Ricardo Valenzuela
El día de ayer me llegaron una serie de videos que me dejaban temblando, y afirmo, yo no tiemblo fácil. El primero es de Mel Gibson el gran actor y director, quien, cargado de evidencias, arremete contra la iglesia católica y los grupos demoniacos que están tomando su control. El segundo fue uno del Obispo Carlo Maria Vigano, no solo para ratificar lo afirmado por el actor, sino ampliar sus comentarios de la forma en que la iglesia ya se ha sumado al esfuerzo de los globalistas demoniacos, para establecer la Agenda 2030. La siguiente ronda era de dos serios y honestos periodistas afirmando EU esta ya al borde de una guerra civil, con infinidad de argumentos sólidos que sería muy largo de comentarlos. Esto es muy grave amigos.
Yo desde hace tiempo he venido escribiendo cómo la causa de estos problemas ha sido la pérdida de moralidad, primero del gobierno federal, segundo de una iglesia con millones de miembros que la están abandonando en parvadas. Tercero, no toda, pero una gran parte de la sociedad civil cortesía de los sistemas de educación, de la media propiedad de los oligarcas globales, la industria del entretenimiento y sus aliados mas recientes, Silicon Valley (Google, Facebook, Microsoft, Instagram etcétera) ha perdido sus principios morales con los cuales los valores se hunden en el mismo naufragio. Y eso ha sido el plan de los oligarcas puesto que, sociedades derrotadas e inmorales, son fáciles de controlar y explotar.
Y con la nueva emergencia de Trump, el susto que les sirvió Milei en su reunión anual del Foro Económico Mundial, el enfrentamiento del estado de Texas contra el gobierno federal que le ha dado barra libre a los cientos de miles de gente de todo Centro América en un fenómeno que el exjefe de la patrulla fronteriza estima ha provocado la entrada de cerca de 4 millones de ilegales durante los últimos tres años. Biden utilizando el sistema judicial como arma en contra de sus enemigos amenaza con enviar tropas a Texas.
Wilhelm Röpke fue un economista y crítico social alemán, mejor conocido como uno de los padres espirituales de la economía social de mercado. Profesor de Economía, primero en Jena, luego en Graz, Marburg, Estambul y finalmente en Ginebra. Röpke teorizó y colaboró para organizar el despertar económico de la economía alemana destrozada por después de la Segunda Guerra Mundial, desplegando un programa referido a como ordo liberalismo, una variante más conservadora del liberalismo alemán, muy centrado en la fundación moral de la sociedad civil.
Con Alfred Müller-Armack y Alexander Rüstow y Walter Eucken y Franz Böhm aclaró las ideas, que luego fueron presentadas formalmente por el ministro de Economía de Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial, el gran Ludwig Erhard, bajo la cancillería de Konrad Adenauer. Por lo tanto, se considera que la influencia económica de Röpke y sus colegas es en gran medida responsable de permitir el "milagro económico" de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Röpke también fue un gran historiador nominado al Premio Nobel de Literatura en 1965.
Ropke afirmaba: “Las noches más negras del alma como las noches tan negras de la historia mundial, tienen su origen en las infecciones internas no en invasiones externas”. Pasaba luego a asegurar que una cura genuina a ese virus que deja a los humanos sin moralidad, nunca se encontraría en reformas institucionales sino en una profunda y sincera auto examinación de parte de cada individuo. El hombre puede ser responsable por sus infecciones internas aun cuando no pueda controlar los golpes que recibe del exterior. Pero nos debemos preguntar. ¿De qué región en lo más profundo del alma es donde nace la receta del gran economista Roepke, Metanoia?
Sería interesante encontrar cuantos economistas hoy día saben lo que es la Metanoia. El papel de los intelectuales en la pudrición interna del ser humano fue algo que el gran pensador, Roepke, siempre insistía analizar para llevar culpables al banco de los acusados. Los llamados clerks de la edad media se convertirían en los siempre indispensables intelectuales de nuestra era moderna. Él se oponía ferozmente a la especialización extrema en aquella era cuando no podía ignorarse una sociedad vigorosa. Pensaba que cuando las necesidades básicas de la sociedad no están satisfechas, era irresponsable la indulgencia en bienes de lujo.
El hombre no es una bestia de rapiña en el sentido en que nosotros, en nuestro decadente pesimismo, algunas veces dudamos de nuestra verdadera humanidad, y si incursionamos en nuestro brutalismo, tampoco debemos de ensalzar nuestra maldad, todavía no al nivel de bestia de rapiña. La realidad es que el hombre es un ser que, premiado con intelecto, posee la habilidad para elegir su curso de acción y es capaz de tomar decisiones morales. Puede elevarse muy por encima de los animales, pero también hundirse en lo más profundo de los infiernos. Pero es todavía fiel a su naturaleza buscando razones para justificar ciertas acciones, poseedor de imprudencia debe justificar su naturaleza zoológica. Es decir, usar su inteligencia para ser más bestial que cualquier otra bestia
Este ha sido el gran error del racionalismo que ciegamente se ha conectado con el intelecto entregando su confianza ilimitada, y lo utilizan como una infalible guía olvidando el profundo significado de la bíblica historia de la Caída: “seréis de los dioses, conociendo el bien y el mal”. El gran error mora en la creencia de no existir ninguna posibilidad de errar, ignorando advertencias, complicaciones maliciosas, engaños, trampas, y paradojas de cómo el intelecto humano es infalible y eso puede llevar a anti-intelectualismo, anti-humanismo, irracionalismo y a la traición de la humanidad.
Todo esto para los sabios del Reseteo Global, puede parecer la opinión de seres inferiores de ninguna manera de quienes puedan pensar la forma errónea que ellos usan su intelecto. Ellos piensan que siempre algo simple se puede corregir con pequeñas pinceladas, pero con esa irresponsabilidad, tiránicamente se ha dictado el pensar de la humanidad ya por mucho tiempo para actuar de tal forma que nos ha llevado a las amenazadoras circunstancias en estos momentos. Situaciones tan ilógicas que hay veces que pensamos es algo que ellos buscan, un fracaso total.
Y cierro este escrito con algo que publica Bill Bennett:
“Lo matarán antes de dejarlo ser presidente. Podría ser un republicano o un demócrata el que intente callar a Trump. No se sorprenda si Trump tiene un accidente. Algunas personas están ya a punto de la histeria: Barack Obama, Valerie Jarrett, Eric Holder, Hillary Clinton y Jon Corzine, por nombrar sólo algunos. Se trata de la dinámica impía entre el gran gobierno, las grandes empresas y los grandes medios de comunicación. Todos se benefician de los miles de millones de dólares de esta asociación, y a todos les conviene protegerse unos a otros. Es uno para todos y todos para uno”.
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