Ricardo Valenzuela
Silencio que finalmente te he encontrado
Entre las ruinas de un cerebro confundido
Entre los escombros de un pasado afligido
Por primera vez he entendido el significado
Por primera vez siento no estoy acorralado
Silencio que ahora entiendo es ese espejo
De la gran realidad ignorada, desconocida
Que me rescataste de esa vida a la deriva
Contigo pude recuperar aquella fe perdida
Pude liberarme de las cadenas de lo añejo
Silencio finalmente entendí el significado
El verdadero que construye esa grandeza
El material que constituye la gran nobleza
El rescatista de tanto hombre equivocado
Herramienta con la que me he levantado
Silencio que a mí me llevara a liberación
Así comprender lo difícil de algo infinito
Como increíble rescate de algo marchito
Me enseñara el significado de evolución
Me mostró la ruta para mi nueva edición
Silencio me enseñó la ruta de la victoria
Y debía destruir mi compañera frivolidad
Me enseñó el gran valor de la moralidad
Para abandonar la falsa puerta rotatoria
Qué valor de lo material es idea ilusoria
Silencio que me mostraría la inmensidad
Del valor real no el de tantas apariencias
Y entender que todo tiene consecuencias
Que el hombre tiene pavor por la verdad
Con sus reflexiones me alejó de fatalidad
Silencio entendí es la ruta de la sabiduría
Y tenemos gran poder en nuestro interior
Regalo del divino arquitecto y constructor
Y así la vida fuera siempre nuestra autoría
Solo con esas conductas se nos absolvería
Silencio que me enseñó lo que es prudencia
La que yo mantenía oculta entre las cenizas
De aquellas ruinas de viejas formas postizas
Y tirada al pantano de las arenas movedizas
Que por tantos años fuera una vil sentencia
Silencio, ese hermano gemelo de la soledad
Otro gran producto escaso difícil encontrar
Grandes compañeros para siempre cabalgar
Hacia los horizontes especiales para meditar
Esos bellos interiores de verdadera felicidad
Silencio que se convertiría en ese semillero
De la cosecha de todo hombre que convierte
Su camino en feroz lucha y siempre revierte
Ese campo enemigo en un hermoso sendero
Hacia el paraíso de libertad siendo el pionero
Silencio como el de Jesucristo en el desierto
Que le diera fuerzas para cambiar el mundo
Porque en su ruta llegaba a lo más profundo
Donde mora aquel espíritu y nada es incierto
Para dejarnos su herencia y nunca ha muerto
Silencio de hombres especiales y diferentes
Que no reclaman, no castigan y nada ofrecen
Pero solo con su poderosa mirada estremecen
A multitudes y hasta campos secos reverdecen
Porque su silencio es conjunto, luces potentes
Silencio para aquel hombre con un gran sueño
Que ahora impulsa ese sueño con su avanzada
Hacia el paraíso de esa tierra libre tan deseada
Donde los justos serán bienvenidos a su morada
Y finalmente sentir ha cumplido con su empeño
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