Ricardo Valenzuela
Para fijar el esquema de esta nota debo describir la influencia que tuvieron sobre mi vida dos hombres que yo admirara profundamente. Mi padre, mi tío Gilberto Valenzuela hermano de mi padre. Y para que el esquema tenga la estructura clara mostrando realidades no opiniones, debo acudir a mi pais, Mexico, para describirlo con la frase de Vargas Llosa, “Dictadura Perfecta”. Una dictadura donde desfilaran presidentes cargando siempre ese infinito poder de las tres ramas del gobierno rivalizando al rey sol. El gobierno y la ley de Mexico era y sigue siendo, el presidente.
Mi padre, un hombre educado en Europa donde se graduara como abogado en la Universidad Libre de Bruselas. Mi tío Gilberto Valenzuela también abogado y quien, siendo 20 años mayor que mi padre, al morir mi abuelo paterno, pasaba a tomar la responsabilidad de su hermano desde los diez años. Así mi padre viajaría con su hermano a Bélgica donde sería embajador, después a Londres donde también su hermano era embajador. Mi padre y su hermano, además de portar la misma sangre, portaban también la religión de la ley que se describieran en libro narrando la vida de don Gilberto titulado: Una Vida consagrada a la defensa del principio de Legalidad. Algo me heredaron.