REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo
Valenzuela
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La absolución del
presidente Trump en el proceso iniciado por un grupo de representantes
demócratas para desaforarlo, fue otro golpe que recibió el estado profundo
mundial en uno más de sus intentos para hacer a un lado su estorbo en el camino
hacia la consolidacion de su Nuevo Orden Mundial. Sin lugar a dudas, Trump, si
ellos no lo asesinan como lo hicieron con Kennedy, cambiará la cara de los
nuevos EU. El arribo de Trump es parte de una nueva era de grandes espacios de
civilizaciones y sus luchas. Pero para las elites económico-financieras ELLO significa
una gran pérdida de poder. Y ¿Qué es lo que deciden hacer? Entre otras cosas, inundar
los EU con refugiados de América Latina.
Una de las
mejores descripciones de cómo opera este fenómeno es el libro de Kelly
Greenhill titulado; “Armas de Destrucción Masiva: Desplazamiento Forzado, Coerción,
y política Exterior”. Es una forma de infringir costos a los blancos que hayan
establecido a través del uso de bombas demográficas humanas para alcanzar fines
políticos que no se podrían lograr a través de medios militares. En el caso de
EU, es algo semejante a revivir la esclavitud con invasiones para refrescar el
inventario de mano de obra barata, crear grupos de votantes demócratas, e
incrementar la necesidad domestica de un gobierno centralizado en su paso hacia
un gobierno mundial. Trump es el freno de este plan y el gran problema.
Totalmente confundidos de que Trump fuera elegido y, sobre todo, que continúe en el cargo, los Rothschild han recurrido al portavoz de sus medios globalistas para declarar que Trump es una amenaza real que, de forma efectiva, está destruyendo el Nuevo Orden Mundial. La herramienta de propaganda del globalismo y propiedad de la familia Rothschild, The Economist, ha calificado al presidente de los Estados Unidos como un "peligro real y presente" para el "Nuevo Orden Mundial", y afirma que los internacionalistas nunca habían estado tan nerviosos y preocupados en las ya casi 8 décadas que les ha tomado establecer su proyecto.
The Economist señala al presidente Trump como la mayor amenaza para el Nuevo Orden Mundial por encima de otras amenazas legítimas como el yihadismo, el terrorismo, la expansión de china comunista y la hostilidad de Corea del Norte. “Quizás el mayor peligro en la actualidad es la incumbencia de un presidente estadounidense que desprecia las normas internacionales, que desconfía del libre comercio y que continuamente coquetea con el abandono del papel esencial de Estados Unidos en el mantenimiento del orden legal global ", escribe The Economist.
"El orden internacional que surgió de los escombros de la segunda guerra mundial con los acuerdos de Bretton Woods e instituciones como el FMI, Banco Mundial, OMC, fue un gran avance comparado con cualquier otra época anterior", afirma el artículo. “Sin embargo, el internacionalismo liberal está siendo atacado por muchos lados. Pero la doctrina de Donald Trump de América Primero la repudia explícita y agresivamente ”. The Economist describe cómo la administración Trump ve el escenario mundial, citando un artículo escrito por dos de sus asesores en un editorial del Wall Street Journal.
"El mundo no es una" comunidad global ", sino una arena donde las naciones, los actores no gubernamentales y las empresas privadas se encuentran, se relacionan, se involucran y compiten para obtener ventajas". H.R. McMaster y Gary Cohn escribieron. “Traemos a este foro mundial una fuerza militar, política, económica, cultural y moral inigualable en la historia. En lugar de negar esta naturaleza elemental de los asuntos internacionales, la aceptamos ”. Sin embargo, claramente afirmaron que “Primero América” no quiere decir EU solo amenazando el aislarse del resto del mundo. Pero las reglas serán diferentes”.
The Economist hace la extraña afirmación de que, a pesar de ser directamente responsable de numerosas guerras e intentos de ilegales golpes de estado desestabilizadores en todo el mundo, este Nuevo Orden Mundial es mejor que cualquiera de las alternativas existentes y no existentes.
"Por supuesto, en este mundo todavía hay muchas guerras", afirma la revista. "De alguna manera, el Nuevo Orden Mundial ha sido responsable de que esas guerras internacionales sean mucho menos probables, pero inadvertidamente ha provocado más de esos conflictos internacionales en todo el mundo".
"Los países frágiles y pendencieros que antes habrían temido ser conquistados por vecinos más poderosos, ahora pueden ser víctimas de guerras civiles o insurgencias brutales, cuyos actores teman la pérdida del territorio nacional que buscan controlar". Grupos renegados sin gobierno, como el Estado Islámico, pueden tomar y mantener, al menos por un tiempo, territorio de gobiernos disfuncionales ". Las guerras bien intencionadas, pero mal concebidas, para cambiar los regímenes opresores a veces han producido desenlaces fatales".
La revista
concluye afirmando que los arquitectos que en el pasado le dieron vida a esta
globalización, "deben estar revolcándose en sus tumbas" al ver que
tan lejos ha llegado Trump en su lucha contra el Nuevo Orden Mundial, y debe
ser removido de su cargo para preservar ese gran sueño que es lo más
conveniente para el mundo”. Y de nuevo, el gran obstáculo es Trump.
Pero hay otras
fichas que mueve el globalismo. En días pasados se ha revelado que el candidato
a la presidencia que apoyan los globalistas es el ex alcalde Peter Buttigieg,
puesto que llena todos los perfiles y cumple con todas las exigencias que ellos
demandan. No es blanco, es homosexual casado y con esposo, es hijo de un
marxista recalcitrante filosofía que él lleva a los extremos. Sospechosamente,
sin tener los medios, recibió una educación de primera en universidades como
Harvard en EU y Oxford en Inglaterra. Especialmente llama la atención el que
hay sido oficial de Inteligencia Naval y, sobre todo, en su despliegue en
Afganistán participara en un proyecto responsabilidad de la CIA.
En el mundo de
las conspiraciones se le identifica como un robot formado por la CIA para que
emerja The Manchurian Candidate, totalmente diferente a esa amenaza llamada
Trump, para identificarlo como una nueva versión de Obama, pero corregida y
aumentada, y de nuevo tomar el rumbo del Nuevo Orden Mundial. Para el estado
profundo global es de nuevo izar esa bandera de un nuevo mundo aniquilando la
familia, el cristianismo, la religión, la libertad, la moralidad y, como el
caso de California, establecer un nuevo concepto de lo que es bueno y lo que es
malo con una nueva tabla de los mandamientos, reconectando los cables de su
control y lograr su objetivo supremo: un gobierno mundial, con una sola religión,
la suya, una sola moneda. Y de ello nazca el Socialismo Aristocrático.
Para ello,
utilizando sus armas silenciosas en su guerra apacible, necesitan lograr dos
cosas, eliminar a Trump, desarmar a la gente, para luego desembarcar su
criatura ya con un mar en calma.
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