Ricardo Valenzuela
Alguna vez hubo una filosofía o cultura morales común en Estados Unidos, pero eso ya no es así pues ha estado desaparecido. Hoy día, los estadounidenses tienen muy pocas convicciones comunes sobre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, la moralidad y la inmoralidad. Pareciera que ya todo es relativo y del color del cristal con el que se mira.
Sabemos bien que EU ha estado sufriendo un feroz ataque para destruir su moralidad. Sus jóvenes emergen de las universidades, no educados, indoctrinados, con un nuevo esquema parecido al que en Mexico se describe; vivir fuera del presupuesto oficial, es solamente sobrevivir. Se han estado estableciendo nuevos valores, la misma iglesia católica ha indicado otra dirección. Ahora EU está sufriendo de una nueva explotación y, como en el siglo 19, los que sufrían de esa explotación eran los negros. En estos momentos están sufriendo la suya los blancos, heterosexuales, religioso, patriotas, cristianos.
Y para cerrar el círculo, aquella hermosa herencia de libertad que naciera con el país para llevarlo a su gloria ya no existe y no hay quien la defienda. Pues al igual que en todos los paises de America Latina surgieron grupos libertarios, pero libertarios solo en las tarjetas de presentación que reparten. Lo que deberían de portar es la etiqueta similar a la del economista de Roosevelt, Keynes, pues en EU, hasta algunos republicanos se han podido asilar. Lo que con tanta visión llevara a cabo Jefferson, establecer bibliotecas en todas las colonias en donde podrían leer a Locke, Adam Smith, Bastiat etcétera, son ahora sueños que terminaron.
El filosofo más importante de la historia, Sócrates, una de las cosas que lo distinguía, era ser un hombre moral y en todas sus ideas trataba de contagiar esto a la sociedad. Criticaba con fuerza la complacencia e indiferencia que es lo que ha corrompido sociedades y creado la injusticia de gobiernos. Era temido por los gobiernos porque siempre cuestionaba. Una de sus mejores frase era: “una vida sin cuestionamiento no vale la pena vivirla”. Y, su método socrático de la dialéctica que lo inmortalizara fue por lo cual lo condenaran. Lo declararon culpable. Pero su integridad era tan grande que, al condicionare que se retractara so pena de muerte, prefirió la muerte.
Porque todos hemos vivido con valores contrarios a las enseñanzas de Sócrates y su dialéctica inquisitiva, porque odiamos la crítica. Solo queremos aduladores nunca cuestionadores y es lo que nos infla y da libertad para delinquir. Por eso nacen los psicópatas en la política a quienes nunca se les señalan sus errores y los seguimos cometiendo. La gran virtud que reconocía el filósofo era reconocer nuestra ignorancia y, sin hacerlo, jamás adquirimos sabiduria.
A los políticos mexicanos, desde el nacimiento del gobierno de los revolucionarios, se les estableció un esquema especial de alabanzas, con un control pretoriano de los medios de comunicación. La receta para inmortalizarlos se describía con aquel chiste cuando, el presidente preguntara que hora era, de inmediato le respondían, “la que usted mande señor presidente.” Es decir, lo que promovía Sócrates en su Dialéctica, al no aplicarse da vida a esos psicópatas. Y Lord Acton afirmando, “el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”, seria el pan del día. El poder sin evaluación, sino con toda intención, fabricaba dioses falsos.
En EU, desgraciadamente, se estableciera lo mismo y la sociedad ha sido condenada a este hechizo dando vida a un tipo especial de seres humanos que jamás se evalúan y mucho menos se critican. Y ese grave problema popular en Mexico, ahora reina en EU corregido y aumentado. La nueva ola de políticos son super alérgicos a las evaluaciones y, por supuesto, a la crítica y los castigos son eventos del pasado y la corrupción deporte de moda. Lo primero que ha provocado es el desbalance de poderes en las tres ramas del gobierno. Un proyecto que se iniciara desde el siglo pasado que ha estado minando la estructura del país, y lentamente destruyendo sus bases.
Así hemos atestiguado criminales como Soros quien, entre muchas otras cosas, con su deseo para destruir el pais ha invadido el sistema judicial con miles de jueces que, con sus billones, los ha ubicado estratégicamente por todo lo largo y ancho de los juzgados federales. Jueces comprados que en estos momentos están retando la autoridad presidencial, estableciendo candados neutralizando sus decisiones y sus facultades como el ejecutivo de la nación. Prácticamente un golpe de estado nunca visto. Pero, todavía más increíble, quienes han manejado el país, que no es Biden, antes de abandonar la casa blanca lo premiaron con la medalla el mérito.
El sistema socrático que alguna vez reinara en el gobierno de EU con sus elementos clásicos de ética, la razón, la moralidad y el irrestricto cumplimiento de la ley. Para claramente ver hasta donde lo han llevado su deterioro, debemos leer la interminable lista de sus criminales ataques a la constitución, y nos daremos cuenta de que aquella afirmación de Adams: “Nuestra constitución es solo para hombres morales, no aceptamos caiga en manos de ese tipo de criminales.” Lo podríamos confundir con un país tercermundista.
Tocqueville afirmaría: “Los EU son grandes y prósperos porque lo habitan hombres morales. Y si algún día abandonan su moralidad, la prosperidad también los abandonará.” Porque EU ha sufrido el ataque más grande de la historia contra su moralidad. Y, al estar ya abandonándola, vemos que también nos abandona la prosperidad y, sobre todo, nuestra preciada libertad. Y, para avalar a Tocqueville, recurrimos a Mises: “El mercado no puede evitar lo penetren hombres de corazon corazón corrupto, pero, si el mercado es verdaderamente libre, el mismo mercado los expulsará.”
Pero, parece que alguien ha burlado a ese mercado, pero, no el mercado libre porque la economía de EU ya dista mucho de esa libertad. Y por eso no se ha ejecutado esa eliminación y, todo lo contrario, la nueva fisonomía del mercado parece que es invitación a participar solo para los corazones corruptos. Lástima que no haya surgido un Platón, alumno de Sócrates quien, ante la invitación de instalarse en Syracuse, se dio cuenta era una sociedad de criminales y no aceptó. Porque los conceptos que su maestro le inculcara de la excelencia en virtud, la ética y la moral estaban clavados en lo más profundo de su consciencia y siguen siendo sagrados.
No comments:
Post a Comment