¿POR QUÉ LA TERCERA GUERRA MUNDIAL?

 Ricardo Valenzuela

 

Hace exactamente cuatro años, los EU presentaban una nueva fisonomía para muchos desconocida cuando, de forma descarada, ante una sorprendida comunidad internacional se robaran la elección el 2020. De inmediato surgían infinidad de pruebas indiscutibles de la forma en que la habían ejecutado, sin embargo, en solo unos dias desaparecían sin que nadie se hubiere atrevido, no digamos a mostrarlas, ni siquiera continuar comentándolas. Emergía ese silencio que provocan los grandes temores y asunto concluido. Muy pocos de daban cuenta que aquella sociedad de rebeldes que lograran la independencia estaba extinguiéndose.  

Pero finalmente llegaba esta elección tan esperada, pero solo para ahora conocer otra nueva fisonomía mucho más repugnante que la anterior. El periodo entre la elección y el juramento del presidente electo, lejos de estar transitando de la forma tradicional para colgar los arreos de guerra, fumar la pipa de la paz archivando la lucha pasada, proceder a una transferencia del poder en paz como lo indica la Constitución. Se ha convertido en otra lucha totalmente diferente donde no se combate en un campo de batalla abierto.

 Se ha convertido en un ataque unilateral del ejercito derrotado nunca visto. Una guerra que emerge de los oscuros sótanos de la maldad, de las traiciones, de las emboscadas, con el claro propósito de sabotear el proceso preliminar de formación del nuevo gobierno, como el primer paso para el saboteo total. Un ataque que solamente podría haberse gestado en las mentes enfermas de los derrotados que, ante su rabia al haber perdido algo tan preciado, como Hernán Cortez, proceden a quemar las naves. Una guerra de atrición para, cobardemente, infligir daño a un oponente y evitar que goce las mieles de la victoria.

La mejor prueba para descifrar que los primeros pasos de Trump han sido magistrales, es el estado de terror que ha invadido a los derrotados con cada uno de los nominados a su gabinete. Porque, en esta nueva administración, Trump ha declarado una guerra total y diferente, la guerra por el territorio donde esos enemigos de la libertad tanto han ya avanzado. La transformación de una sociedad que, como lo afirmara Putin, está postrada porque la han herido de la forma más cruel. Con el principio del Congreso de Verona en 1822 de subyugar la sociedad destruyendo su moralidad, ya le han impuesto una nueva tabla de mandamientos donde no se distingue lo bueno de lo malo, todo es relativo.

Una sociedad que, durante mucho tiempo, ha sido sometida a un proceso de propaganda para instalarle creencias y puntos de vista para asumir doctrinas y principios especiales. El púlpito para distribuir información engañosa para programar mentes. Un proceso destructivo desde que los globalistas descubrieran las “armas silenciosas”. Con ellas quieren lograr un objetivo ya muy claro, activar el proceso moderno de la selección natural. Ellos piensan que naciones donde la gente no usa o no tiene inteligencia, no son mejores que los animales y hay que someterlos. Es la guerra que se libra hoy día.

Para consolidar ese proceso usan un método simple para acelerar ese control total de la gente, así la mantienen indisciplinada, ignorante, confundida, desorganizada. Pasan entonces al establecimiento de naciones dependientes mediante una estructura política especial. Con ciudadanos que consideren el gobierno su dios que todo le deberá de proveer, que en el subconsciente tengan el deseo de perpetuar la dependencia de su niñez. Y para sus increíbles demandas quieran un dios humano. Así los políticos enfrentan lo increíble con las mentiras. Y esta entrega es provocada por temor, la pereza, la conveniencia. La base para el estado de bienestar, la gran prisión.

Y siendo Trump ya un experto en lo que han construido los enemigos de la humanidad, no deja de sorprenderse del nivel de estupidez que los verdugos han creado en casi en la mitad de la población. Un campo que ha permitido se haya llevado al pais con un gobierno podrido desde sus raíces, el tronco, hasta sus puntas. Los mercados libres han dejado de existir, el estado de derecho al nivel de la Venezuela de Maduro. Rufianes que, en los últimos 25 años, han llevado la deuda del pais de $5 trillones en 2,000, hasta $36 trillones actuales. Y todavía las huestes de Biden siguen regalando el dinero.

EU se habia convertido en el mito de un derecho divino creado para construir un imperio, y así se lanzaría la guerra por todo el mundo por la libertad y la democracia al su estilo estadounidense. Nadie puede afirmar que Estados Unidos no es un imperio. Militar, económica y culturalmente, Estados Unidos todavía ejerce una influencia hegemónica sin precedentes en la historia mundial. La creación de este imperio ha sido facilitada por el poder de las corporaciones que hoy controlan la información disponible, pero la pista se puede rastrear hasta las mismas familias que apoyaron a Hitler. Ese supuesto poder de EU es de ellos.

Pero el famoso destino manifiesto del faro para la iluminación del mundo que afirmaban los fundadores, desde hace mucho tiempo se ha estado desvaneciendo de una forma difícil de entender. A veces pareciera que lo hacen con una malsana intención buscando su destrucción como lo han anhelado por más de 200 años. La clase media ha sido la más afectada. Y ellos han sido los que eligieron a Trump. 

Es cuando debemos recordar las palabras de Burwell cuando la economía de EU amenaza ya con un derrumbe que puede ser evento nunca visto, la misma situación de la Alemania de la post guerra en el primer conflicto mundial; “en tiempos de una virtual ruina económica prácticamente universal, fue mucho más fácil vender una ideología que apoyaba el exterminio del peso muerto social y político -e inevitablemente, económico”-. Tal vez por eso los verdugos modernos quieren explotar la Tercera Guerra Mundial pues, como afirmara un sabio observador, así se extermina a los acreedores de la impagable deuda que le han creado a EU.

Y surge la pregunta ¿será considerado el Imperio Americano como el Imperio de los Oligarcas Globales? Eso va a depender de Trump que ha llegado para combatirlos, porque sabe que permitirlo es la condena de los EU y él nunca lo va a consentir.