LEON XIV QUO VADIS. AD SATUTEM EO

 Ricardo Valenzuela

 ¿“Quo vadis” León XIV?

Después de solo unas semanas transcurridas desde la elección del nuevo Papa, siento podemos respirar con un poco de tranquilidad pues, a pesar de que no hay publicado una poderosa encíclica de miles de páginas, con las pocas palabras que han salido de la boca de Leon XIV, para mi es muy claro que se trata de un Papa muy especial. Un Papa que, en mi opinión, está ya enviando las primeras señales previas a las acciones que muchos católicos hemos esperado durante tanto tiempo. Y tal vez pecando de optimismo, yo lo siento como su aviso y advertencia de iniciar el regreso de la iglesia a sus bases y curar la confusión provocada durante los últimos años.

Creo que el nuevo Papa se dispone, entre otras cosas, a recuperar aquello tan valioso como es la claridad en el mensaje de la iglesia que se ha estado agrediendo durante siglos. Un Papa que apunta hacia el rumbo que debe ser, no lo que otros han pretendido que sea, tratando de cambiar su rumbo y destino alejado de lo que Jesucristo habia señalado y del cual la iglesia se ha estado alejando. Una iglesia que debe regresar a un solo mensaje, el verdadero, no esa infinidad señales diferentes en bocas de tantos aspirantes a celestiales mensajeros alrededor del mundo que han estado enviando para solo causar una gran confusión.

 Un Papa que con gran inteligencia, valor y profundo conocimiento pastoral y, sobre todo, con nítida claridad de su responsabilidad, ha iniciado una tarea que pareciera casi imposible, recuperar el camino de Jesucristo porque es la única verdad que debe permanecer. La gran tarea de una conciliación de todas las raíces milenarias de la iglesia, con lo que el paso de los tiempos ha cincelado formando la estructura del mundo en el que vivimos en estos momentos. Porque estas raíces son las que permanecen en la profundidad para darle luego vida a ese hermoso árbol frondoso que ha crecido durante dos milenios. El árbol que, a pesar de tantas largas sequias, permanece vivo y fuerte alimentado por esas raíces.

 Un mundo que el mismo Papa describe afirmando es donde ya no se sabe lo que realmente significa la palabra. Pero el mensaje debe ser el mismo a pesar de que se ha tratado de cambiar, algo que ahora se debe recuperar para retornar a la casa de Jesucristo. Una voz que no solo aclara y define, sino que transforma. Un Papa que de nuevo habla con su indomable valor y la verdad, pero, sobre todo, con una especial claridad. Una iglesia ahora navegando en un mundo que, en su loca carrera tecnológica, sus guerras masivas, y modernos fariseos han estado llevando a la iglesia al abandono de esa ruta. Pero, esas raíces profundas y poderosas, a través de su pastor, urgentemente piden regresar a su viejo hogar que heredamos de Cristo.

 Hace solo unos dias, el 16 de Mayo, Leon XIV sorprendería a embajadores del mundo en una reunión cuando afirmaría el matrimonio debe ser solo entre hombre y mujer, la base de la familia que debe producir sociedades civiles poderosas, en armonía y en paz. Era la misma afirmación de Leon XIII. Estaba notificando la iglesia ya no permanecería en silencio ni exponiendo ambigüedades. Expresó su desacuerdo en bendecir las parejas homosexuales pues el concepto de la familia no debía romper el evangelio. De inmediato rechazaba la ideología de género. Pasaba con claridad afirmando que no debía ser tarea de los gobiernos promover esos nuevos modelos sociales.

 Ante un sorprendido auditorio pasaba a defender la dignidad humana y lo sagrado de la vida en todas sus representaciones. De inmediato el auditorio identificaba el mensaje con la encíclica de Leon XIII Rerum Novarum que, entre sus grandes verdades, condenaba al comunismo como la peor afrenta a la humanidad. Ubicaba las actividades empresariales honestas y morales como la mejor solución para crear economías prosperas y justas. Inclusive, sugería a los trabajadores ahorrar para invertir esos ahorros debutando como emprendedores. Leon XIV con la misma asertividad afirmaba la verdad tradicional de la iglesia que se habia abandonado. La iglesia regresaría a su claridad y a su ruta. La mafia de las comunicaciones globales explotaba de rabia.  

 Sin duda Leon XIV es un Papa temerario ante una iglesia que, durante sus últimos cincuenta años, ha enfrentado desde el asesinato de Juan Pablo I cuando denunciara la infiltración de masones en el Vaticano, y lo que anunciaba haría, el intento de asesinato y su neutralización de Juan Pablo II, el golpe de estado contra el Papa bueno Benedicto XVI, para finalmente entregar el papado a los enemigos de la iglesia con Francisco y su bandera jesuita. Cincuenta años en los que se provocara un fraude billonario en el Banco del Vaticano liderado por el arzobispo americano Paul Casimir Marcinkus, en una sociedad con la mafia y el Banco Ambrosiano. Cincuenta años de una masiva deserción de fieles ante las acciones de Francisco.

 Yo, como uno de esos desertores, no a mi religión, el catolicismo, sino a la iglesia que lo representa, pero definitivamente ya no me representara a mí. Habiendo seguido muy de cerca la aparición de Francisco en el Vaticano, desde la forma en que elementos educados por los jesuitas en EU liderados por Clinton y Soros habían logrado su papado. La sociedad del Vaticano con los Rothschild desde el siglo 19, la invasión de la diabólica Teología de la Liberación de toda America Latina con su bandera marxista inspirada por el Concilio Vaticano II, y el Episcopado Latinoamericano de Medellín. La infernal presencia en Mexico del Obispo Samuel Ruiz instigador de la guerrilla de Chiapas y resultara en el asesinato de Colosio. Mi esperanza del surgimiento de quien pudiera rescatar la iglesia de esa maldición estaba casi perdida.

 Sin embargo, primero con la excelente e inspiradora nota que me enviara mi amigo argentino, Marco Aníbal Rouges, haciendo referencia a ese gran vicario Leon XIII y su gran encíclica Rerum Novarum, lo que ya he atestiguado en estos pocos dias y, sobre todo, la reseña de esa reunión del nuevo papa con los embajadores. Ahora mi esperanza revive ante la figura de Leon XIV e invito a los católicos que se unan a la lucha que inicia Leon XIV, porque estoy seguro será larga y muy sangrienta.      

1 comment:

  1. No pierdas tu fe querido Ricardo. Las puertas del infierno del Vaticano NO prevalecerán sobre la IglesiA............................

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