Ricardo Valenzuela
Ayer, un amigo al ver mi entusiasmo por la victoria de Trump me preguntaba que novedad acudía para provocarlo y, sobre todo, cómo esa posible novedad podría abonar para que Trump emergiera victorioso de la feroz lucha que se perfila en el horizonte de un pais desconcertado. Yo le respondía sugiriéndole acudir al video con el cual Trump, como es su estilo, de frente notifica a sus enemigos el campo en el cual se deberán enfrentar. Pero, al mismo tiempo lo dirige también a sus soldados para que conozcan el plan de la batalla y se preparen para librarla.
Al acudir a ese mensaje podría identificar las diferentes reacciones que ha provocado. Porque en su mensaje debela los principales objetivos que se estarán persiguiendo, previa descripción asertiva y honesta de la grave situación del país que se ha ocultado, pasa luego a explicar las razones sobre las cuales se sustentará esta lucha y, al finalizarlo, veremos esta será una batalla como nunca se haya librado y que, sin lugar a duda, provocará una rebelión diferente contra los oligarcas globales en la cual Trump, identificando como su blanco supremo sus monopolios, que serán sujetos para su destrucción siendo herramientas con que han controlado al mundo en la toma que están a punto de lograr con su Agenda 2030.
