Ricardo Valenzuela
Después de
la avalancha que provocara Milei con su participación en el Foro Económico
Mundial, avalancha que ha cimbrado al mundo entero y, sin lugar a duda, al
anfitrión, Klaus Schwab, la clásica representación de los oligarcas globales,
le causaría una tremenda urgencia de refugiarse en el baño, creo es importante
hacer un importante señalamiento tratando de evitar más confusiones de las que
hay.
Uno de los puntos que tocaba Milei y que yo estoy seguro pudo incitar cierta resistencia, puede haber sido su vigorosa defensa del capitalismo, muy merecida. Porque, desgraciadamente el verdadero concepto del capitalismo, después de casi dos siglos de haber sufrido los más inmerecidos y crueles ataques, se ha venido deformando de tal manera que, a quienes tenemos claro su verdadero significado liberador, conscientes de esa deformación, no solo nos cuesta trabajo defenderlo, nos provoca temor ante la posible reacción de la mayoría de los descerebrados que han sucumbido ante las constantes poderosas campañas para destruirlo.
Aquel esquema de libertad—cuando todavía no surgía la palabra capitalismo—que le diera el primer aliento a los EU iniciando como colonias y ya después como pais, definido de forma brillante en sus documentos originales de libertad, la Declaración de Independencia, su hermosa Constitución, y finalmente “Ley de los Derechos de los Ciudadanos”, se han olvidado apuntando hacia su extinción.
Aquellos
poéticos conceptos de sus padres fundadores para darle vida a un pais de
pequeños propietarios, sin monarquía ni aristocracia, sin ejército poderoso y
pugilístico, con gobierno limitado solo para la protección de los derechos de
los ciudadanos. Y, como afirmara Adams; “un pais con su constitución solo para
hombres morales”. Un capitalismo (sin todavía existir la palabra) que con la
forma de operar y las conductas de sus ciudadanos ya lo dibujaban. Pero, si esa
no fuera una definición clara, en 1810 llegaría Tocqueville con asunto sin
relación política. Pero, al ver una sociedad tan diferente a las de los paises
de Europa decidía quedarse. Un pais de libertad y oportunidades para todos.
Tocqueville
supo era un pais en el cual la persona tenía el derecho de vivir de la forma
que decidiera, pero siempre respetando ese mismo derecho de otros. Donde los valores
más importantes para la gente eran, derecho a la vida, a la libertad, a la
propiedad que eran derechos naturales anteriores al nacimiento de los gobiernos.
Todas las relaciones humanas debían ser voluntarias, y solo se prohibiría por
ley las que incluyeran iniciación de fuerza en contra de otros que no la habían
usado, robos, violaciones, secuestros, fraudes. Tocqueville impresionado con lo
que era el origen del capitalismo puro, en su libro lo definiría como
“democracia”.
El
entarimado que viera Tocqueville incluía los puntos neurálgicos de esta nueva
sociedad libre. Individualismo. Derechos individuales. Orden espontaneo.
Santidad de la Ley. Gobierno limitado. Mercados libres. Virtud de la
producción. Armonía natural de intereses. Paz. Nacia un pais inspirado en el
movimiento liberal emergente en Inglaterra en el cual el hombre regular con su
esfuerzo, trabajo, su producción, podría escalar la pirámide social-económica
que antes fuera potestad solamente de los nobles, así también nacia la
Meritocracia como resultado de trabajo, habilidades, no de conexiones.
El
liberalismo era la definición clara de los que luego sería el verdadero
capitalismo. Un movimiento que había surgido en el siglo 17 como reacción
contra los monarcas y aristócratas que vivían del trabajo productivo de la
gente. Y eso fue lo que sonara una primera alarma de lo que se convertiría en
pánico de la oligarquia real ante el ejemplo que surgía en los EU.
El
absolutismo de los reyes navegaba ya por aguas borrascosas, mientras que el
liberalismo arribaba a Holanda con su tolerancia religiosa, gobierno limitado,
libertad comercial y, habiéndose liberado del yugo de España en el siglo 17,
creaban una confederación de ciudades y provincias, antecedente de las zonas
libres, para convertirse en el gran poder comercial líder de ese siglo.
¡Alarma!
La
explosión económica del liberalismo creando riqueza que el mundo jamás había
atestiguado, fue lo que ya en el siglo 19 Marx bautizara como capitalismo para
iniciar sus ataques. Después, el mismo Marx pasaría a bautizar a plebeyos que,
ante la apertura para su participación habían prosperado creando valor y
riqueza, como burgueses iniciando el desprestigio para quienes, en realidad,
eran los emprendedores ejemplo de la Meritocracia de Jefferson.
Cuando EU
se convirtiera en el pais más rico, próspero y poderoso del mundo en solo 100
años, los oligarcas globales ya alarmados se dieron cuenta que había nacido
algo más peligroso que aquellas potenciales invasiones de Gengis Khan a su
continente. Su nuevo mortal enemigo era esa afrenta que utilizaban dos nombres
para señalarlo: capitalismo y liberalismo de los plebeyos, no de los verdaderos
acaparadores de riqueza y poder que jamás aceptarían perder. Y los EU eran
identificados como un peligroso ejemplo mundial y debían detenerlo. Y para
destruir esa amenaza, primero había que destruir lo que significaban las dos
palabras, capitalismo y liberalismo.
Y ¿Qué
mejor aliado podrían conseguir? Alguien que los odiara tanto como ellos, Karl
Marx. Todos los dineros que financiaran a Marx en su residencia de Londres trabajando
en su magna obra, Manifiesto Comunista, emanaban de los Rothschild,
Rockefeller, y los robber barons de EU que se lo hacían llegar a través del
pirata Laffite como su secreto transportista. Pasarían a financiar a otros
grandes odiadores del capitalismo, los bolcheviques, para la toma del comunismo
en Rusia. Les seguiría la coordinación entre oligarcas de Alemania, EU,
Inglaterra, que se asociarían para financiar a Hitler para llevarlo a la
Cancillería y se iniciara la guerra.
Con esos movimientos lograrían que la gente visualizara el capitalismo como lo que realmente representan esos oligarcas globales. Han logrado que el verdadero capitalismo casi desaparezca, aquel capitalismo que produjo sociedades fuertes e independientes, la riqueza del mundo occidental que todos se beneficiaran, el de los plebeyos que progresaron. Es el capitalismo que los oligarcas tratan de darle el tiro de gracia. Milei está iniciando su lucha para rescatarlo.
No comments:
Post a Comment