Una negra borrasca cubre al mundo en estos momentos en
medio de la cual, el tema de moda, sin lugar a dudas, es el divorcio inglés de
la Unión Europea. Se manejan infinidad de argumentos para entender y justificar
la decisión de los británicos, pero, en el vasto ramillete presentado, tal vez
el más poderoso sea el pavor de los ciudadanos a esa avalancha de inmigrantes
provenientes del medio oriente, que ya han tomado control de regiones claves de
Europa como es la capital política de la UE, Bruselas.
Hace unos días Turquía sufrió el último atentado terrorista de parte de esos demonios con etiqueta de ISIS, dejando un baño de sangre en el aeropuerto de su bella capital, Estambul. Este acto de cobardía afecta de forma especial a los EU cuando, hace solo unas semanas, sufriera el ataque de Orlando cobrando casi 50 vidas. Estos eventos invaden la conciencia de los estadounidenses para dar aun más fuerza a un movimiento antiinmigrante ya muy popular y, en especial, apunta sus baterías hacia la frontera México—EU