Ricardo Valenzuela
El enfoque de Trump con su “Primero América”, combinado con pragmatismo, orientación a resultados, políticas procrecimiento económico, control de la burocracia, es lo que está detonando impresionantes resultados y la gente les da la bienvenida, pero, las fuerzas oscuras que habían iniciado el camino real hacia el control del mundo, están históricos ante alguien que los ha detenido.
A empujones y como la tortura que representaba tomar aquellas horribles purgas de aceite de ricino que teníamos que tomarlas apretando la nariz, y ante una media muda, los vociferantes enemigos de Trump han iniciado el doloroso proceso de aceptar que, a menos de año y medio de su presidencia, el país no ha sido destrozado, no ha lanzado ningún ataque nuclear, las calles no están desiertas y solo se escucha el aullido de los coyotes. Pero ese proceso se ha tornado aún más doloroso pues no les ha quedado otra opción que aceptar la economía de los EU está en medio de un boom, que sorprende al mundo entero.
Desde que Trump declarara su candidatura, unido a un grupo de amigos cibernéticos hemos estado prediciendo que, con su particular estilo y su rica experiencia, rescataría el país de la miserable economía de Obama para darse a la construcción de un boom como el que estamos atestiguado. En algunas ocasiones, ante la furia de muy pequeños auditorios, comparábamos el potencial de Trump con el récord de Ronald Reagan. Parece que nuestras predicciones se empiezan a convertir en realidades, pues ya hay gente que lo describe como el Reagan de nuestra generación. Reagan creó millones de empleos bien pagados, una prosperidad sin precedentes y la mayor expansión económica en la historia de los EU. Trump marcha firme para superarlo.
¡Hechos! El reporte de empleo del mes de mayo muestra un robusto y acelerado crecimiento. Sin incluir la agricultura, se crearon 230,000 empleos cuando la expectativa era de 30,000. La tasa de desempleo se ubicó en 3.8%, la más baja desde “noviembre de 1969”. Es decir, el mejor comportamiento en casi cincuenta años. Los salarios se han incrementado en 3% en lo que va del año. Un aumento de esta naturaleza en los 8 años de Obama era un sueño irrealizable. El número de empleos permanentes se incrementó en 904,000. Este ha sido el incremento más grande en lo que va del siglo. Se reportan empleos vacantes de 7 millones y solo 6.3 millones buscando trabajo.
La economía de Trump está produciendo todo lo contrario de la de Obama. Trabajos permanentes, de calidad y bien remunerados. La confianza del consumidor ha llegado a niveles récord, el mercado de valores igualmente llega a niveles récord. La única respuesta de sus enemigos la acaba de enunciar ese resentido orate que se dice comediante, Bill Maher, proponiendo crear otra gran depresión para sacarlo de la Casa Blanca.
La fórmula más precisa para medir el crecimiento económico es el PIB. Después de reportar una expansión del 3% en los últimos 12 meses, el FED está prediciendo un crecimiento de un 4.9% para el segundo semestre. Estos comportamientos no se habían atestiguado desde la era de Reagan. Los EU han recuperado el liderazgo mundial de competitividad gracias a las decisiones temerarias de Trump, pasando ahora a ofrecer una estructura más atractiva que las de economías en boom de países como Hong Kong, Singapur y Suiza. Un récord de casi 40% de negocios medianos y pequeños están ya pagando a sus empleados salarios más altos que los del año pasado. Un 75% de negocios planea pagar a sus empleos $12 dólares por hora o más, comparado con un 52% de hace un año.
¿Cómo se ha logrado lo que ya algunos llaman el milagro económico? Son muchos los motivos, pero citaremos tres. Primero: Se han recortado dramáticamente los impuestos y se ha iniciado un retorno masivo de capital. La demanda crece y la oferta va a su encuentro con negocios flotando en ese capital para invertir. Segundo: Trump está destruyendo la medusa de mil cabezas que representan las regulaciones a un ritmo jamás visto, así los patrones pueden invertir su dinero en lugar de pagar abogados para enfrentar a los inspectores del gobierno sedientos de sangre. Tercero: Debido a las políticas liberatorias de Trump, EU se ha convertido un país independiente en producción de energía. Este milagro es tan real que hasta el gurú Warren Buffet lo define como tal.
El enfoque de Trump con su “Primero América”, combinado con pragmatismo, orientación a resultados, políticas procrecimiento económico, control de la burocracia, es lo que está detonando estos impresionantes resultados y la gente les da la bienvenida. El resultado ha sido el cambio de una denigración permanente a una confianza contagiosa. Alguien que requiere de un reconocimiento especial, es su jefe del Consejo Económico Nacional, Larry Kudlow, cuyo prestigio y opiniones provocan movimientos en los mercados que todo mundo espera y sigue. Más allá de proporcionar al presidente consejo económico, Kudlow tiene que vender al país el éxito de las políticas de Trump. El modelo Trump-Kudlow se orienta al apoyo de los negocios y sus empleados para que sean exitosos y se expandan.
La idea es expandir la economía de la oferta (Supply-Side) —los productores son los que fabrican todos los bienes y servicios que disfrutamos— limpiando el camino de los obstáculos del gobierno que Kudlow lo explica así: “Si tú gravas algo con impuestos, obtendrás menos de lo que graves. Pero si tú liberas algo de esa carga impositiva, obtendrás más de lo liberado”. Es una filosofía económica que uno de sus primeros abanderados fue Jean-Baptiste Say, y en años recientes Art Laffer, el laureado con el Nobel, Robert Mundell, Robert Bartey, y Jude Wannisky, fundador de Policonomics. La oferta crea su propia demanda y recortando impuestos, empresas y personas tienen más dinero en sus manos, así la gente demanda y la empresa hace frente a esa demanda invirtiendo y produciendo.
Las tendencias proteccionistas de Trump son entendibles. La revisión de los acuerdos comerciales está arrojando no ser tan libres. Canadá, socio comercial más importante de EU, tiene tarifas de 250% a productos lácteos, 50% al trigo, 30% a la carne de bovino y muchos otros por el estilo. En un juego de presiones esto es lo que exhiben los participantes. La economía China es el 50% de la de EU y tienen una deuda del 250% de su PIB y, al igual que Japón, le llegará el día del juicio. La economía de EU es más grande que la suma de todas las de los miembros del G6, que exhiben una deuda de casi 200% de su PIB sumado.
Sin embargo, en la recién terminada reunión del G7, Trump, después de enfrentar los reclamos por sus recientes tarifas, respondía señalando las prácticas abusivas de algunos de ellos. Pero luego sorprendería a todos proponiendo algo temerario, eliminar totalmente las tarifas y afirmaba: “Es como debe ser. El libre comercio debe ser sin tarifas, sin barreras, sin subsidios. Eso fue lo que nos enseñaron en Wharton School of Finance. ¿Están ustedes dispuestos? Porque yo sí”.
El cambio es muy evidente. Los EU están viviendo el fenómeno clásico de las “expectativas racionales”, cuando el ánimo de la gente en gran parte dicta el comportamiento de las economías. La gente está optimista y le dan la bienvenida al futuro. El capital ha regresado. Todo mundo está comprando o demandando bienes y servicios. Los inversionistas han salido de su marasmo y buscan oportunidades. Esto es un nuevo amanecer. De nuevo se puede ganar dinero sin recibir insultos. La gente de nuevo se siente libre para practicar el capitalismo sin sentirse culpable. La guerra contra los negocios ha terminado. Y en palabras de un conocido autor y emprendedor; el sol de nuevo ha salido. El cielo de nuevo es azul.
No comments:
Post a Comment