Ricardo Valenzuela
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La nueva
emergencia de Donald Trump como presidente de EU y la integración de Elon Musk
a su esfuerzo, no cabe duda de que el mundo está a punto de atestiguar una
historia de una gran trascendencia. Dos hombres que no son políticos, sino dos exitosos
emprendedores que conocen muy bien el camino hacia la creación de valor,
riqueza, formación de capital, en las turbulentas aguas de los grandes océanos
donde priva una feroz competencia y, el que no produce, de inmediato es
expulsado. Algo que no sucede en la política y es el motivo mas importante por
el cual tenemos gobiernos ineptos y corruptos con políticos profesionales.
Estos dos hombres, ante una gran ceguera mundial y un enfermo en agonía, están tratando de darle a los EU una forma diferente de gobernar. Una forma que deba producir resultados tangibles y medibles que realmente abonen para que los ciudadanos mejoren sus niveles de vida y, sobre todo, que la gente tenga una forma diferente de medir su “eficiencia”, no solo con el grito de las turbas que representan la mano de Soros. En lo personal, creo que el haber sacado a la superficie la preocupación por el monto del oro que el gobierno debería mantener, y que durante más de 50 años no se ha revisado, tiene un gran mensaje.