Ricardo Valenzuela
Hace unos días mi
buen amigo, Giancarlo Ibarguen, ex rector de la Universidad Francisco Marroquín
de Guatemala, la única universidad liberal del mundo publicó un artículo que me
ha provocado llevar a cabo una profunda reflexión.
Giancarlo, gran intelectual, liberal puro con etiqueta del liberalismo escocés, formador de mentes libres, alérgico a la política y a los políticos definidos en el libro, El Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, desliza una incisiva afirmación para luego convertirla en una interesante invitación. Sabiamente señala el que, en la sinfonía promotora de las ideas de libertad--especialmente libertad económica--los instrumentos de los empresarios desafinan la melodía, o peor, brillan por su ausencia y simplemente no soplan.