Ricardo Valenzuela
Es realmente divertido e impresionante observar el desarrollo de esta segunda avenida de Trump a la presidencia, en la cual, en menos de tres meses, ha provocado una histeria mundial. Porque es muy diferente a la primera por infinidad de razones. Ahora es un Trump que ha llegado con la experiencia que no tuvo en la primera en la cual, en su novates, lo amordazaron. Llega con gente totalmente leal que tampoco tuvo en la primera llena de traidores. Y, algo muy importante, llega sin el pendiente de reelegirse, lo cual, ahora le va a permitir soltarle la rienda al potro y arrimarle las espuelas.
Y, con esas herramientas en su bodega, la temeridad de Trump ya ha emergido para iniciar el derrumbe de grandes mitos ante una sorpresa mundial pocas veces vista. Derrumba el primero al estar exhibiendo la horrorosa corrupción del gobierno, algo que, en su historia de 250 años, nadie se hubiera atrevido y permanencia como esa agonía lenta y secreta del país. Y, con un propósito firme de combatirla, no para su venganza, sino para la salvación, le ha dado vida a DOGE encabezado por un genio como Musk. Y, para medir lo que Musk está encontrando, solo tenemos que observar las pandillas mercenarias de Soros atacándolo como ellos lo saben hacer.