Ricardo Valenzuela
“Yo espero que
la política y la economía dejen de ser tan importantes a futuro como fueron en
el pasado. Llegará el día cuando la mayoría de nuestras controversias presentes
en estas dos áreas, parezcan tan triviales como los debates teológicos en los que las mentes
más agudas de la Edad Media disiparon sus energías”.
Arthur C. Clarke
No hay duda de que la Iglesia y el Estado históricamente han mostrado paralelos que, al analizarlos, podemos tener nuevos elementos para entenderlos y, sobre todo, detenerlos o promocionarlos de acuerdo con lo que sabremos debe producir algo positivo para las sociedades. El concepto de la política puede sorprendernos cuando nos afirman es algo nuevo, especialmente sabiendo que Aristóteles escribiría un ensayo con ese titulo en los dias de Alejandro Magno. Pero, realmente la política moderna emergia al inicio del industrialismo hace cinco siglos.
Curiosamente la política
nacía cuando la monolítica Iglesia, como institución, llegaba a su senilidad y se
hacía contra productiva. La iglesia había jugado un papel importante al final
del siglo 10 estableciendo el orden y facilitando la recuperación económica de
la anarquía que la definiría la Edad Oscura. Había también liderado un
movimiento que permitió la sobrevivencia de grandes números de propietarios
libres y siervos. Pero, al final del siglo 15, ya se había convertido en un
gran obstáculo pues las cargas que durante tanto tiempo había impuesto a la población,
estaban perjudicando los niveles de vida.
La sociedad
medieval, supuestamente estable y segura, se estaba transformando a gran
velocidad. Su institución predominante, la iglesia, veía cómo su monopolio
temblaba y se le disputaba esa autoridad que había mantenido. Creencias y
lealdades más sagradas que esas que unen a un ciudadano a la nación hoy día, fueron
reconsideradas y eliminadas en unos cuantos años, todo cortesía de una revolución
tecnológica que se iniciaba al final de ese siglo. Una revolución que le daría vida
al estado omnipotente que hemos conocido. Pero, hay una analogía entre el final
del siglo 15 de la iglesia y el estado de hoy saturado por la política creciendo
también senil.
¿Qué sucedió a la iglesia? A finales del siglo 15, la iglesia controlaba los poderes regulatorios que luego pasarían a los gobiernos. Incluía importantes áreas de la ley, registro de escrituras, registros de matrimonios, de herencias, licencias comerciales, títulos de propiedad, estipulaba los términos y condiciones del comercio. Infinidad de detalles de la vida diaria eran regulados por la ley canóniga como hoy día lo hacen las burocracias. Y así como hoy día las regulaciones políticas se han convertido en un rompecabezas de confusión y contradicción, así era la ley canóniga de hace 500 años. Todas esas intervenciones suprimían y complicaban comercio y negocios en formas que distaban promover la productividad.
Ejemplo. Durante
todo el año se prohibía hacer negocios cuando cualquier festividad caía ciertos
dias. Si era martes, no se podía hacer negocios como una obligada expresión de
piedad. En años cuando Navidad, diciembre 28, resurrección, caia en dias que no
fuera domingo, esa prohibición perjudicaba el potencial para muchas formas de
comercio incrementando los costos de las transacciones totalmente detenidas. So
penas ridículas a los infractores.
La ley canóniga habia
sido impuesta para reforzar los precios de sus monopolios. La iglesia recibía grandes
ingresos por la venta de aluminio de sus minas en Italia. Cuando sus clientes
de la industria textil mostraban interés por el aluminio barato importado de
Turquia, el Vaticano de inmediato, a través de la ley canóniga, protegía su
monopolio declarando pecado comprar el de Turquia. Y quienes se atrevían a
ignorar el mandato eran excomulgados. La prohibición de comer carne los viernes
tenia el mismo espíritu. La iglesia no solo era la terrateniente feudal más
grande, también controlaba toda la industria pesquera. Los lideres de la
iglesia descubrirían la necesidad teológica para comer pescado.
Como las naciones
modernas, la iglesia medieval no solo regulaba industrias para maximizar sus
intereses, también incrementaba sus poderes regulatorios para producir ingresos
de formas diferentes. Sus clérigos eran autorizados para establecer
regulaciones y edictos imposibles de evitar. Ejemplo, el incesto tenía una muy
amplia definición. De esa forma, inclusive remotos primos y personas
relacionadas por matrimonio de otros (parientes políticos) requerían permisos
especiales para casarse. Como se incluían las aldeas más remotas incomunicadas,
se vendían permisos para matrimonios incestuosos. Aun el sexo entre casados
estaba regulado eclesiásticamente. Sexo entre casados era ilegal los domingos, miércoles
y viernes, así como 40 dias antes de semana santa.
El poder para
regular arbitrariamente es también el poder para vender las excepciones del
daño que provocan. La iglesia vendía indulgencias autorizando desde el alivio
de pequeñas cargas al comercio hasta el permiso para comer productos lácteos en
Cuaresma. Y se vendían a precios altos no solo a la aristocracia o a los burgueses.
También se empaquetaban como las loterías que hoy manejan los gobiernos. La
venta de indulgencia se incrementaba cuando los gastos de la iglesia eran
mayores que sus ingresos. La iglesia se convertía en lo que tanto criticaba. La
ley canóniga se habia instituido solo para capturar grandes cantidades de
dinero. Quien quisiera ser católico tenía que comprar su membrecía.
El costo de
sostener la religión institucionalizada llegaba a extremos históricos, como hoy
día el costo de sostener gobiernos igualmente ha llegado a su extremo senil. Así como hoy los gobiernos en bancarrota
buscan ingresos de maneras asesinas, también lo hizo la iglesia y la llevaría casi
a su desaparición. Así como las naciones actuales han llegado a dominar las economías
industriales gastando más que lo que les ingresa como en EU y países de Europa
occidental, así la iglesia dominaría la economía feudal succionando recursos que
retardarían el desarrollo hasta que fuera jubilada. El mundo está gravemente enfermo.
Y así recuerdo mi juventud en el rancho de mi abuelo. Cuando veíamos parvadas de zopilotes volando en círculos sobre el mismo lugar, ya sabíamos que esperaban la muerte de algún becerro lepe. Así lo zopilotes globales están volando alrededor de la iglesia y d EU. La historia nunca miente.
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