Ricardo Valenzuela
En estos
momentos debo confesar que la muerte de Charlie Kirk, inexplicablemente me ha
impactado de forma especial, más aún que la de Luis Donaldo Colosio, paisano
sonorense a quien conocía desde nuestros dias en el Tec de Monterrey. Pero, el
asesinato de Charlie, no solo me ha provocado un dolor que siento no
corresponde a mi liga con él, puesto que lo conociera solo una vez, suficiente
para darme cuenta era alguien muy especial.
Y al reflexionar sobre esta situación, creo debo acudir a esa manifestación de la miseria humana cuando veo cantidad de elementos descerebrados celebrando su cruel asesinato. Una serie de zombis rebosando de un odio enfermizo que muestran lo negro de sus almas, celebrando una viuda con dos pequeños huérfanos, un sueño marchito. Pero algo todavía más grave, con su muerte nos ha mostrado a que grado ha llegado la programación de la sociedad en EU para provocar actos tan despreciables.
¿Como es posible que celebren la muerte de un ser humano cuyo único pecado fue pensar diferente que los celebrantes? Una programación que, aunque yo estaba consciente, jamás me hubiera imaginado fuera tan profunda y tal vil como la han mostrado.
Y, de forma especial, me ha sorprendido la reacción de un hombre con el cual yo habia establecido cierta comunicación, cuando él me contactara opinando acerca de mis notas. Decidí establecer este intercambio porque me pareció alguien informado, conocedor de la historia y de algunos temas que yo tocaba, que, al comentarlos, no me di cuenta se podría ubicar en el mismo recinto de esa mayoría ausente de las bases esenciales que forman mentes, no solo rebosantes de datos, sino que desarrollan una forma especial de vacuna contra estas programaciones.
Sin embargo, ayer me enviaba uno de sus mensajes que me provocara hacerme la pregunta ¿Cómo es posible? Inicia afirmando que Charlie fue asesinado porque era un racista, fascista, elitista y no se cuantas otras etiquetas. Pasaba luego a preguntar ¿Cómo fue posible se le ocurriera la pendejada para presentarse en universidades en donde se enseña liberalismo? Y cerraba luego compararándolo con Echeverria cuando acudió a la UNAM y fue agredido. Es decir, según él, fue culpa del asesinado por su atrevimiento al invadir un recinto de ideas que no eran las suyas. Lo único que le faltó agregar al mensaje es que tenía muy merecida su inmolación.
Y me provoca sorpresa y rabia porque pensaba era alguien que, según yo, mostraba conocimientos profundos. Pero, me he dado cuenta de la puntería de Mark Twain cuando afirmaba; “yo tuve una gran educación, hasta que llegué a la escuela.” Charlie se presentaba en universidades, no porque buscara mentes gemelas a la suya. No, el buscaba mentes que pensaran diferente con el propósito de exponerles otras. Era la Mayéutica del gran Sócrates en acción. El no buscaba recintos libertarios, no, buscaba a los que pensaban diferente para “dialogar” esperando convencerlos de que habia otras alternativas a considerar. Gran pecado.
Con el slogan de sus presentaciones describía claramente su movimiento: “Pruébenme que yo estoy equivocado,” era la introducción alistando un campo para dialogar. No era una agresiva introducción como; “Tu estas totalmente equivocado y extraviado, pero yo te voy a rescatar del pantano de tu ignorancia.” Que podría ser más claro que eso. El no llegaba regañando ni acusando y mucho menos asegurando ser portador de la única verdad. No fue, como lo describiera mi remitente, una mala ocurrencia el presentarse en universidades, el sabía bien la clase de basura que allí le inyectan a la juventud.
No lo asesinaron por su mala ocurrencia de predicar en universidades. Lo asesinaron por la potencia de sus ideas que, no solo esbozara la libertad para elegir que deberíamos tener, también siempre acompañada de su profunda moralidad. Lo asesinaron por el éxito que estaba logrando con sus ideas. Lo asesinaron porque sus ideas no eran, como mi remitente describe, conjugables con ese confuso liberalismo con lo que disfrazan su marxismo aristocrático. Esas ideas cortesía del secretismo de los miembros de Skull @ Bones, abanderados del hegelismo que importaran de Alemania. Ese recinto donde moran los Bush.
Esa filosofía que, desde inicios del siglo XX, a través del sistema de educación, han estado avanzando su objetivo de apendejar a todo EU. Esta filosofía, raíz del nazismo y el marxismo, que ha infectado y corrompido la república constitucional de EU. Ese hegelianismo que glorifica al Estado, vehículo para la implantación del estatismo con sus ideas y políticas en educación, ciencia, política y economía. Una filosofía totalmente opuesta al “verdadero liberalismo clásico” herencia del siglo 19 en Britania y EU. Aquel liberalismo clásico donde el Estado siempre debería estar subordinado al individuo. En su hegelianismo, el Estado debe ser supremo, y el individuo existe para servir a ese nuevo Estado propiedad de quienes asesinaron a Charlie.
Eso era el blanco de Charlie que enfrentaba solo con sus ideas, porque el sistema de dos partidos fue secuestrado por ese hegelianismo para fusionarlos y nadie es bienvenido a su nuevo recinto. Todo ese proyecto tiene poderosos propietarios y para conservarlo, asesinan a quien tenga la osadía de retarlos. Esos fueron los que asesinaron a Charlie, no fueron esos estudiantes “liberales,” ese concepto secuestrado y dictado a los “dos partidos” convertidos en su nuevo socialismo estilo Union europea, donde sus habitantes son siervos del Nuevo Orden Mundial.
Son los que odian a Trump y, ante su frustración, al tenerlo de regreso, han desatado todos los perros del infierno. Son los amos de Romney, de Pence, de McCain y los RINOS, porque en EU ya no hay oposición, solo dos equipos de criminales tratando de entregar los EU a su Nuevo Orden Mundial. Y no hay nada más que provoque su histeria y temor, que esos hombres resueltos y decididos actuando conscientes del peligro que enfrentan. Por eso asesinaron al Gral Patton, a James Forrestal, padrino político de Kennedy, a quien también asesinaron impunemente.
Pero, todo esto suena como otra conspiración. Correcto, ese ha sido siempre objetivo primordial de los residentes de The City of London Corporation, y lo han logrado exitosamente, nadie cree. Todos ellos asesinaron a Charlie.
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