Todos los esfuerzos del gobierno para redistribuir la riqueza, para controlar o administrar el comercio, son impropios de una sociedad libre. Ganadores o perdedores deben ser resultado de sus conductas en el mercado, no de sus relaciones con gobiernos.
1.7 Defensa propia
Pensamos que el único uso legítimo de la fuerza es en defensa de los
derechos individuales —a la vida, la libertad, la justicia y la
propiedad legítimamente adquirida— contra la agresión. Este derecho es
inherente a la persona que puede aceptar la ayuda de cualquier otra
persona o grupo. Reafirmamos el derecho individual, reconocido por la
Segunda Enmienda, a poseer y portar armas y nos oponemos a que se
enjuicie a cualquier persona por ejercer su derecho de legítima
defensa. Nos oponemos a todas las leyes, en cualquier nivel del
gobierno, que restrinjan, exijan el registro o vigilen la propiedad, la
fabricación, el traspaso o la venta de armas de fuego o municiones.
2.0 Libertad económica
Los liberales luchamos para que todos los miembros de la sociedad
tengan abundantes oportunidades de éxito en el plano económico. Está
totalmente comprobado que un mercado libre y competitivo asigna los
recursos de manera más eficiente. Cada persona debe tener el derecho de
ofrecer bienes y servicios a otros en el mercado libre. La única
función legitima del Estado en el ámbito económico, debe consistir en
proteger los derechos de propiedad, resolver controversias y
proporcionar un marco jurídico en el cual se proteja el comercio
voluntario. Todos los esfuerzos del gobierno para redistribuir la
riqueza, para controlar o administrar el comercio, son impropios de una
sociedad libre. Ganadores o perdedores deben ser resultado de sus
conductas en el mercado, no de sus relaciones con gobiernos.
2.1 Propiedad y contratos
Como el respeto de los derechos de propiedad es fundamental para
mantener una sociedad libre y próspera, evidentemente hay que defender
también la libertad para contratar con el propósito de obtener,
conservar, administrar o enajenar bienes propios o lucrar con ellos.
Los liberales suprimirían las restricciones impuestas por el Estado al
derecho de los propietarios de controlar sus bienes y gozar de ellos,
siempre que sus actos no perjudiquen a otros ni infrinjan sus derechos.
El dominio eminente, el decomiso de bienes, las expropiaciones, los
límites a las utilidades impuestos por el Estado, la producción
obligatoria y los controles de precios de bienes y servicios (entre
ellos los salarios, los alquileres y los intereses) constituyen una
privación de estos derechos fundamentales. En las transacciones
voluntarias entre entidades privadas, las partes deben tener libertad
para elegir con quiénes comerciar y para establecer las condiciones de
común acuerdo.
2.2 Medio ambiente
Apoyamos un medio ambiente limpio, saludable y el uso sensato de los
recursos naturales. Los propietarios de tierras privadas y los grupos
conservacionistas tienen gran interés en el mantenimiento de los
recursos naturales. La contaminación y el uso indebido de los recursos
causan daños a nuestro ecosistema. El Estado, a diferencia de las
empresas privadas, no se responsabiliza de los daños ocasionados al
medio ambiente y tiene una trayectoria terrible en materia de
protección ambiental. Para proteger el medio ambiente hay que definir
claramente y hacer valer los derechos individuales con respecto a
recursos tales como la tierra, el agua, el aire y la vida silvestre.
Los mercados libres y los derechos de propiedad estimulan las
innovaciones tecnológicas y los cambios de comportamiento necesarios
para proteger el medio ambiente y los ecosistemas. Estamos conscientes
de que el clima de nuestro planeta está cambiando constantemente, pero
los defensores del medio ambiente y la presión social son los medios
más eficaces para cambiar el comportamiento del público.
2.3 Energía y recursos
Si bien la energía es necesaria para impulsar una sociedad moderna, el
Estado no debe subsidiar ninguna forma particular de esta actividad.
Nos oponemos a todo control estatal de los precios, la asignación, la
producción y, en especial, a los gobiernos propietarios de fuentes de
energía.
2.4 Finanzas públicas y gasto público
Todas las personas tienen derecho a retener los frutos de su trabajo.
Propugnamos la abrogación del impuesto sobre la renta y la abolición
del Servicio de Impuestos Internos (Hacienda en EEUU) todos los
programas y servicios federales que no se requieran en virtud de la
Constitución de Estados Unidos. Nos oponemos a todo requisito legal que
obligue a las empresas privadas para servir de recaudadores de
impuestos. El Estado no debe contraer deudas que representan una carga
para las generaciones futuras sin su consentimiento. Apoyamos la
aprobación de una "enmienda de presupuesto equilibrado" para la
Constitución de Estados Unidos, con la condición de que el presupuesto
se equilibre exclusivamente reduciendo los gastos y no aumentando los
impuestos.
2.5 Dinero y mercados financieros
Estamos a favor de un sistema bancario de libre mercado, con
competencia abierta entre los bancos y las instituciones de depósito de
todo tipo. Los mercados en realidad no son libres si se permite el
"fraude legal" y si se socializan las ganancias y las pérdidas. Las
personas que participen en intercambios voluntarios, deben tener
libertad para usar como dinero cualquier producto o artículo
establecido de común acuerdo. Apoyamos el fin de las políticas
monetarias inflacionarias y las leyes inconstitucionales en materia de
moneda de curso legal.
2.6 Mercados libres
Los liberales apoyamos los verdaderos mercados libres. Defendemos el
derecho de las personas a constituir empresas, cooperativas y cualquier
otro tipo de entidades basadas en la asociación voluntaria. Nos
oponemos a todos los tipos de subsidios y rescates estatales a
empresas, trabajadores u otros intereses especiales. El Estado no debe
competir con la empresa privada y no debe intervenir en el mercado
laboral, la fijación de precios, intereses, salarios.
2.7 Mercados laborales
Los acuerdos entre empresas privadas y trabajadores relativos al
empleo y la remuneración, deben estar fuera del ámbito del Estado y no
se deberá imponer a éstos contratos privados la carga de prestaciones
exigidas por el gobierno, o por los promotores de la ingeniería social.
Apoyamos el derecho de las empresas privadas y los empleados a decidir
si negociarán entre ellos por medio de un sindicato. Las negociaciones
deben estar exentas de toda injerencia del Estado, como el arbitraje
obligatorio o la obligación de negociar.
2.8 Educación
La mejor educación es la que ofrece el mercado libre, porque es de
mejor calidad, más eficiente, promueve la responsabilidad y una mayor
diversidad de opciones. Reconociendo que la educación de los hijos es
una responsabilidad de los padres, queremos devolver a los padres la
autoridad para determinar la educación de sus hijos, sin injerencia del
Estado. Los padres deben tener el control de todos los fondos que se
inviertan en la educación de sus hijos.
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