Ricardo Valenzuela
En este día en que el mundo cristiano se prepara para celebrar el nacimiento de su redentor, en EU explota una bomba política que no tiene precedente alguno. Tal vez por temor a lo que Trump ha puesto ya en marcha a través de Musk y Vivi. Una auditoria atómica que estará generando información de la infernal conducta de su gobierno jamás revelada a la gente, que ya asoma el país al pozo de una penosa agonía. Y, ante esa aplanadora, algunos de los participantes han empezado a revelar secretos algo difícil de digerir. Biden jamás estuvo a cargo de la presidencia.
Es decir, estamos ante lo que puede ser el presidente manchuriano.
El candidato manchuriano es una cinta en la cual un veterano de la Guerra de Corea que, forma parte de una prominente familia política, sufre un lavado de cerebro por parte de comunistas al ser capturado. Regresa a los EU, donde se convierte en asesino involuntario en una gran conspiración comunista internacional. El grupo que lo controla planea asesinar al candidato presidencial y su muerte debería conducir al derrocamiento del gobierno de los Estados Unidos.