Ricardo Valenzuela
Los quiero invitar a llevar a cabo un viaje muy provechoso para que, al terminarlo, sin presunción poder afirmar que tenemos los conocimientos suficientes no solo para entender el gran peligro que en estos momentos ciertas fuerzas representan para la humanidad. También, llegaremos a conocer quiénes son, como operan, sus poderosas armas con las que han avanzado, sus estrategias de no tomar prisioneros. Su indescriptible riqueza con la que todo pueden comprar. Conoceremos a sus principales socios en diferentes partes del mundo. Y, sobre todo, conoceremos sus lacayos en EU que en estos momentos es el blanco más importante de sus ataques, son diabólicos, son inmorales, son corruptos, pero, de ninguna manera son seres superiores intocables. Y, finalmente conociendo su agenda 30 tenemos claro hacia donde se dirigen.
Creo es importante señalar que en todos estos ataques que hemos sufrido de parte de unas desconocidas elites, cobran gran importancia la forma que en que nos han manipulado para, con una fe celestial, aceptar todos los pronunciamientos económicos, políticos, sociales, debido a la manipulación que hemos sido víctimas y de forma subliminal nos han llevado a sumarnos a sus legiones descerebradas para seguir sus mandatos sin cuestionar. El ejemplo más claro de los últimos más de cien años es la forma como nos convencieron de su libre comercio internacional como la panacea salvadora del mundo. Y, nos ha tomado mucho tiempo para darnos cuenta con la sacudida de Trump, de que todos sus acuerdos de “libre comercio” son más bien de libre saqueo de los países que reclutan. Aquello de que los déficits comerciales eran buenos, nos ha llevado a que ciegamente aceptemos nos degüellen como animales cebados.
Estoy totalmente convencido que el evento más destructor que le pudo suceder al mundo en esta primera parte del siglo 21, sin duda fue la elección a la presidencia de EU de un marxista disfrazado como Obama. Pero, para que eso pudiera suceder, las fuerzas ocultas debieron preparar su llegada practicando su deporte favorito; provocación de una crisis que, por supuesto, jamás habrían de desaprovechar pues para eso la habían creado. La crisis financiera iniciada en el 2016 ha sido el evento económico más importante de los últimos 80 años. Y, aunque yo pienso fue creada con toda premeditación, alevosía y ventaja, lo puedo comprobar con todas las destructivas decisiones que otros piensan se crearon por mala identificación de las causas. También, algunos piensan que, con esas causas mal identificadas, se aplicaron las políticas equivocadas.
Esta crisis fue provocada para que Obama tuviera toda la libertad de engrosar la prisión con la que ya mantienen al país, fue totalmente exitosa para ellos porque, además de este objetivo fundamental, también les sirvió para apuntalar lo que ya estaba vivo y respirando, el “capitalismo salvaje”. Ese horripilante monstro que hasta los niños lo buscan cada noche debajo de su cama y, para destruirlo, habría que poner a trabajar la imprenta del FED las 24 horas del día y, como Lancelot, Lord Obama montara su bello corcel para, por un lado, salvar a los inocentes ciudadanos víctimas de esa diabólica ambición y, por el otro, castigar a los culpables, identificados por ellos y a su conveniencia, amarrándoles las manos para que no sigan lucrando de su inmoralidad. Y, de esa forma, abrir un nuevo zaguán a los nuevos asaltantes que trabajaban para ellos ya sin competencia que tanto los molesta.
La gente nunca se dio cuenta que los verdaderos retos que ahora tienen al frente son filosóficos, no económicos. Porque la combinación de altruismo y pragmatismo es la gran amenaza. No hemos entendido lo que está totalmente probado que las políticas altruistas de los gobiernos (estado de bienestar) fueron las raíces de la crisis. Ellos han sido programados para creer que avaricia y ambición, que son malas, no altruismo, que es bueno, causaron la grave crisis. Pero las dos afirmaciones son falsas, la crisis fue creada por ellos mismos básicamente a través de su fatal instrumento con el que controlan el mundo; Fondo de la Reserva Federal.
