Los gobiernos asumen una conducta similar a la del alcohólico basada en la euforia momentánea que les produce el caudal de dinero falso que, no solo les permite dibujar una economía igualmente falsa. Es también su mejor herramienta para perpetuarse en el poder.
A pesar de mi boicot a todas las fuentes de noticias evitando su proceso de sorber mentes, crear sociedades dependientes operando en acuerdo con los programas que les implantan, no pude evitar enterarme de la última barrabasada del gobierno de Cepillín Biden con un congreso de traidores, aprobando una “inversión” en infraestructura de unos tres trillones de dólares. Operación clásica del EP a través del FED, pues, con la creación de ese dinero falso, tendrán una ganancia mínima de aproximadamente $1 trillón de dólares operando esta bacanal. Pero, no es por su ineptitud que lo están haciendo, sino por su avaricia, su falta de escrúpulos e inmoralidad.