RETRUENO DEL FORO ECONÓMICO MUNDIAL

Ricardo Valenzuela

 

Como lo habíamos anticipado, cada día emergen preocupantes noticias del comportamiento de la Bideconomics que amenaza campos tan importantes como empleo, inflación, crecimiento y, sobre todo, preocupación por la forma en que, cada día más frecuentes, aparecen los desbarres del “presidente” que flotan en muchas de sus comunicaciones. Sin embargo, es algo que no me sorprende puesto que el EP ubicó en la presidencia a quien ellos decidieron podría cumplir la verdadera tarea, la vieja estrategia global de destruir para reconstruir, y lo han iniciado apuntando hacia la economía para luego avisar al mundo cómo lo van a rescatar con su Reseteo.

Pero yo siento que hay muchos otros misterios que provocan la conducta precipitada de las elites del EP. No sé si lo han provocado con toda intención o realmente se les salió de control, pero, no nos hemos dado cuenta de la gravedad financiera mundial por la que estamos atravesando. Al sistema financiero occidental lo amenaza un colapso de $2 cuatrillones de dólares (2 y 15 ceros) en derivativos formando una burbuja acompañados por la incapacidad de pago del crédito que ha apoyado la operación de swaps y otros derivativos. La deuda global alcanza casi $230 trillones de dólares, el equivalente de un 325% del PIB mundial. EU debe 21 trillones y los bancos europeos están apalancados en un 30/1.

En EU el sector privado no se observa mejor cuando una corporación como GE presenta un faltante de $35 billones en sus fondos de pensiones. Pero, este no es un caso aislado puesto que muchas empresas de ese calibre tienen problemas similares que, durante ya un preocupante periodo de tiempo, los han estado barriendo bajo la alfombra. Y el nuevo chico del barrio, China, tampoco tiene buen semblante cuando su deuda ya coquetea con un 300% de su PIB y, para no dejarla sola, Japón la acompaña con una deuda que igualmente se ubica casi en 300% de su PIB. Y, en este tipo de situaciones no han nada más popular que una guerra para cubrir los manejos gansteriles de los gobiernos, o, cualquier tipo de ruidosos eventos para tender cortinas de humo.

Cuando el Congreso de EU se dedicaba a ejecutar un golpe de estado, el dinero de las cuentas federales estaba desapareciendo y no había forma de ocultarlo. Habían ya explotado la crisis de las hipotecas apuntalando a Obama y, como el premio mayor, le entregaban $27 trillones de dólares que representaría el rescate. Para complementar el camuflaje, desde su elección inició la construcción de una estructura paralela para tomar control y reformar el partido demócrata. Presidentes estatales y congresistas tradicionales fueron sustituidos por un ejército de profesionales y gatilleros. Así nacían pequeños monstruos como Organización para la Acción, Move On, el partido de Familias Trabajadoras. Todo apoyado por Soros y su Alianza Democrática cuajada de billonarios marxistas.

Con esto pensaban haber blindado ese estadio de corrupción que ya había producido un faltante de $6 trillones de dólares en el Departamento de Estado bajo Hillary Clinton, y nunca explicado. En el Departamento de Defensa se reportaba otro faltante de $7 trillones, y tampoco explicado, aunque se sospecha fue un robo ejecutado por Lockheed Martin, el contratista más grande de defensa, cuando Jim Comey era su Abogado General. Otro participante en este saqueo ha sido Goldman Sachs siempre involucrado con el gobierno y sus agencias de inteligencia. El productor más prolífico de los famosos asesinos económicos que van por el mundo endeudando países y, al no poder hacer frente a los pagos, saquearlos. Y, mientras mantuvieran a sus hombres en la casa blanca, sus secretos estaban protegidos.

Pero, sorpresa, Trump llegaba a la presidencia de la mano con el Gral Flynn quien sabía dónde habían enterrado a sus muertos. Desde su campaña intentaban destruirlo y, finalmente, a través de un golpe de estado, lograban retirarlo de la presidencia. Así, en el pasado mes de noviembre respiraban en calma y de nuevo se abría la temporada de barra libre. Sin embargo, Trump había cimbrado fuerte ese árbol de la corrupción con sus profundas raíces. Esta nueva oportunidad la deberían manejar de forma muy especial para cubrir sus huellas. Y, es que los políticos tienen, entre muchas otras, una enfermedad que les provoca pensar lo que hacen no tiene consecuencias y la impunidad ha sido su característica competitiva. La pregunta ahora era ¿Cómo seguir saqueando sin ser detectados? Puesto que habían visto muy cerca la guadaña de Trump.

Para ese problema sus socios de Silicon Valley tenían la solución. “Una economía en donde ya no habrá dinero en efectivo, ahora deberá ser digital”. Es la que ahora tenemos, una gavilla de bandidos que siempre sacan conejos de sus sombreros y, en lugar de preocuparse de cómo conciliar los libros, sacan el nuevo invento para que no sean abiertos. Pero, ante sus gritos de las grandes ventajas de su idea, necesitamos entender que el dinero digital persigue otro objetivo—la destrucción total de la libertad de la humanidad. Si pensamos que la vigilancia del capitalismo es moleta, no tenemos idea del poder que estarán recibiendo lo que bancos, agencias de seguridad y otras agencias, para convertir la libertad del uso de nuestro dinero, en algo que se deba aprobar si lo que pensamos, comentamos en la privacidad de nuestros hogares, es la línea del gobierno.

La guerra contra el efectivo es una guerra contra la humanidad -no debemos permitirlo. Es la hora de retirar el monopolio de bancos privados u organizaciones gubernamentales para emitir dinero. Esta es la nueva arma, no tan silenciosa, que las elites preparan y algunos países ya la han implementado. Las razones que nos están dando no son las verdaderas, porque las no declaradas son realmente siniestras. “Es la compulsión de sus corporaciones para dominar el mercado de la información Tecnológica y solo los sistemas de pago deben ser suficientes para no permitirlo. Pero no es la única ni la más importante. Es la compulsión que une a sus organizaciones de inteligencia y sus corporaciones, para tener acceso a nuestras transacciones internacionales hechas a través de bancos monitoreando todo el flujo de esa información electrónica.

Podrán elegir una de las monedas que representan como la moneda mundial, y dominar a todos los participantes cuando les damos, también, otro monopolio de esta nueva actividad en donde, como siempre, no aceptarán competencia. Y, de esa forma, operar bajo su ley, en lugar de la ley internacional. Y los que se atrevan a pensar en competir bajo cualquier esquema. Solo deben revisar la historia de Bernard von Nothouse, el creador del Liberty Dollar quien, ante su osadía, terminaría en prisión y todos sus activos incautados. También la del inventor del Bitcoin que también ya forma parte de su lista de desobedientes.

Esto sería el nuevo saqueo mundial y digital. La nueva tienda de raya anónima.