Los padres fundadores de EU proclamaban que todos fuimos creados iguales. Pero, solo iguales ante la ley. Porque ellos no creían que los seres humanos eran iguales en cada respecto y tampoco pretendían que todos los resultados de sus acciones fueran iguales. Ellos tenían un gran temor a la tiranía de las mayorías y la inclinación de ciertos grandes grupos para usar el poder del gobierno y tomar lo que otros producían. Vida, libertad, y la persecución de la libertad fue la premisa moral revolucionaria para defender el derecho del individuo a su propia vida incluido el derecho a todo el producto de su trabajo. Esta premisa moral fue lo que hizo a EU tan especial y cuando el amenazante colectivismo fallara, como siempre lo hace, siempre tendrían sus grandes porras para culpar la ambición y la libertad de sus malos resultados.
La naturaleza no nos provee de forma automática con lo que necesitamos para sobrevivir y ser felices. Tenemos que producir utilizando la naturaleza a nuestra medida y necesidades. También tenemos formas especiales de producción que básicamente es nuestra capacidad de pensar, de razonar. Y aunque nuestra habilidad para razonar y usar los medios de producción, no somos infalibles. Tratamos de vivir con principios, valores como honestidad e integridad, para mejorar nuestras posibilidades de éxito y felicidad. Debemos de estar constantemente tratando de incrementar nuestra productividad usando esos principios como guía básica de nuestras acciones. Y, el capitalismo original es el único sistema económico político que da a los individuos la libertad de pensar por ellos mismos y premiar a quienes crean las ideas más productivas, bienes o servicios determinados por acciones de otros miembros productivos demandando esas ideas, productos, o servicios.
La gente no puede utilizar sus talentos para crear esas ideas a menos que sean libres. Las reglas, mandatos y regulaciones de los gobiernos no permiten el pensamiento creativo ni la experimentación. Un mercado libre es un masivo experimento de competencia de ideas y las más productivas son las que ganan. La mayoría de los experimentos fracasan, pero aun experimentos fracasados nos dirigen a un entendimiento mejor. Pero, cuando esos intelectuales elitistas detienen la experimentación porque piensan ellos son mejores que nosotros y saben cuál es realmente el bienestar público, ese aprendizaje se detiene. Ellos siempre usan ese bienestar público como excusa para acrecentar su poder. Pero, la diabólica realidad es que ellos no quieren competencia en su ruta hacía lo que aman con locura; sus monopolios. La competencia es para ellos veneno.
El verdadero capitalismo, no el salvaje tan desprestigiado que no es capitalismo es bueno porque es consistente con la naturaleza humana. El capitalismo funciona porque produce los más altos estándares de vida y siempre se ha comprobado. Los verdaderos gobiernos morales son los que vigilan el respeto de los derechos individuales mientras previenen el fraude y el uso de la fuerza. En un nivel fundamental, la libertad es necesaria para la persecución de esa felicidad, en lo más profundo de su significado. Felicidad es el objetivo final del juego de la vida. Los verdaderos representantes y soldados de las sociedades libres (las verdaderas no las de Soros) basándose en los derechos individuales y gobiernos limitados, son propietarios exclusivos de la fundación moral. Son los verdaderos defensores del esfuerzo humano en la persecución de su felicidad en libertad.
Pero, todo esto es lo que en estos momentos está bajo el ataque de esas oscuras fuerzas que en la administración Obama tuvieran un adelanto como jamás lo habían logrado durante los últimos cien años. Pero, cuando su avance no solo se detuvo, sino que fue amenazado por la sorpresiva emergencia de Trump, decidieron recuperarlo con una estrategia de vida o muerte cometiendo todo tipo de inmorales pecados contra la constitución y las leyes emanadas de ella.
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