sin consecuencias, ya medio repuesto he tratado de identificar algo positivo de este evento creo haberlo encontrado. Me obligó a profundizar mis investigaciones para realmente saber qué y por qué, ha sucedido algo que, si me lo hubieran anticipado, definitivamente no lo hubiera creído y fue cuando, como el viejo dicho invitando a un viaje a nuestro interior con recomendación especial, yo no lo hice armado al invadir este infierno de la realidad que me ha dejado asqueado, horrorizado y, sobre todo, convencido que, ante esta fuerza diabólica, el cambio verdadero que se debería dar para salvar la humanidad, ahora es un signo de interrogación.

 Estos últimos 4 años, en los cuales cambié totalmente la forma que tradicionalmente había utilizado para observar y analizar al mundo, me ha llevado a verme cara a cara con una realidad que jamás hubiera imaginado. Y, utilizo la palabra jamás, porque, todo lo que se me ha develado es verdaderamente difícil de aceptar, entender, sin que la temperatura de mi alarma alcance niveles nunca experimentados.

 Mis creencias y, en general, todos los elementos que forman las estructuras de los seres humanos se han cimbrado y han ido cayendo uno tras otro a la misma velocidad que avanzaban mis exploraciones. Igualmente, se han cimbrado los cimientos que siempre habían sostenido las estructuras del edificio de mi vida. Algo que no fuera provocado por cierto ser iluminado o una fuerza cósmica superior que conectara los estadios de mi cerebro para razonar de forma diferente. Fue solamente mi decisión de seguir el consejo del gran James Allen: “Hasta que la mente sea conectada con un gran propósito, no habrá logros inteligentes. Solamente cavando y cavando profundamente sin descanso, se encuentra el oro y los diamantes”

 Mi nueva perspectiva me ha llevado, también, a darme cuenta de que las cosas no son lo que parecen, lo que ordinariamente escuchamos, lo que tradicionalmente nos han enseñado, y somos nosotros quienes debemos cuestionar todo lo que durante tantos años nos han instalado en el cerebro. Me he dado cuenta de que los EU, el país que me recibió y que tanto he admirado, no es uno de los hermosos cuentas de hadas que yo llegué a creer, creados por Walt Disney antes que su nombre cayera en manos de gavilleros para ensuciarlo. Un país que, prácticamente desde su independencia, fuera campo de batalla de una feroz lucha del poder contra la libertad. Una lucha en la que se ha venido premiando a los malos y a los buenos los han asesinado. Un país que ha caído en una corrupción de ligas mayores, no de ligas menores como las de América Latina.

 Pero, no hablo de sus ciudadanos, porque ellos en su mayoría son gentes buenas, de principios, valores y alta moralidad. Tanto que, a pesar de los corruptos gobiernos que siempre les han restado sus capacidades, explotados con impuestos, regulaciones, con el acoso criminal de bandas como Black Lives Matter, con injustas y costosas guerras, han podido con su trabajo mantener el país en el liderazgo del mundo. Una población que, al ver una luz de esperanza, quiso ejercer el poder que les habían dicho tener para elegir a sus gobernantes, se burlaron de ellos al ilegalmente retirar a quien ellos habían elegido como su gran esperanza. Pero, en lugar de darse a la destrucción como lo hacen sus opresores, regresaron a trabajar para, a pesar de las agresiones de su gobierno, con sus manos llenas de cayos aportar para que su país no sucumba.

 Mi nueva perspectiva me ha mostrado, no el país de la libertad, del destino manifiesto y de las grandes oportunidades, sino otro que el filósofo Arthur Schopenhauer describiera con sus pensamientos: “El hombre es un animal carnívoro que a través de la sociedad han tratado de hacerlo herbívoro”, o, “No hay mucho que apreciar en el mundo. Está lleno de miseria, sufrimiento y dolor; Y, cuando alguien trata de escapar, el acoso y el castigo lo espera en cada esquina. Porque lo diabólico generalmente tiene siempre la mano ganadora, y su estúpida celebración que causa ese gran ruido”. Y esos son los hombres que mi escrutinio me ha señalado como responsables de ese sufrimiento y pobreza. Y todos tienen nombres y apellidos.

Ese mundo que, secuestrado por un diabólico poder, lo ha venido moldeando de acuerdo a su plan ejecutado con tal eficiencia que la gente engañada y defraudada, ven al hombre íntegro, patriota, que ama a su país, como alguien que su reloj da la hora correcta mientras que todos los del país marcan la hora equivocada, y lo rechazan por tratar de engañarlos. Porque les han destruido sus estructuras mentales, morales y, cuando algunos se resisten, simplemente los hacen cómplices. Con toda premeditación, como lo hicieron con la Unión Europea, han quebrado a su gobierno y solo falta le extiendan el certificado de defunción para recoger los escombros y, como los antiguos bárbaros, repartir el botín de su pillaje.

 Fue cuando me detuve a pensar y me preguntara ¿Cómo fue posible que viviera engañado durante tanto tiempo? Pero, yo mismo me respondía, estaba plácidamente dormido soñando “el problema no es tan grande, son exageraciones y tarde o temprano regresaran los buenos”. Hasta que finalmente me di cuenta de que los buenos son una especie en extinción y, los que han sobre vivido, presos del miedo ahora se esconden. A otros, como los mafiosos de Colombia, les dieron a escoger, plata o plomo, y de forma muy conveniente eludieron el plomo, diluyeron sus ideas y ahora son “conservadores light”, otros aparecen en su convocatorias como el Foro Económico de Davos o en las del Bilderberg, porque ahora son liberales-libertarios super light”. Y, eso sí, hacen mucha publicidad estilo los shows de Las Vegas.

 No me había dado cuenta de que la historia la escribieron ellos, que el 95% de la media es de su propiedad, las redes sociales trabajan para ellos, dan órdenes a los militares, a los jueces, el congreso y sus cabilderos están en sus nóminas. Y, en medio de ese ataque frontal y descarado que invita a una batalla de gran escala, nuestros ejércitos se han encogido y en cada matorral se esconde un liberal-libertario apuntando contra los que hemos permanecido fieles a nuestras ideas, a nuestros compromisos y, como le dijera mi abuelo a Pancho Villa cuando amenazara con fusilarlo si no negaba su amistad con el Gral. Obregón: “General, yo cuando doy las nalgas no las aprieto”.

 Villa no se quedaría con las ganas y, al día siguiente, en el pueblo de San Pedro de la Cueva, al pie de la sierra madre de Sonora, fusiló a todos los hombres y al cura lo asesinó él con un tiro en la cabeza. En Sahuaripa prometía invadir de nuevo EU y tirar a su corrupto gobierno.

 Yo ahora le doy las gracias a Donald Trump, pues como dicen los vaqueros, me hizo cortarle huella a los malvados y yo, como mi abuelo, tampoco las aprieto.           

        

 

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