Ricardo Valenzuela
En el proceso de creación de esos republicanos que solo son de nombre y ahora los conocemos como RINOS, surgen las historias de participantes en aquella era tan importante como fue la redefinición del sistema económico-político de EU, sistema que nos ha llevado a este mundo actual que, en aspectos económicos, cada día luce más amenazador. Un presente en donde se idealiza a quienes la provocaron como Wilson a inicios del siglo pasado, Roosevelt hacia su mitad, Johnson en los 60s. Finalmente debutar en el nuevo siglo con Bush Jr, y los encargados del tiro de gracia y golpe final, Obama y Biden.
Pero, en aquellos tiempos también hubo presidente heroicos que han permanecido olvidados, para las nuevas generaciones desconocidos y, para los nuevos centuriones de la destrucción, son historias que jamás deben emerger a la superficie de la consciencia nacional. Y tal vez el que ha caído más profundo en ese injusto pozo del olvido, es el presidente Calvin Coolidge. Un hombre que a menudo se le describe como un político ingenuo, aburrido, un simplón, un inadaptado holgazán, una reliquia del siglo XIX cuya administración preparó el escenario para la Gran Depresión.