EU ha
iniciado el preludio de lo que deberá ser una realidad que muy pocos se han
dado cuenta, pero, si profundizan su mirada, verán que se trata de un evento histórico.
Pues mientras más avanza el proceso que ya inició Trump apuntando hacia su toma
de protesta, más claramente empieza a emerger la clase de gobierno putrefacto
que tanto ha abusado este pais, que haría lucir a los de America Latina como
monumentos de virtud, moralidad y ética.
El vergonzoso perdón que Biden llevó ejecutó para su hijo, Hunter, es la pedrada que ha golpeado el panal provocando pánico en ese avispero porque, además de lo que significa, han visto que la actitud de Trump ya no es la misma. Ya no camina con cautela por el campo minado que le tendieran durante la primera administración, tampoco frenado para no perjudicar su reelección y, sobre todo, y hay que decirlo, con una determinación que sus temerosos enemigos califican de venganza, pero a mí me parece decisión firme y, finalmente, ante este caos detectado, actuar con gran severidad.
Una actitud definida por un gran historiador político, como el esfuerzo más grande y decidido contra la opresión del pueblo desde la revolucion que le diera vida a EU en 1781. Y, al ver ese nuevo Trump con una decisión que ya no esconde, ahora surge una gran demanda de perdones por destacados criminales que, hasta hace poco, presumían de su impunidad y, una nueva moda, los perdones preventivos ante las posibles acusación. Tenemos una lista distinguida: Hillary Clinton, con sus 35,000 correos borrados, Dr Fauci por su falsa pandemia, Adam Schiff, criminal de oficio y de venta, Liz Cheney y muchos otros grandes promotores de la maldad.
Otro que ya ve la espada de Damocles con filo especial, es el director del FBI Chris Wray con su trofeo de traidor. El responsable de todas las ilegales agresiones a Trump y a infinidad de sus amigos. Destructor de vidas arrestado y encarcelando a Rudy Giuliani, Gral Flynn, Steve Bannon, Alex Jones para silenciar su Infowars, Roger Stone, Paul Manafort, George Papadopulos y muchos más. Pero, el ex FBI tiene buena compañía en el amenazante infierno, el secretario de Justicia y jefe de esa criminalidad, Merrick Garland, de donde llegaran las órdenes para ejecutar de Trump.
Y aun cuando Trump no ha tomado todas las riendas, han empezado a emerger pecados del gobierno tan letales que ya nunca más será posible barrerlos bajo la alfombra, tan letales que, aun los odiosos pecados de Hillary, los hará lucir como una piñata de niños. Lo que está asomando a la superficie, es una conducta de criminalidad que se ha ejercido durante muchos, muchos años. Pecados enterrados en las profundidades de los secretos y la impunidad, y que solamente con la actuación de su falsa democracia, escogían los más veniales para exponerlo y tal vez suavemente castigarlos. Y uno de los más graves e impune, fue el asesinato de Kennedy porque, al igual que Trump, penetraba las zonas prohibidas de sus acciones.
Pecados tan graves como Biden duplicando la deuda del país en solo 4 años, para alcanzar casi los $40 trillones. El haber abandonado $3 billones de equipo militar en Afganistán y cayeran en manos enemigas. Que en estos 4 años se haya permitido y facilitado la entrada de 15 millones de ilegales que le han costado al gobierno $200 billones. El ataque a la salud de la población en sociedad con Bill Gates para luego vacunar a unos 2 millones de gentes alrededor del mundo. La entrega de casi $300 billones a Ucrania el centro de las mafias europeas y asiáticas capital mundial del lavado de dinero.
Pero, esta increíble putrefacción del gobierno de EU no es nueva. Se inició desde principios del siglo 20 con las grandes oportunidades que ofrecieron las dos guerras mundiales, y luego se manejaría a baja velocidad. Con el asesinato de Kennedy se abrieron las puertas de para en par con un criminal del calibre de Johnson. Sin embargo, el avance agresivo se inició con la llegada de los Clinton y su mafia Dixi a la Casa Blanca, y ese proceso de pudrición tuvo un avance histórico con la corrupción que fue permeándose en todas las actividades del país. El gobierno arreciaba su participación en el tráfico de drogas.
Se consolidó la moderna sociedad de este nuevo gobierno con los oligarcas ya propietarios, no solo en el Complejo Militar Industrial, también de Wall Street, de Silicon Valley, las farmacéuticas, el sistema bancario a través del FED y su ilegal operación. Y, lo que había sido incuestionablemente el poder más grande del mundo, el gobierno, le entregaron esa batuta a los oligarcas. Y ellos no requerían de banqueros genios ni estadistas en su nuevo proyecto, requerían de hombres sin valores, sin principios y, sobre todo, sin dignidad.
Y este es el ejército del mal contra el cual Trump combate. Los políticos ahora son soldados de los oligarcas, Silicon Valley sus espías y saboteadores, Los generales en sociedad con la “justicia” son sus operadores y golpeadores. El nivel presidencial de Comandante en jefe lo deciden los banqueros internacionales y Trump se los ha arrebatado de nuevo. El pueblo sabe que han creado esta farsa y la ha financiado con sus propios impuestos, pero finalmente hablaron.
A Trump hace 8 años muchos no le creyeron pues le habían creado la imagen que les corresponde a sus enemigos. Pero, durante esos 8 años pudieron observar su lucha, su capacidad para absorber golpes tan potentes, el no doblarse ni siquiera ante el intento de asesinarlo. Enfrentó todos los cobardes ataques de los enemigos, no solo a él, a toda la gente de EU y del mundo. Y, al haberlo llevado de nuevo a la presidencia, por primera vez con horror se enteran de la maldad de los demonios que pretenden destruir EU. No será una ruta fácil, los hijos de satanás trataran hasta lo imposible para no dejarlo rescatar el país y repito, hasta lo imposible.
Trump es un hombre muy peligroso porque, habiendo conquistado dudas y temores, ya nunca aceptará el fracaso. Sus pensamientos están aliados a ese gran poder y así enfrenta y superada con valentía las dificultades. Él ha glorificado una visión en su mente, ese ideal con el que cubre su gran propósito, y sobre eso construye el futuro que llegará. El plantó ese propósito cavando profundo y no hay duda de que ya están floreciendo y darán los frutos de la libertad, dignidad y nuevas oportunidades para todos.
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