MONOPOLIO DEL CRIMEN GLOBAL

Ricardo Valenzuela

 

A través de los siglos ha sobrevivido algo que se ha perpetuado convirtiéndose en un freno para el desarrollo de los paises, de los ciudadanos y del conocimiento en general. El acceso a la información verdadera que siempre han tratado de mantener alejada de las sociedades, como posesión única de los gobiernos.

Pero, con la emergencia del internet hemos visto el nacimiento de lo que se pudiera describir como guerrilleros virtuales. Proyectos que, desafiando los controles gubernamentales, se han lanzado a participar en ese tenebroso campo de batalla de la buena información. Eso nos está permitiendo recibir el inicio del flujo de ese preciado producto, información real, honesta y confiable, con tendencia de modificar el equilibrio de los combatientes y la competencia.

Hay un tema del que casi nadie habla y es algo que deberíamos analizar de forma especial. Porque, para variar, su campo ha sido ya ha penetrado en Estado Profundo. Un tema de gran seriedad y con muchas vertientes que, no solo debería llamarnos la atención, debería preocuparnos. Sobre todo, con la información que recientemente ha emergido a través de los llamados “whistleblower”, que son quienes revelan secretos superimportantes que nadie conoce, pero afectan siempre a todos.

 

Uno de los mejores en ese papel, es el Dr. Steven Greer quien porta un currículo que no permite cuestionar la autoridad que se ha construido. Hablamos de la capirotada en que se ha convertido lo que originalmente fuera preocupación por extrañas apariciones de UFOS por todo el mundo. Ello provocaba que el presidente Truman autorizara la formación de tres organizaciones, el Majestic 12, la CIA y el CNS. Pero con las conductas que estas agencias desarrollaran, el campo se empezó a percudir con operaciones secretas de grupos ajenos al gobierno invadiendo los territorios definidos solo para esas tres noveles del espionaje.

 

Por lo mismo, al dejar sin vigilancia las nuevas creaciones de la paranoilla, se iniciaba la configuración del Complexo-Militar industrial que, aun con la advertencia de IKE, con la rienda suelta se ha convertido en el Frankenstein que solamente IKE pudo identificar y, además, finalmente controlado por el Estado Profundo. La preocupación de Eisenhower ya se ha convertido en una realidad mucho más tenebrosa de la planteada por el presidente.

 

Hace dias participé en una conferencia en la que el Dr. Greer era el expositor. Después de preparar la explanada, iniciaba su charla que incluiría un mensaje especial. Nos informaba, primero, de los increíbles adelantos tecnológicos que ya existen en EU, pero nadie los conoce. Hablaba de naves que alcanzan velocidades de miles de kilómetros por hora, que pueden alcanzar alturas en lo más profundo de la estratosfera al haber descubierto el nuevo concepto de antigravedad. Naves armadas con rayos láser inventados por ellos mismos con una capacidad infinita para destruir. En general, todos los proyectos que los nazis tenían tan avanzados aclarando no era ni el 10% de lo que él mantenía en su almacén.

 

Informaba que, por desgracia, todos estos proyectos e inventos no están en manos del gobierno, son propiedad de esos criminales ya bien conocido. Coincidía con el exagente del FBI, de Sousa, en una charla anterior, de que los ataques de supuestos extraterrestres que se han estado reportando a través del mundo, son orquestados por esos grupos del EP, y los llevan a cabo usando sus naves producto de la ingeniería en reversa de verdaderas naves alienígenas que han caído en su poder. Ellos tienen sus operaciones por todo el mundo. Y en EU en una serie de instalaciones subterráneas por todo el pais, que se comunican por enormes túneles.

 

Afirmaba que estos grupos tienen un poder que puede rivalizar a cualquier gobierno. Tienen ejércitos privados y muchos de sus agentes infiltrados en todas las ramas del gobierno de EU. En ocasión de una conferencia de prensa con el presidente de Lockheed Martin, miembro del CMI, el hombre, en su entusiasmo ante la pregunta de un reportero si ya tenían la fórmula para llegar a marte, respondería sonriendo: “no solo podemos llegar a marte, podemos regresar a ET hasta su casa”. “Y eso es cierto”, cerraba el expositor.

 

Pero lo más grave fue escuchar que los propietarios de estos proyectos ubicándolos con el timón del mundo en sus manos, son un grupo de psicópatas criminales que describe son peores que Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot del Khmer Rouge, o cualquier otro asesino masivo de la historia. Los identifica como el peligro más grande en la historia para la humanidad. Nos les importaría usar armas atómicas ni destruir paises enteros, e, inclusive, grandes ciudades en EU si no se cumplen sus planes. Ellos son los que provocan las matanzas de inocentes por solitarios tiradores, para luego desarmar a la gente. Y continuaba diciendo: “Hemos vivido en este plano equivocado, en un mundo irreal y fingido, un mundo manipulado. Porque hemos caído en manos de los peores criminales”.

 

Describía cómo un grupo de marinos americanos de patrulla en Indonesia, encontraron un barco americano anclado en una ensenada profunda que estaba siendo cargado con gente que esperaba en camiones de carga. Luego de un intercambio de metralla, confirmaron era operación clandestina de tráfico humano que reportaron a su regreso a Japón, donde les ordenaran silencio.

 

Criminales que tienen más dinero que los gobiernos. Además de contratos por trillones en ventas de armas, los trillones del narcotráfico y del lavado en sus bancos, billones del tráfico humano, las natas en las operaciones del FED, los saqueos de otros paises como en Mexico donde se quedaron con la banca. Pero, la fuente mas importante es el presupuesto negro ilimitado que le exprimen al gobierno de EU. Y como dueños de los monopolios que rigen la economía mundial (finanzas, petróleo etc.) vigilan que no arriben competidores y no han permitido que la economía crezca en todo su potencial.

 

Y para ya no tener esas preocupaciones, están a punto de lograr el monopolio más grande, su gobierno mundial. El terminar la charla, me hundía en mi silla recordando a mi amigo Bill Cooper quien, en su libro denunciara lo mismo y le costaría la vida.