SOLAMENTE LOS MALOS GOBIERNAN

 

RicardoValenzuela

 Obama | Cartoon Movement

Hace unos años tuve la fortuna de leer eseexcelente libro de Hans Herman Hoppe, “Democracia, el dios que ha fallado.” Alir avanzando en su lectura, llegaban a mi mente la infinidad depronunciamientos contra la democracia que, en su momento, hacían los padresfundadores de EEUU. Desde Washington, Jefferson, Adams, sus pensamientos seconjugaban en la frase de Adams: “La democracia es más sangrienta que lamonarquía o la aristocracia. Es enemiga de la libertad, de la propiedadprivada, siempre ha tenido corta vida y ha muerto violentamente.” Por ello,decidieron que su país no fuera democracia, sin república.

Son tantos los problemas que identifico enla democracia pero, el primero, cualquiera, sin importar méritos, preparaciónacadémica, experiencia, puede participar en política, cualquiera puede serdiputado, senador, gobernador, alcalde o presidente. Tal vez por eso Jeffersonla bautizó como Plebecracia. Libertad de entrada y competencia en la producciónde bienes es muy buena, es el principal ingrediente de la prosperidad, perolibertad en la producción de males, es la ruta hacia el infierno.

Pero ¿Qué tipo de “negocio” es gobernar? Elgobierno no es un productor usual de bienes para venta a consumidores. Es un“negocio” dedicado a robar y a expropiar – por medio de impuestos draconianos,regulaciones insanas que dan vida a la corrupción, reformas agrarias etc– ydespués guardar en las cuentas offshoe de políticos lo robados. De ahíque, la libertad democrática de participar en el negocio del gobierno no mejorasu rentabilidad

. Enrealidad, hace las cosas peores creando carteles de asaltadores. Desde elinicio de la historia, en toda sociedad ha existido la codicia por la propiedadde los demás y, en especial, por los recursos públicos. Al establecer esa democraciapara participación sin méritos para hacerlo, el gobierno no atrae los mejoreshombres a sus filas, atrae hombres que, como gobernadores que conocemos, con lacodicia dibujada en la frente, se dedican a robar manejando los estados comocotos de su propiedad.

Bajo el gobierno señorial, sólo unapersona – el príncipe – puede actuar legalmente bajo el deseo por la propiedado libertad de otra persona, y esto es lo que lo convertía en un “peligropotencial y latente”.

En contraste, al abrir la libre entrada ala administración pública, a cualquiera se le da esa oportunidad de disponer devidas y recursos como si fueran suyos. Lo qué era considerado inmoral y habíaque combatirlo, ahora se consideran acciones de gobierno totalmente legítimas.Todos pueden codiciar abiertamente la propiedad de otros o los recursospúblicos en nombre de la democracia; y todos pueden actuar movidos este deseomalsano, siempre y cuando logren formar parte de ese ente fantasioso llamado

gobierno. Es decir, bajo la democraciacualquiera puede llegar a ser una verdadera amenaza.

Bajo condiciones democráticas elpensamiento popular, aunque ilegal, injusto e inmoral, para disponer de lapropiedad de otros y los dineros públicos, es sistemáticamente reforzado. Todopuede ser ejecutado y todo puede ser arrebatado. Ni el más seguro derecho de laPropiedad Privada está exento de las demandas redistributivas. Peor aún, sujetoa las elecciones de masas, esos miembros de la sociedad que tienen nulasinhibiciones en contra de tomar lo que es de otros, de saquear los erariospúblicos, esos especialistas en congregar multitudes moralmente desinhibidas ylas demandas populares mutuamente incompatibles, (demagogos eficientes)tenderán a ganar su entrada y encumbrarse en la cima del gobierno. Así, unasituación mala se convierte en una de suma gravedad.

Históricamente la selección de un príncipese daba a través de su nacimiento noble, y su única calificación personal eratípicamente su educación como futuro líder de su país. Esto no aseguraba, porsupuesto, que dicho príncipe fuera un sabio y recto mandatario. Sin embargo,cuando cualquier príncipe fallaba en su deber primario de avanzar la dinastía–quien arruinaba el país– enfrentaba el riesgo inmediato de ser neutralizadopor su propia familia. En cualquier caso, el accidente de su nacimiento asícomo su educación, no evitaban que un príncipe pudiera ser deshonesto, cruel yopresor, al mismo tiempo el accidente de un nacimiento noble y una buenaeducación, tampoco impedía que pudiera ser un líder justo, eficiente yproductivo, una persona buena y moral.

En contraste, la selección de gobernantespor medio de elecciones populares, hace casi imposible que una persona buena ypreparada pueda elevarse a la cima, o, siquiera participar. Los presidentes,gobernadores, congresistas, alcaldes son seleccionados por su eficacia comodemagogos moralmente desinhibidos, creaciones del sistema. ¿Ejemplos? Chávez,Maduro, Evo Morales o el mismo Obama. ¿En México? Solo hay que tirar la reataal inmundo corral de la política, y sacamos uno lazado de los cuernos, nofalla.

Así, la democracia virtualmente asegura quesolo los hombres inmorales y peligrosos puedan ascender a la cima del gobierno

. Como resultado de la libre competenciay selección política, aquellos que se montan en la fiera de la impunidad, seráncada vez más corruptos y peligrosos y, sin embargo, al ser guardianestemporales, la gente se conforma pensando, “ya se van”. La libre participaciónno siempre es buena. Libre entrada y competencia en la producción de bienes esbuena, pero libre competencia en la producción de males es diabólica. Y eso sonlos gobiernos.

El filósofo político, H.L. Mencken lodefinía con sabiduría. “Los políticos rara vez llegan a un cargo público pormérito. Son escogidos por varias razones, la principal es que tienen poder paraseducir a los intelectualmente des privilegiados ¿Alguno de ellos se abstendráde hacer promesas que sabe que no puede cumplir? ¿Alguno de ellos dirá unapalabra que alarme a la gran masa de idiotas enquistados en el comederopúblico, revolcándose en el quelite que crece cada vez más delgado? Entoncesavanzarán ofreciendo consuelo para el triste, capital para proyectos, diversiónpara los aburridos, ideas para los estreñidos, leche para los niños y vino paralos ancianos. En resumen, se presentarán a sí mismos como hombres confiables ysimplemente siendo candidatos para servir al pueblo, empeñados solamente enasegurarse votos. Ellos ya saben que los votos estarán asegurados bajo lademocracia, no por hablar sensatamente, si no por hablar pendejadas. El ganadorserá quien prometa más con la menor probabilidad de cumplir”.

Por eso Mises afirmaba: “Los eventos másmás diabólicos que la humanidad ha tenido que sufrir, siempre han sidoinfligidos por los malos gobiernos. El estado, a través de la historia, ha sidola fuente más grande de agravios y desastres.”

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